Fotografía: Pedro del EspinoPienso en rosas, nubes turgentes de rosas. Ríos de formidables rosas. Espléndidas, fragantes rosas. Agua arrimada de luzen la que abreva el tiempo.Tenue milagro, aventurada ocupación de los firmes días y de las consteladas noches. Rosas como palabras abandonadas únicamente a su temblor antiguo y secreto,sin atender al cauce limpio que secretamente las navega. Quizá la memoria, cuando falten,congregue rosas, rosas perfectas o herrumbradas rosas, que oscuramente finjan ser días y habiten la breve estancia del verbo.
