

Para mi tiene un entrañable recuerdo. Bajar al río en Berdún recorriendo el sendero perfumado de su olor y coger sus frutos, para llevarlos en la mano y jugar con ellos un rato mientras tomabas el sol en la toalla.Mi agradecimiento a Abanicos Burriel, que me proporciona varillajes de calidad para trabajos tan especiales como este.
