Rosberg festeja su triunfo - AFP.
Para el Principado fue un gran premio difícil de organizar de 1983. Hacía seis meses que su Alteza Serenísima la Princesa Grace de Mónaco había perdido la vida en un accidente de coche cuando circulaba con su hija menor, Estefanía –que salió ilesa– en la misma carretera donde había rodado Atrapa a un ladrón, de Alfred Hitchcock. En un escenario de cine murió la que había sido una de las actrices más admiradas por Hollywood y que había renunciado a los papeles para ser princesa. En ese contexto, con un Mónaco todavía
desolado por su pérdida, logró Keke Rosberg su segundo triunfo en la Fórmula 1 hace justo 30 años. Su hijo – el enésimo caso que se da en el Gran Circo, como Hans y Hans-Joachim Stuck, Reg y Tim Parnell, Andre y Teddy Pilette, Jack y David Brabham, Graham y Damon Hill, Mario y Michael Andretti, Wilson y Christian Fittipaldi o Gilles y Jacques Villeneuve– le homenajeó en el mismo lugar, también con su segunda victoria de su carrera. Nico Rosberg (Wiesbaden, Alemania, 1985) se coronó en el caos de Mónaco, en una carrera con siete abandonos y en la que Sebastian Vettel, con su segunda plaza –su compañero Mark Webber fue tercero–, amplió su ventaja como líder con 107 puntos por los 86 de Raikkonen, que tuvo que hacer una parada extra por un pinchazo y un choque con Checo Pérez y al menos pudo arañar un punto, y Fernando Alonso, muy discreto en su pilotaje y lastrado por el poco ritmo del F138 acabó séptimo y contabiliza 78.
Horas antes Rosberg había sufrido y celebrado el triunfo la quinta Champions del Bayern en Wembley y el piloto alemán sacó partido al fin de su tercera pole consecutiva. Su anterior victoria había sido el curso pasado en China y también partiendo desde la primera plaza. No estaba siendo una temporada fácil para Rosberg, que tuvo que abandonar en el estreno en Australia y precisamente en China, y estaba siendo superado por su nuevo compañero, Lewis Hamilton. Hasta Montmeló el alemán no había quedado por delante del británico –cuarto y 12º, respectivamente–. Hamilton rodaba segundo en Mónaco cuando Felipe Massa sufrió un aparatoso accidente otra vez en la curva de Sainte Devote, como el sábado, y tuvo que abandonar. Felipinho, que había hecho una buena progresión del 21º y saliendo del pit lane al 16º en el décimo giro, fue trasladado al hospital y desde Ferrari aseguraron que estaba bien. El parón benefició a Vettel, que le quitó el puesto a Hamilton entrando justo a cambiar neumáticos cuando salió el coche de seguridad. Webber se puso tercero y Hamilton bajó al cuarto puesto.