Revista Opinión
¡Volvió a Cuba para depositar su fragancia en la tierra cubana! Dicen que se ha ido cuando se queda en el alma de su nación. Y con la modestia de las más grandes dijo que "caía bien" ¡¿Y, cómo no?! cuando era la prestancia hecha artista total.
Mujer bella y mejor en la escena. Versátil como pocas, a quien los géneros musicales y bailables se le rindieron, y cubana hasta el tuétano aunque hubiera nacido en Nueva York y pudo vivir en México o cualquier otro lugar, pero tuvo patria y en ella es adorada. Así es y será.
Bienvenida Rosita, la Rosa de Cuba para la eternidad.