Rosó Buch, antes del partido de semifinales de Copa ante el Stadium Casablanca. Foto: Toni Delgado / Cronómetro de Récords.
“Las ganas y la ilusión no me dejan de acompañar. En mi cabeza vuelve a mandar mi confianza en el equipo, en mí, y en saber que todo vale la pena. ¡GRACIAS! Los sueños sólo mueren si muere el soñador”, reflexionaba Rosó Buch (Mataró, 1992), horas después de perder la final de la Copa de la Reina de Zaragoza ante el Perfumerías Avenida, en su cuenta de Instagram. Le quedó un texto motivacional de ésos que te remueven por dentro y es imposible no releer. Cuando reparó en la grada del Príncipe Felipe, la capitana del Uni Girona vio más allá de la oportunidad perdida, se sintió afortunada por tener cerca a sus padres y pareja, y a 300 aficionados del equipo. También por haber jugado un torneo así y dedicarse al oficio que le pone la piel de gallina. A Rosó Buch le entraron ganas de más retos. Semanas después, su equipo se quedó a medio suspiro de las semifinales de la Eurocup y ahora, tras volver a superar al Stadium Casablanca, esta vez por 44-57 en el Eduardo Lastrada, jugará su cuarta final consecutiva de la Liga Día. De nuevo, el rival será Perfumerías Avenida.
A 2m 35s, con 37-53 en el marcador, las cámaras de Teledeporte se detuvieron en el banquillo del Uni Girona, donde Rosó Buch sonreía mientras se recogía el pelo. Se sentía con el deber cumplido en una jornada repleta de errores de peso en ambos equipos: 20 pérdidas las locales por 23 de las visitantes, 32% y 43% en tiros de dos, 29% y 35% en triples... Durante gran parte del partido, Rosó Buch (10 puntos, 2/6 en tiros de dos y 2/5 en triples) fue la que más tiros acumulaba de su equipo. Algo muy extraño en una jugadora que anota, pero que, sobre todo, aporta muchos intangibles que no quedan reflejados en la estadística. La actuación en semifinales de la Liga Día de Rosó Buch se explica también por los gestos y caras de Pao Ferrari, la anotadora más regular del torneo en los últimos años. La paraguaya estuvo lejos de su versión habitual ante una Rosó Buch que minó su moral: esta vez le sacó sus dos primeras personales. Pao Ferrari (seis puntos) sólo tiró siete veces (0/6) y perdió 10 pelotas. La capitana del Uni Girona también le puso las cosas muy difíciles en el primer partido de la eliminatoria. “Nos conocimos en la temporada 13-14 y creo que no ha parado de crecer”, interviene Norberto de la Mata, jefe del CB Bembibre. Se para en el curso siguiente, cuando “quizá no era tan determinante y resolutiva en ataque, pero creció mucho en defensa. Empezó a hacer esas cosas que no se ven en las estadísticas y que son tan valiosas para los entrenadores. En los últimos años ha encontrado una estabilidad en su aportación ofensiva y está mentalmente más preparada para jugar de base”. Coincidir una temporada con Noemí Jordana le sirvió de máster en la posición y también para aprender a ser una buena capitana. “Cuando estoy en la pisa disfrutando, me salen las cosas solas”, confesó hace días en Teledeporte Rosó Buch, que esta vez compareció con cinco puntos (9-12 a los 7m 43s). “Tiene todo lo que pasa en la pista en la cabeza, todo, y lo procesa súper rápido, lo que hace que siempre se avance. Además, tiene talento para aplicar la solución y 'matarte'. Es cabeza y nivel, pero juega con el corazón”, la define Àngel Gil, comentarista de los partidos del Bàsquet Femení Sant Adrià en Canal FEB y copresentador de Zona Lila, de Ràdio La Mina. Rosó Buch da juego en la pista, donde se entiende casi a la perfección con Nadia Colhado (12 puntos y otros tantos rebotes). Son una de las parejas más resolutivas de la Liga. A la capitana le falta más regularidad. También algo más de fortuna en algunos tiros calientes, cuando a veces parece pensar antes en anotar que en tomar una buena selección de lanzamiento. Pero se le nota más madura y segura en la cancha sin perder su esencia. Ésa que también muestra fuera. Incluso se inventó con Laura Roig una especie de baile para calentar que ha acabado imitando GiUNIns. El grupo de animación del Uni Girona le regaló hace unas semanas una camiseta a la capitana. “Si encuentras una persona que pueda hablar mal de Rosó Buch, te invito a una cena”, advierte Antonio Garcia. “Creo que es un ejemplo de que si trabajas duro,llegarás lejos. Empezó desde abajo y, poco a poco, subió a estar entre las mejores de la Liga. Sólo con trabajo. Llegará lejos”, describe Juanma Sánchez, de Al Ritmo del Aro. “Rosó Buch es alegría, ilusión y mucho trabajo. Todavía me acuerdo del primer año de sénior. Los lunes íbamos a los entrenamientos opcionales en el Palau Josep Mora y hacíamos tecnificación con Albert Illa. Está claro que si ha llegado donde está, no es casualidad”, expone Marta Claret, ala-pívot del Bàsquet Femení Sant Adrià y con quien coincidió en la UE Mataró. “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño, una realidad”, escribió Antoine de Saint-Exupéry, el autor de El Principito. Bien podría ser una frase de Rosó Buch, una adicta a los sueños.