Revista Salud y Bienestar

Rotando en Oncología

Por Criscondediaz
Durante los meses de enero y febrero estuve rotando por el servicio de Oncología de mi hospital.Durante esta rotación, básicamente tienes que aprender el manejo de síntomas y de las urgencias oncológicas:
  • Toxicidades hematológicas. La estrella es la neutropenia febril, que normalmente suelen ser de bajo riesgo y pueden manejarse de forma ambulatoria con antibioticoterapia profiláctica (o terapéutica si tenemos foco) y estimulantes de colonias (en caso necesario).
  • Compresión medular. Ésta sí que es una verdadera urgencia. Tenemos que actuar muy rápido para aumentar las posibilidades de recuperación del déficit neurológico (sensitivo, motor, autonómico, o todos a la vez).
  • Dolor. El dolor oncológico es otra de las entidades estrella en el manejo de pacientes oncológicos. En general, suele ser tan sencillo como identificar el tipo de dolor y progresar en función de la escalera analgésica de la OMS. Hay que perderle el miedo a los opiáceos, ya que, si se usan bien, no tienen por qué ocasionar complicaciones.
  • Disnea. Un síntoma frecuente en paciente con cáncer de pulmón, que, además, suelen haber sido fumadores y tener EPOC. Lo más frecuente es que la disnea sea secundaria a una infección respiratoria. Por si no teníamos suficiente, esta infección también nos puede descompensar cardiológicamente y podemos encontrarnos con pacientes con cierto componente de insuficiencia cardiaca o con fibrilación auricular rápida. En estos casos tendremos que combinar broncodilatadores, diuréticos y/o frenadores según precise nuestro paciente. Hay que prestar atención especial al tromboembolismo pulmonar, ya que en pacientes oncológicos puede que no se presente de la forma típica. Sin duda, en el caso de la disnea podremos plantearnos un gran diagnóstico diferencial.
  • Obstrucción intestinal. Es una complicación frecuente en paciente con cáncer de colon, ya que el tumor suele ir ocupando la luz intestinal, dificultando el paso de las heces. En este caso, hay que valorar la indicación quirúrgica. En ocasiones, esta obstrucción es secundaria a los implantes peritoneales del tumor, es decir, el tumor metastatiza a peritoneo y se formas focos de obstrucción. Debido a este carácter multifocal, el tratamiento es mucho más difícil y, en general, no suele tener buen pronóstico.
  • Vómitos. Suelen ser secundarios a los tratamientos quimio-radioterápicos. Normalmente, los pacientes suelen llevar un pretratamiento antiemético, así que no es frecuente ver este síntoma.

Es importante aprender a manejar los síntomas en el paciente oncológico, ya que supone una buena parte de las llamadas durante las guardias. En general, las urgencias oncológicas se suelen manejar en Urgencias y en la planta ves la evolución, salvo excepciones.
Por otra parte, es importante saber que los pacientes oncológicos también pueden tener patologías habituales que nada tengan que ver con su tumor. Es decir, pueden tener cólicos biliares, infecciones respiratorias y urinarias (sin estar neutropénicos)… Gran parte de todo lo que les pasa es debido a su tumor o a los tratamientos; pero no siempre.
En la última semana de mi rotación hice una sesión de revisión sobre síndromes paraneoplásicos cutáneos, es decir, lesiones cutáneas que deben hacernos pensar que pueda haber un tumor maligno. En general, son entidades muy poco frecuentes y, además, también pueden aparecer sin que haya nada maligno circulando por el cuerpo.

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