Recorriendo el sur de Alemania llegamos a una ciudad que teníamos muchas ganas de ver ya que nos habían dicho que eran de los más bonitos de la zona. Ciudad del distrito de Ansbach en el Estado federado de Baviera, Alemania. Hoy en día es una atracción turística de fama mundial por su bien conservado centro medieval. Cuando el el S.XIII el rey Conrad III trasladó su corte a Rothenburg, la ciudad empezo a ponerse guapa. Altstadt es un barrio de aquella época, una joya medieval con calles adoquinadas y con una gran muralla que daba la vuelta a la ciudad con vistas al valle del Tauber desde sus 12 torres unidas.
Aparcamos el coche en unos de los parking que hay alrededor de la muralla medieval. Había estado lloviendo y con suerte cuando llegamos a la entrada nos dio un respiro, por prevención nos llevamos los paraguas y pusimos las capelinas a los niños.
Lo primero que observamos fue lo bien conservada que se haya la muralla y los torreones. No llevo a la época medieval de ciudades amuralladas, castillos, calles empedradas, juglares y caballeros.
El nombre de la ciudad se lo debe al río Tauber que lo cruza. Es un pueblo adoquinado, muy tranquilo, más grande de lo que parece a simple vista. Para llegar al Ayuntamiento, situado en la plaza del Mercado, hay que subir por una empinada cuesta llena de tiendas de recuerdos.
A mitad de camino no encontramos con en Plönlein, el lugar más fotogenico y fotografiado de Rothenburg. Este bonito cruce, con la Sieber-Tower a la izquierda y la Kobolzeller-Tower a la derecha, es la estampa mas bonita que vimos en todo el pueblo.
En la Plaza del Mercado, con el Ayuntamiento, esta la fuente de Herterich, con la casa del arquitecto, la taberna de los concejales. Es ahí, en la taberna de los concejales, donde se encuentra el reloj del pueblo y donde actua un peculiar carrillón. De dos ventanas salen dos figuras que escenifican " el sorbo maestro" .Cuenta la leyenda que durante la Guerra de los 30 años Tilly tomó la ciudad. Al día siguiente el bodeguero le sirvió una jarra de 3 litros de fuerte vino de franconia. El general, dijo que si algún concejal era capaz de beber de un trago la jarra otorgaría gracia a la ciudad. El alcalde Nusch lo consigue y salva a la ciudad. La escena es recreada por el carrillón. El alcalde Nusch en una ventana bebiéndose la jarra y el general Tilly en la otra observando. En una esquina de dicha plaza se encuentra una Farmacia antigua, cuyo edificio tiene el nombre de Jagstheimer Haus .
La fuente más bonita se haya en esta en la plaza. Es la fuente de Herrngasse. Sobre el 1400 dirigieron el agua de un manantial a la fuente. Esta situada en un rincón donde se haya una farmacia y una casa medieval.
Una de las cosas que no hay que perderse en esta ciudad es el Museo de navidad de Käthe Wohlfahrt, que se encuentra en la céntrica Calle de los Patricios. Es una tienda donde la navidad es perpetua, donde puedes encontrar miles de detalles navideños a módicos precios donde la belleza resalta por encima de todo. Los niños disfrutaron mucho y nosotros aún más. Lo malo es que dentro de la tienda está prohibido hacer fotos y vídeo. Si os gustan los juguetes artesanales hechos de madera quedareis encantados de la cantidad de objetos perfectamente trabajados que encontrareis.
Continuamos recorriendo la zona adoquinada hasta que dimos con un restaurante de pasta que tenia muy buena pinta. Los niños encantados ya que son forofos de la pasta, así que completamos nuestra visita dándonos un festín de rica pasta.
Así dimos por terminado nuestro paseo por Rothenburg ob der Tauber, una ciudad pequeña con una fama muy grande. En ningún otro sitio la Edad Media ha permanecido presente como aquí.
Consejos e información práctica
- Para viajar a Rothenburg ob der Tauber basta con DNI o Pasaport
- Idioma: Aleman
- Moneda : Euro
- El tipo de enchufe es el mismo que tenemos en España.
- Está prohibida la entrada de vehículos de más de 2.85m en el casco antiguo para ello existen parkings alrededor de la ciudad amurallada. Rothenburg es popular entre los grandes grupos de turistas que vienen en autobuses, especialmente en el verano. Por lo tanto, se aconseja que se vea la ciudad por la mañana o por la tarde, cuando las multitudes de autobuses no están allí. Conducir es innecesario y a veces imposible; lo mejor es aparcar el coche fuera de las antiguas murallas de la ciudad y pasear.
- Si se va en coche tiene que tomar la autopista A 7 y la salida 108. A partir de ahí Rothenburg está bien marcado a través de Ansbacher Straße.
- La visita al casco antiguo se puede realizar perfectamente andando en pocas calles, generalmente por una calle central que te llevara a la plaza del ayuntamiento y le puede llevar 15 minutos.
- Se ofrecen dos recorridos a pie. Ambas excursiones son en Inglés, cuestan 6 €, y salen desde la Plaza del Mercado.
- Para comer recomiendan:
n edificio de 1.100 años de edad, un local muy animado donde se come buena cocina tradicional
Baumeisterhaus (Obere Schmiedgasse 3) justo al sur de Marktplatz, alojado en una residencia de estilo renacentista construido en 1596 por el maestro constructor. Los platos principales € 12- € 22.
Louvre (Klingengasse 15) Restaurante japones muy bueno. Los platos principales € 25- € 28; precio fijo menú de € 49- € 85.
Ratsstube (Marktplatz 6) Un verdadero ambiente de taberna. Los platos principales € 10- € 15. Tipico alemán
- Los hoteles que llevábamos recomendados eran:
Gasthof Goldener Greifen (Obere Schmiedgasse 5) justo al sur de Marktplatz. Antigua casa de Bürgermeister Toppler (1406)
Pension Gundel a 7 km al sur de Rothenburg en el pueblo de Lohr.
- Oficina de Turismo de Rothenburg. Marktplatz 2. 91541. Teléfono +49 9861 404-800 donde las principales atracciones son:
- La plaza del mercado (Marktplatz)
- Torre del ayuntamiento (Rathausturm)
- El Museo del crimen y las ejecuciones medievales (Kriminalmuseum)
- El Muro de la Ciudad que rodea la ciudad.
- Iglesia de San Jacobo (San Jakobskirche)
- Museo de navidad de Käthe Wohlfahrt