En una entrevista con Bloomberg Television, Nouriel Roubini señaló que el terremoto de Japón se produce en el "peor momento" para esta economía que se esfuerza por reducir su déficit presupuestario.
Esto es sin duda lo peor que puede suceder en Japón y en el peor momento. No habrá estímulos fiscales para la reconstrucción de Japón, porque Japón ya tiene un déficit presupuestario del 10 por ciento del producto interno bruto y además lo perjudica el envejecimiento de la población".En el corto plazo, cuando se tiene un colapso de esta magnitud se tiende a producir un debilitamiento de la actividad económica. Se produce una desaceleración de la producción pero con el tiempo, si hay un estímulo fiscal abundante, puede haber una recuperación económica en el corto plazo. Los efectos negativos de caracter inmediato son producto de la fuerte destrucción de riqueza. Japón deberá aumentar su déficit y conseguir mayor endeudamiento para poder enfrentar esta nueva crisis que le ha deparado la naturaleza.
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