Es la primera vez en la historia que el jefe de Estado sede de una Copa del Mundo no ofrece un discurso de bienvenida. Y es que las protestas sociales en Brasil han desgastado a tal grado la imagen de su presidenta, Dilma Rousseff, que escucharla decir unas palabras junto con Joseph Blatter en la ceremonia de inauguración de Brasil 2014 hubiera servido únicamente para recibir un abucheo sonoro del público.
Pero ni siquiera eso la salvó, y es que reportes de la prensa brasileña (además de lo visto por televisión), informan que un importante sector de los aficionados presentes en el Arena Corinthians para el duelo entre Brasil y Croacia, lanzaron consignas fuertes y ofensivas contra Rousseff. Primero, cuando se instaló en el palco principal del estadio, junto con el mandamás de la FIFA y otros jefes de Estado, además del Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon. El segundo momento crítico fue después de la entonación del himno nacional brasileño; las consignas contra la presidenta volvieron a escucharse.
Y finalmente, aunque parecía que la victoria de Brasil 3-1 sobre Croacia le daría un respiro, Dilma Rousseff recibió un sonoro abucheo cuando, luego del segundo gol de Neymar, la jefa de Estado apareció en las pantallas del estadio festejando la anotación de la ‘Verdeamarelha’. Los aficionados que la vieron inmediatamente reaccionaron de manera negativa.
Apenas el año pasado, Rousseff también fue abucheada por la afición de su país, durante su discurso de apertura de la Copa Confederaciones. Joseph Blatter, quien pidió respeto por la Presidenta Rousseff, recibió a su vez una ronda de recriminaciones de la afición.
Dilma Rousseff y el gobierno brasileño han sido criticados por los altos gastos realizados para la organización de la Copa Mundial de la FIFA, organismo que tampoco se ha salvado de los ataques de los brasileños y en otras partes del mundo. Un sector de la población local pide mejoras en el transporte y educación, en vez de los gastos que implica este mega evento, al que además le seguirán los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, en 2016.