En el año 76, Roxy Music editan su álbum en directo.
Era lo normal en aquellos años, y aún hoy también lo es, que un grupo plastifique lo que son capaces de hacer, y metiendo lo más grandado de su repertorio.
Grabado en diferentes sitios, tres concretamente, Bryan Ferry y compañía que eran muy buenos en directo y que su sonido estupendo no era fruto del estudio, sino de ellos mismos.
Un Bryan en plenas facultades vocales deja claro que puede que su voz no sea espectacular, pero sí que la sabe adaptar como pocos a las circunstancias que cada tema le pide.
El sonido es buenísimo para la época. Es más, me atrevería a decir que la mayoría de los temas, si les quitanlos aplausos, y nos dicen que son hechos en un estudio, seguro que no diríamos que no.
Es curioso que es un disco donde no recoge sus hits en formato single, algo que a priori, sería lo normal y parece que más efectivo a la hora de las ventas.
Los hay, como fueron Pyjamarama o Do The Strand, pero hay temas como The Bogus Man que siendo magníficos, son la parte más progresiva del grupo.
Aunque por otro lado, también nos hacemos una idea de la versatilidad del grupo, además de dejar plasmado que sabían hacer directos de calidad.
Vamos, que aún siendo famosos en su momento, no optaron por la vía más inmediata.
Asi puede que dejasena todos los fans del grupo contentos. A los de los singles y a los que les gustaba su sonido más Art Rock.
Buenos coros femeninos a cargo de The Sirens que arropan a Bryan de manera magnífica.
La verdad es que uno de los discos que menos he puesto en mi reproductor del grupo, pero no dejo de recoocer que está muy bien.
Roxy demostrando que sabían hacer y dar espectáculo en directo, sin necesidad de un estudio.
La producción de Chris Thomas es para que le miren muchos actualmente.
No será la mejor de la historia, pero eso, es para escucharla detenidamente.