Revista Empresa
El otro día visité a un responsable de formación de una gran empresa y me sorprendió bastante lo que me dijo. Sus profesionales durante muchos años habían recibido tanta formación y tan similar que estos ya estaban desmotivados y cansados de asistir a los cursos. Algunos incluso iban el primer día al taller y al ver que era más de lo mismo no volvían a presentarse, con lo que el consultor encargado de la impartición empezada el taller con doce participantes y terminaba con tres o cuatro como mucho. Esto suele ocurrir cuando se ofrece formación indiscriminada a los profesionales sin ligar sus competencias a la estrategia de la organización. A lo que quiero llegar con este ejemplo es a la importancia de la detección de necesidades formativas por parte del departamento de formación o RRHH. Pero no me refiero a la detección de necesidades de ir preguntando a los mandos intermedios que formación necesitan sus equipos sino a una detección orientada al plan estratégico, al plan director y estudiando los input de la evaluación del desempeño y el estudio de clima. Los departamentos de RRHH deben dominar perfectamente la estrategia y los objetivos de la compañía, tienen que conocer en qué momento de mercado se encuentra la organización y ser ellos quien decidan la formación que se tiene que ofrecer por área de negocio, para que esta formación este en consonancia con dicha estrategia. Como comenté en mi post "¿Cómo puede ayudar RRHH a la Red Comercial?", el departamento de RRHH tiene que ser un aliado de las otras áreas de negocio, tiene que conseguir estar en el comité de dirección para involucrarse en la estrategia e intentar canalizarla en la medida en que le sea posible al resto de la organización, y para lograrlo no hay que olvidar a quien servimos: a su majestad la estrategia.