Nodo de información y su movimiento en redes
Responsabilidad Social Corporativa y Branding es una apuesta segura para conseguir un éxito sólido que se alarga el tiempo, alejado de la escala competitiva donde las estructuras que solo contempla la estrategia de influir, lo único que consiguen el éxito y la fidelización, hasta donde dura la oferta.Las formas de construcción de la estrategia que solo busca influir se establecen en un movimiento lineal que coloca todo el tejido empresarial de forma tal, que no hay opción a la interacción veraz.
La búsqueda exclusiva del objetivo de lograr influir llena stock de productos y servicios en grandes cantidades que, cumpliendo parámetros simples de calidad y excelencia, son lanzados a un mercado, al que se necesita convencer de la necesidad que lleva a su uso para movilizar al consumo. La producción, la distribución y los puntos de venta son convertidos en la parte más lejana a las juntas directivas, que solo acceden a la información generada en todos estos puntos, a través de informes realizados, con más o menos aciertos, que, a su vez, se convierten en canales de una comunicación, más o menos, transmisoras de la información real que allí sucede. La lejanía que la Imagen Corporativa ha conseguido mantener desde el punto de encuentro hasta la junta directiva es lo suficientemente amplia como para haber dado la sensación de control sobre la situación pero la realidad, es que en todos esos puntos se ha estado viviendo una transformación que dificulta en extremo el cambio de estructuras que han de implantar en sus tejidos los diseños de Responsabilidad Social Corporativa y su diseño de Branding y que además, contabilizará más fracasos de Marketing a medida que avance el tiempo.
La transformación en los puntos de encuentro donde nunca está presente la Imagen Corporativa han pasado por varios estadios, allí se pudo apreciar una devolución negativa de protesta que conseguía ser aislada por la emocionalidad que la provocaba. De la protesta, se pasó a un estado donde el consumidor fue capaz de explicar y dar soluciones reales a una estructura que aún no estaba dispuesta a escuchar de forma real y que aún mantiene la única intencionalidad de escuchar, con una sonrisa cortés, pero solo hasta donde puede volver a incrustar el discurso único y repetitivo de la Voz Corporativa. Y desde hace, un corto espacio de tiempo, el punto de encuentro con el consumidor, no solo obtiene quejas y aportación de soluciones, ahora el consumidor manifiesta abiertamente su descontento ante la frialdad de la corporación, sigue ofreciendo soluciones y es totalmente capaz de informar que se ha constituido en una comunidad que puede satisfacer la demanda, alejado del modelo de negocio que nunca le escuchó.
El consumidor ha pasado de comunicarse desde un estado modo protesta, a manifestar un estado irónico que puede dar soluciones reales que, en estos momentos, ya están construyendo un estado organizativo por comunidades que los modelos de negocio tradicionales no podrán controlar y ni siquiera convivir con el, de ninguna manera. El concepto de redes comunitarias, dibuja una estructura, que habiéndose probado en la nube con todo éxito, pasa a comunidades que son capaces de organizarse al margen de un mercado que siempre vivió de espaldas a la realidad que estaba desarrollándose y comunicándose en todos los puntos de encuentro que nunca atendió correctamente.
Si hay un reto a asumir por los diferentes modelos de negocio que nacieron en una Era Industrial que está siendo engullida por una Era de la Información es la de convertirse en miembros influyentes de las comunidades donde viven. Encontrar la forma de superar ese reto es la apuesta más garantizada que tienen para permanecer en un mercado que ya se mueve a un ritmo que nunca fue previsto por la Imagen Corporativa y que, sin embargo, fue provocado por ella en un intento, cada vez más vano, de alejar a sus cúpulas directivas de la realidad en la que estaban viviendo, totalmente creída de que su discurso para influir sería el arma y la herramienta perfecta.