Rubalcaba no será suficiente

Ante todo, debo reconocer mi admiración por Rubalcaba. Creo que es un político inteligente y astuto, extremadamente experto en las lides de gobierno y, a diferencia de casi todos los demás, se le entiende alto y claro cuando habla.Sin embargo, no le reconozco la capacidad de realizar milagros.

Imagen de Alfredo Pérez Rubalcaba, extraída de su Conferencia de Prensa
de hoy en la sede del PSOE en Ferraz
(Fuente: Público)

La debacle electoral del PSOE ha sido de tal magnitud, que ha revelado la pérdida de confianza de una buena parte de su electorado habitual. Perder dos millones de votos es una enormidad. Y, como ya puse de manifiesto, para mí la única solución con recorrido que podía tomar el PSOE era convocar un Congreso (ordinario o extraordinario), que llevara a nombrar un nuevo Secretario General y luego un candidato, que removiera las ideas y generara ilusión en un nuevo proyecto. En los militantes y en la ciudadanía.Pero esta opción requeriría que Zapatero presentara la dimisión como Secretario General del Partido, y claramente ha demostrado no estar dispuesto a hacerlo ahora. Bueno, aceptemos que para mantener la estabilidad del Gobierno, bla, bla, bla. Francamente, creo que podría haberse abordado una reforma en profundidad (Congreso,...) sin necesariamente desestabilizar al Gobierno.En esas condiciones, parece claro que la mejor solución en el corto plazo, para recuperar la confianza de sus electores cautivos (léase militantes y pocos más), es Rubalcaba. Está rodado, lleva ya tiempo en el Gobierno junto a Zapatero y ocupa actualmente el número dos del Ejecutivo, y seguramente es el único que puede, sin más bagajes, limitar los daños del PSOE en las Elecciones de 2012. Pero es imposible que pueda conseguir ganarlas. Saldrá de ellas en la oposición, y posiblemente el Partido habrá quemado a uno de sus activos más valiosos. Hay que entender también que, posiblemente, Rubalcaba no puede tener mucho más recorrido, dada su edad y su inevitable asociación con el socialismo de la época de Felipe.En Abril de 2012 habrá terminado su labor en el Partido. Posiblemente consiga que la pérdida no sea una hecatombe, pero ahí habrá acabado su recorrido. Deberá dejar paso entonces a un Congreso, a nuevos candidatos, a nuevas caras, que lancen la operación de travesía del desierto. Mientras tanto, habrá prestado su último (y mejor) servicio a Zapatero: permitirle seguir adelante con su labor de Gobierno, sin preocuparse en exceso de la retaguardia en el PSOE, que Rubalcaba controlará con mano de hierro, desde su posición de candidato.Para el PSOE se retrasa un año la solución definitiva de futuro para los próximos ocho años, que seguramente es lo mínimo que tardará el PSOE en estar en condiciones de volver a La Moncloa.Para el Partido posiblemente sea una buena solución de continuidad, aun siendo temporal, pero creo que para los no militantes, incluso siendo votantes bastante habituales del PSOE, no será suficiente para revalidar el Gobierno. El electorado (salvo los muy próximos) ve la aclamación a Rubalcaba como un nuevo ejercicio de endogamia política, como la mejor demostración de que ni Zapatero ni el PSOE han entendido con claridad el mensaje diáfano enviado por los ciudadanos desde las urnas.Sólo me queda desearle a Rubalcaba la mejor de las suertes (que faltá le hará) en las nuevas labores a las que ahora deberá enfrentarse. Tiene capacidades y callo para tirar adelante de ese carro.Pero sólo un milagro podría llevarle a La Moncloa.JMBA