Revista Cine

Rubí

Publicado el 15 marzo 2011 por Carlota
RubíQue bonito nombre, Gwendolyn. Que bonito nombre Gideon. Londres actual, dos familias ricas con un pasado oculto, secretos y de golpe todo lo que creían resulta ser mentira, jajajajajaja, la persona menos indicada es quien les tiene que sacar las castañas del fuego, Gwen (no Stefani), que no sabe nada de nada, que lo que mas le gusta es pasarse las tardes en casa de su amiga Lesly viendo DVDs o en la suya buscando pasadizos secretos. Que harías si puedieses viajar en el tiempo?, que harías si no puedes controlar dónde?, que harías si ni siquiera te puedes llevar el móvil?, que harías si un chaval de tu edad y que está cañón te tiene que acompañar? Gwendolyn lo tiene bastante (que no del todo) claro, se va con Gideon dónde sea y que su prima Charlotte se lo tome como pueda. Es una historia que me ha divertido mucho, me la e leído en catalán (voy variando) y aunque hay palabras muy gordas (de diccionario) me he reído mucho, hacía tiempo que un libro no me enganchaba de tal manera, creo que en tres días lo he terminado! Es divertido aunque un poco lioso con los lazos de sangre... ya que las dos familias protagonistas se van entrelazando en algunos puntos y ya no sabes quien es tío, bisabuelo, tataranieto o que, pero aún así tampoco es necesario aprendérselo. El tema es curioso, los viajes en el tiempo, aunque sólo hacia atrás y nunca a una época en la que la persona viajera estuviera viva; y digo curioso porque puede que hayas viajado a 1925 para hablar con alguien y te diga que en 1920 ya había hablado, cuando tu todavía no lo has hecho y es algo interesante ver como se plantean estas situaciones. Gwendolyn tiene que cambiar su vida de una noche a la mañana ya que en un principio ella no tenía que viajar en el tiempo y si su prima Charlotte a la que han educado en maneras, idiomas y demás secretos para poder viajar, menudo shock para todos cuando Gwen desaparece en medio de la calle y ni ella sabe a que año a ido a parar. Una cosa que me sorprendió y me hizo ilusión (que tonta...) fue que nombraron a Ramón Llull como miembro de la sociedad secreta que controla todo lo de los viajes a través del tiempo, una tontería, lo se... pero es que me ilusiono con cualquier cosa. Ahora se me han vuelto a despertar las ganas de ir a Londres (juas juas, nunca se fueron!!) y visitar algunos de los lugares que nombran, como el super colegio pijo, el callejón donde esta el cuartel de la sociedad secreta, unos jardines que te los pintan como los mas bonitos del mundo... aix... Londres querido...
Ahora me muero por leer la segunda parte, Zafiro, aunque no la tengo pero caerá uno de estos días, jiji.

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