En un monstruo se convirtieron la redes sociales por la imprudencia de Rubí, la quinceañera más famosa y de su familia. Este es un ejemplo del mal uso de las redes sociales. Pero a eso se suma a una familia que no pudo manejar la presión de las redes sociales y de la prensa. Unos padres molestos y una quinceañera que lo menos que hizo fue disfrutar su día, fue el resultado de la imprudencia cometida
Pero lo peor es que este quinceañero fue marcado por la muerte y por los incidentes que ocurrieron. Una quinceañera que se fue temprano y se retiró del caos que su familia causó. Este caso dejó muy claro que las redes sociales tienen poder, que este poder mal utilizado tiene sus consecuencias. Cuando no estamos preparados para asumir la responsabilidad de realizar un anuncio de invitación publica a una fiesta “No lo haga”
Lo que no podemos pasar por alto es que esta familia si estaba buscando fama la encontró pero poniendo en riesgo su seguridad y arruinando ese momento especial de la quinceañera, solo hay que ver las fotos y videos para ver tristeza y molestia. ¿Qué estaban pensando? La realidad es que o lo hicieron por ignorancia, fama y reconocimiento. Si querían que su hija fuera la quinceañera más famosa lo lograron, pero también lograron que fuera la quinceañera más triste y molesta. Un día que debió ser de amigos y familiares se convirtió en un caos que los que pudimos verlo hasta la misa fue una atropellada por la prensa.
Lo peor es que los padres de Rubí utilizaron la gran fama que adquirieron para públicamente pedir que votaran un candidato de Saltillo lugar donde residen. Esto aunque ha causado muchas molestias y críticas no deja de ser parte de un plan trazado por esta familia. No les ha bastado con ridiculizar a su hija Rubí si no que han utilizado los medios para sus propios intereses. Ahora solo quedan los memes.