La rúcula es similar en apariencia al berro, y pertenece a la familia de las crucíferas, la familia de la coliflor, el brócoli, las coles, etc. La rúcula pasó de ser considerada una mala hierba a ser parte de las altas cocinas, usándose tanto sus hojas como sus tallos, esas hojas redondeadas que colorean cualquier plato.
Esta planta se puede comer tanto cruda como cocida, por ejemplo en una ensalada se puede añadir con sus tallos, aunque también se puede añadir a platos calientes pero en esta ocasión solo las hojas, se utilizan en pastas, arroces, pizzas y además convierte al famosos pesto italiano, en pesto de rúcula que se puede hacer con un manojo de rúcula, media cucharada de sal gruesa, un chorro de aceite de oliva y pimienta molida, si es recién molida mejor.
Además de los usos culinarios, esta planta se puede usar como remedio natural, puede ser afrodisiaca por ser una planta silvestre, en otros casos como la mala digestión puede ayudar a incitar las secreciones digestivas por ser amarga y ligeramente picante a la vez, además sus propiedades ayudan a bajar el colesterol. Por otro lado estas mismas propiedades ayudan a las dietas antiestrés, porque entre todos esos alimentos que la componen, impulsan la liberación de serotonina, que favorece al buen ánimo y beneficia al dormir bien.
Entre sus propiedades nos podemos encontrar con diversas sustancias, nutrientes y otros, como son el ácido fólico, la vitamina B, la vitamina C, la vitamina K que ayuda a evitar algunos problemas cardiovasculares así como la absorción del calcio que contiene la rúcula; contiene además minerales básicos como el potasio, fósforo y manganeso; su contenido en glucosinato ayuda a evitar ciertos tipos de cáncer como son el de páncreas o el cáncer de mama, así como la vitamina A junto a los flavonoides que ayudan en otros tipos como son el cáncer de pulmón o el cáncer de piel; beneficia en la regulación del nivel de azúcar; tiene un alto poder desintoxicante y f avorece el cuidado de nuestra vista por su contenido en carotenoides.