Rudy, en una acción del partido - ACB Photo.
Se fue con un discurso conmovedor y difícil de escuchar en estos tiempos: “El dinero no es lo importante. Me importa cumplir un sueño y poder estar compitiendo con los mejores jugadores del mundo”. Hace ya casi cuatro años y medio que Rudy Fernández (Palma de Mallorca, 1985) pronunció aquellas palabras en Badalona para despedirse de la Penya y anunciar su marcha a la NBA justo el día que se anunciaba a Aíto, el que había sido su gran valedor, como nuevo entrenador de la selección española. Desde entonces los caminos de Rudy, con tres cursos en Portland y parte de otro en Denver. El curso pasado el jugador fichó por el Madrid aprovechando el cierre patronal en la Liga estadounidense, pero no coincidió con el Joventut, con el que se encontró en el Palacio de Deportes y al que apartó de la Copa con 15 puntos. Rudy, que congenia de maravilla con Sergio Rodríguez, puso la última canasta de un Madrid que ganó 88-77 y se aseguró el título honorífico de campeón de invierno por su gran regularidad: 15 victorias en 16 partidos.
El mate de espaldas de Rudy que no le gustó nada a Ehambe, que le pidió explicaciones por su ocurrencia. Quizás pensó el jugador de la Penya era una falta de respeto a su equipo, que tuvo un papel muy meritorio en la visita al líder, ante el que llegó a perder por 49-31 en el inicio del tercer cuarto, después de un final fabuloso del Madrid antes del descanso, con los triples de Sergio Rodríguez (13 puntos y siete asistencias; seis repartió Suárez) y Carroll, el oficio de Felipe Reyes y el músculo de Slaughter. Pero al contrario de cuanto les sucedió en sus últimos desplazamientos, los visitantes no se descompusieron, sino como les había sucedido en sus últimas visitas y con el desparpajo de Fisher y la polivalencia de Gaffney fueron reduciendo las diferencias, por más que Draper tratase de impedirlo. Varias veces se puso a siete puntos la Penya y a ocho (75-67 a 3m 10s) se acercó con un triple del incombustible Oliver, pero el Madrid, muy entero y seguro pese a contar con una versión reducida de Llull (sólo dos puntos), supo cerrar el partido con las últimas pinceladas de Rudy y Sergio Rodríguez. MADRID 88 (16+27+20+25): Draper (10), Llull (2), Rudy (15), Slaughter (7) y Hettsheimeir (8) -quinteto inicial-, Reyes (10), Carlos Suárez (2), Sergio Rodríguez (13), Mirotic (9), Carroll (10) y Begic (2). PENYA 77 (15+16+25+21): Corey Fisher (12), Quezada (10), Gaffney (13), Tomás (4) y Kuzmic (6) -quinteto inicial-, Oliver (10), Savané (6), Llovet (3), Ehambe (7), Ventura (6) y Trias (0). Árbitros: Pérez Pérez, Perea y Rial.