Por encima de las limitaciones de la comparación (recorridos, rivales, materiales, alimentación, etc), el belga Eddy Merckx probablemente ha sido el mejor ciclista de la historia, o, lo que es lo mismo, el mejor atleta de fondo. Nunca se ha dado en un deportista una conjunción tan demoledora de obsesividad, ambición y talento. Su superioridad era tan irritante que convertía las pruebas en que participaba en un desanimante monólogo. Sólo corrió una vez la Vuelta a España, en el año 1973, un episodio más de su pelea con Ocaña. Simón Rufo (Madrid, 1943), periodista de AS, cubrió la carrera. Este libro recopila las crónicas que escribió día a día. Artículos, entrevistas y piezas breves (firmadas por Lomana) configuran una amplia cobertura que transmite con fidelidad el día a día de la carrera y lo que se cuece en el pelotón. Rufo domina la cuestión y tiene oficio. Cuenta bien qué está pasando y no descuida el perfil de los protagonistas y dar contexto a los elementos puramente deportivos.
Con este libro sigue Gallo Nero recuperando trabajos periodísticos en torno al ciclismo profesional. Ya leímos el Giro del 43 (Bartali-Coppi) contado por Buzzati y el Tour del 52 (con idénticos protagonistas) relatado por Fossati. El que nos ocupa es algo inferior. Esa Vuelta en particular fue especialmente aburrida por la ausencia prácticamente total de montaña. Casi todo se queda en el recuento de bonificaciones que iba sumando el belga y en insistir en el pavor paralizante que anulaba a sus contrarios. Más de cuarenta años después ni los más aficionados recuerdan a la mayoría de los intervinientes y resulta excesivo el detalle de los comentarios. Rufo es básicamente descriptivo y aporta poco valor añadido que trascienda los años. No es Fossati ni, mucho menos, Buzzatti. Con todo, un buen aficionado leerá con agrado estas crónicas.