Tengo un cariño especial por el año 71, cuando nací. Era febrero, llovía y mi madre estaba en Tarragona. Gales ganó el Cinco Naciones, así lo escribe Phil Blakeway y así lo podéis ver en estos maravillosos videos.
Los Barry John, Edwards, JPR Williams, Gerald Davies, Taylor, Merwyn Davies y demás, en partido de V Naciones de 1971, el año del primer Grand Slam de la década prodigiosa (luego vendrían los de 1976 y 1978 y tres Triples Coronas en 1977 y 1979, sin contar con que en 1972 por los acontecimientos en Irlanda, el Torneo se suspendió). Además, el juego de los escoceses no desmerece aunque tuvieran que rendir Murrayfield, con el resultado más ajustado y después de remontar merced a ese ensayo prodigioso de Gerald Davies, y la mejor conversión desde San Pablo, como dicen en las Islas, lograda por el inefable flanker John Taylor. Derrotaron allí a un muy buen equipo escocés, con otro tercera pateador, Brown, y jugadores tan cabales como Sandy Carmichael, el pilier o el otro Brown, el segunda línea Gordon "The broon frae Troon", con dicción a la escocesa. Destellos todos de una galaxia ya muy lejana. Ni comparación con la mecánica y estéril empresa rugbística de la primera década del siglo XXI. Asqueados deben estar al conocer los sucesos del otro lado del Severn: lo del Bath y los 'Quins.
Hablando de ingleses, en Twickeham doblaron las rodillas ante los del Principado de esa añada. Aquí queda constancia, como casi siempre con la voz de Bill McLaren. Ni los Duckham ni los Pullin pudieron con los magos del Oeste.
Pues sí, ante el panorama que se avecina, nos damos a la nostalgia. Así que sigamos con los Diablos Rojos de 1971. Hoy en su partido frente a Irlanda, en Cardiff. El partido en que ganaron la Triple Corona de 1971, último episodio de la lucha fratricida de ese año antes de cruzar el Canal de La Mancha. Los irlandeses no midieron sus fuerzas y se entregaron, como tantas veces antes de la era O'Driscoll, sin mesura, durante el primer tiempo, que fue suyo. No importó a los rojos, que conocen las exigencia de su divisa: Ich dien. Así que, como el motor que sale del rodaje, alcanzaron su mejor par al inaugurarse la segunda mitad. Sobrios, calmados, sabios, contuvieron los delanteros locales a los titánicos irlandeses, más fuertes, más pesados, más torpes. Aseguraron sus posesiones y desataron el rayo y el trueno del Olimpo de los Valles del Sur, presidido por Edwards y John. Una brillante generación de bravos irlandeses veía, otra vez, como la Fortuna se conjuraba contra ellos, postergados por una conjunción de temple, estrategia y genio diseñada por una común inteligencia, sutil y poliédrica. Sólo los Lions de 1968 o 1971 o 1974 resarcieron, no sé si suficientemente, a los Mike Gibson, Willie John McBride, Fergus Slattery o Ray McLoughlin.
1971 fue especial para País de Gales: ningún equipo, jamás, ha ganado el Torneo solamente con dieciséis jugadores, capitaneados por el centro Sidney John Dawes, que con el tiempo acumularía, también, honores en los Lions y como seleccionador y entrenador de su país.
Aquellos dieciséis fueron: J.P.R. Williams (London Welsh), T.G.R. Davies (Cambridge University & London Welsh), S.J. Dawes (London Welsh), A. Lewis (Ebbw Vale), J.C. Bevan (Cardiff), B. John (Cardiff), G.O.E. Edwards (Cardiff), D.B. Llewellyn (Llanelli), J. Young (Harrogate), D. Williams (Ebbw Vale), W.D. Thomas (Llanelli), M.G. Roberts (London Welsh), W.D. Morris (Neath), T.M. Davies (London Welsh), J. Taylor (London Welsh), I. Hall (Aberavon).
Sorprende que no estuvieran J.J. Williams o Phil Bennett en el mejor equipo galés que haya jugado un V Naciones. Bennett había debutado ya, como zaguero, pero esos eran los dominios de John Peter Rhys Williams (que empezaria a ser conocido como JPR cuando el otro Williams, John James, entrara en el equipo), así que tuvo que esperar a la retirada de Barry John para hacerse con el nº 10. Ninguno de ellos iba a desmerecer a sus predecesores.