Revista Cultura y Ocio

Ruido – @candid_albicans

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Me gustaría poder decir que me llevo bien con todo el mundo, que soy la alegría de la huerta, que siempre tengo una sonrisa preparada para cualquier ocasión.

Lejos de ser así, puedo decir que me llevo bien con tres o cuatro conocidos, algún familiar y el perro. Me han llegado a llamar asocial, antisocial y borde. Y es que no soy amiga de la hipocresía, de la doble cara de la falsedad, ni de las frases-puñal que tanto gustan de utilizar los grupitos de arpías inseguras cuando entre todas pretenden denostar a la que en ese momento se ha ausentado del grupo.

Están todas juntas en la sala del café, alabándose las unas a las otras: que si tú cocinas fenomenal, que si tu hijo es guapísimo, que si llevas una chaqueta preciosa. La de la chaqueta preciosa ha ido al baño y la que cocina fenomenal le dice a la del hijo guapísimo que de la chaqueta sólo le gustan los botones -risas-. Me viene a la cabeza aquella cena de empresa en la que la infeliz que se levantaba para ir al baño era el blanco de todas las críticas, y cuando volvía era partícipe en el descuartizamiento verbal de la siguiente en levantarse. Era mi primer año en la empresa y me parecía mejor opción aguantarme las ganas de orinar hasta que nos levantásemos todas de la mesa. Fue acojonante.

No soy capaz de disfrutar de mi tiempo de descanso con tanto ruído de fondo. Y así es como cada día cojo mi taza y me la llevo a mi escritorio, sin decir nada a nadie. Prefiero continuar trabajando. En alguna ocasión oí a alguna decir “se cree que va a heredar la empresa ”, seguido por las risitas corrosivas del resto de la manada.

Mi madre me dice que puede que la nota discordante sea yo, que soy una rara, que nunca he sabido relacionarme como las personas normales. Puede que tenga razón. Pero si ser normal es eso, lo siento, pero no compro.
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