Revista Cultura y Ocio

Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Publicado el 05 mayo 2017 por Noemi Megustamibarrio @megustamibarrio

Runaways: un viaje gastronómico sin reglasRunaways: viaje gastronómico reglasPor fuera. Fugitivos. Haciendo lo que le da la gana donde quiere y tan bien hecho, que engancha. Runaways es un viaje gastronómico que comienza y revoluciona Legazpi y que acaba mucho más allá, buscando una experiencia que trasciende el mero bocado y se combina con el arte, la música o la literatura. Runaways es un restaurante canalla, cañero y puro rock and roll que va a convertir el eje Matadero en un punto imprescindible para salir por Madrid. ¿O es que toda la vida madrileña se nos va a quedar en Malasaña?Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Además de un restaurante, Runaways es Javier Domínguez, asesor gastronómico en conceptos como La Brochette (comida ensartada) en el Mercado de San Ildefonso, el Tapas del Flannigan en Mallorca o Promenade y Pepi&Tou en Bilbao. Pero cada vez que creaba un nuevo proyecto, sabía que había cosas que se le quedaban dentro. Necesitaba su propio espacio, su propio proyecto para volcar esa experiencia, esa creatividad y ese conocimiento adquirido durante muchos años de formación en hostelería. "Mi vida es rock and roll y eso supone hacer lo que me de la gana", afirma Javi.

Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Para tener esa libertad, nació Runaways y su filosofía, el pirrakeo, unas reglas propias de las que no se habla, se viven. "El pirrakeo se disfruta", dice el Pirrakas (Javi): "El Pirrakeo es una forma de vida, es disfrutar comiendo y bebiendo, sin tabúes, informal, canalla, sin reglas (excepto la que dice que nunca se habla del Pirrakeo). El estilo pirrakas es la experiencia Runaways, algo que trasciende de la pura necesidad de comer. Es vivir intensamente", asume.

El concepto completo se basa en su experiencia, en lo que aprendió en las cocinas de Pedro Larumbe ("la primera vez que le vi, pensé: "quiero ser como él". Él me enseñó cocina y lo que es la vida", explica Javi) y en la dirección gastronómica del grupo de hoteles Tremon o en el grupo Lateral. "En Lateral aprendí la importancia de la imagen, de la luz, de que la comida y el espacio entren por los ojos", detalla.

Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Runaways es luminoso, con grandísimos ventanales, amplio, industrial, con la cocina como parte de la sala y las mesas y sillas altas, para moverse, compartir, charlas y crear un ambiente animado y divertido. En sus paredes, exposiciones mensuales de artistas emergentes como la de Pilar San Andrés, cuyas pinturas permiten soñar con Santorini y sus playas azules. La música varía entre el rock y el indie, como parte imprescindible del palpitar del espacio. "Todo lo que me imagino o sueño tiene una banda sonora", explica Javi.

Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Los platos que ha creado se inspiran en muchos de sus músicos y temas favoritos como Alegrías del Incendio, de Los Planetas que está detrás del riquísimo (y picante) pollo hijoputa. Los tacos mexicanos con inspiración marroquí y los bocadillos de gambas po'boy reinterpretando los típicos de Nueva Orleans y que se convierten en su propio bocadillo de calamares son las estrellas del local pero el mercado manda y a veces tocan uno jugosos Chilly River Crab como los que se venden en Singapur pero con cangrejos de río, costillar ibérico a la barbacoa japonesa, steak tartar muy sabroso o panceta marinada. Cocina viajera, fusionada y reinterpretada a su modo, diferente.

Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Y, aunque no son una coctelería, tienen un coctelero que prepara combinados como si los fueran a prohibir. Deliciosos y personalizados casi con tu gusto personal. Hay vermús originales, vinos y cervezas. Para terminar de rematar el aperitivo.

Runaways: un viaje gastronómico sin reglas

Igual ya hemos incumplido la regla y hemos hablado demasiado del Pirrakeo. Yo ya me callo aquí y os dejo que lo descubrais por vuestra cuenta. Está a un paso del Matadero Madrid, no hagáis pereza. Te va a gustar, sobre todo, porque es un sinvergüenza.

Los datos. Runaways. Calle Embajadores, 197. 661 78 16 19. Precio medio: 25€. Horario: de miércoles a sábado de 13 a 16 y de 20h a 00:30h, domingos de 12:30 a 17h (excepto los festivos, que abre el día anterior por la noche también y luego, horario de domingo) Más información en su web y en Facebook.


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