Con el ánimo de seguir dándole salidas a este blog, y evitar anclarme en la infertilidad, voy a inaugurar una nueva categoría. Se llamará “Hábitos saludables” y en ella hablaré de todo lo que tenga que ver con el bienestar físico y psicológico.
Ya sea alguna propuesta de ejercicios, productos corporales que nos ayuden a mantenernos guapas, alguna receta saludable, etc. Esta categoría no es solo para buscadoras de embarazo, sino también para las que ya son mamás o incluso para las que ni se plantean serlo. Si por casualidad llega algún hombre a mi blog, también tendrá cabida en esta categoría.
Para empezar os hablaré del running. Por favor, no dejéis de leerme si creéis que jamás de los jamases seréis capaces de aguantar 2 minutos en el asfalto. Seguid con la lectura y descubriréis que, ¡todo está en la mente!
Desde siempre he practicado deporte, pero nunca me ha gustado correr porque me ha parecido aburrido. Hace dos años decidí intentarlo por primera vez y lo hice con unas zapatillas baratas, sin calentar y sin estirar al acabar. Resultado de mi primera sesión de running de 12 minutos: Esguince del ligamento lateral externo de mi rodilla izquierda.
¿Os podéis imaginar lo que es un mes de Agosto entero, con la pierna escayolada desde la ingle hasta el tobillo, inmovilizada e inyectándoos anticoagulante?
Desagradable es poco. Y a eso hay que sumarle el año posterior que estuve a base de rehabilitación. Tardé, en total, año y medio en poder ponerme de cuclillas de nuevo.
Pasado ese año y medio, yo sentía que tenía esa espinita clavada y lo tenía que superar. Me compré unas zapatillas “buenas” y después de hacer un calentamiento previo (caminar 10 minutos), empecé a correr en trote ligero. Decidí ir haciendo mis avances en minutos, y sin exigirme demasiado, en cuestión de dos semanas, ya hacía 5 km en 40 minutos.
Descubrí que corriendo podía conectar con mi mente, y todo lo demás desaparecía. Además, con la búsqueda del embarazo, era una opción fácil y low cost para estar en forma. Seguí corriendo unas tres veces a la semana y a los 4 meses, hice mis primeros 16km. Qué locura, ¿verdad?
Adelgacé, me puse fuerte, reduje celulitis y estaba feliz. La adicción a las endorfinas estaba presente y siempre quería más. Después de ponerme malita en Agosto lo dejé un poco de lado, y desde entonces no he vuelto a salir. El calor tampoco me ayudaba porque soy de tener la tensión baja y estaba muy aplatanada.
¿Qué os quiero decir con esto?
Que os animéis a salir. Que todo el mundo puede ir a trote ligero e ir avanzando poquito a poco. Cada día podéis aumentar la carrera en 3 minutos más, notaréis como vais siendo capaces de hacerlo y vuestra autoestima subirá. No hace falta que os presionéis, ni que hagáis kilómetros en modo competitivo, se trata de que os sintáis bien.
Calzaos vuestras mejores zapatillas, poned buena música en vuestros Ipods (que sea movidita para que os motive) y tened vuestro ratito.
Y si a pesar de todo veis que no, caminad a paso rápido. Está demostrado que caminar 30 minutos al día puede mantenernos en línea, y si hacéis cambios de ritmo provocaréis que vuestro metabolismo se acelere, mejorando la quema de grasas.
¿Os gustaría que os pusiese un plan de running? ¡Voy a ir pensando uno y lo publicaré pronto!
P.D.: ¿Os mola esta nueva categoría? ¡Contádmelo en los comentarios!