Bélgica arrolla a Panamá con muy buen juego y presenta sus credenciales en el Mundial de Rusia (3-0)
EL DELANTERO DE BÉLGICA ROMELU LUKAKU (IZQUIERDA) INTENTA REMATAR FRENTE AL DEFENSOR ROMÁN TORRES Y EL ARQUERO JAIME PENEDO (DERECH) EN EL PARTIDO POR EL GRUPO G DEL MUNDIAL EN SOCHI, RUSIA, EL LUNES 18 DE JUNIO DE 2018. (AP FOTO/VÍCTOR R. CAIVANO)
SOCHI, Rusia (AP) — Un tiempo duró la resistencia de la bisoña Panamá al esperado asedio de Bélgica, una de las candidatas al título, que finalmente encontró el camino del gol a poco de iniciado el complemento y terminó ganando 3-0, con dos tantos de Romelu Lukaku en la Copa Mundial de Rusia.Dries Martens destrabó el partido a los 46 minutos, batiendo a Jaime Penedo con un tiro bombeado al segundo palo desde unos 15 metros. El tanque Lukaku aumentó de cabeza a los 68, tras buena acción de Kevin De Bruyne, el jugador que manejó los hilos de Bélgica, y a los 74, tras recibir un pase de Martens que lo dejó solo frente al arquero.Los panameños aguantaron a pie firme en el primer tiempo, en que Penedo tuvo dos buenas intervenciones ante un remate de Eden Hazard y una entrada de Lukaku. Y se salvaron milagrosamente cuando Román Torres, cuyo gol clasificó a Panamá, casi bate su propia valla al despejar un centro envenenado al corazón del área. El balón, no obstante, salió besando un poste.Con Blas Pérez, de 37 años, aislado arriba, Panamá casi no inquietó el marco contrario, aunque el lateral Michael Murillo tuvo el gol en sus pies a los 54, en que salió perdiendo un mano a mano con Thibaut Courtois en uno de los pocos ataques punzantes que lanzaron los panameños.Los veloces contragolpes del equipo del técnico colombiano Hernán Darío Gómez, no obstante, desnudaron algunas lagunas en la zaga belga. Gómez empató al francés Henri Michel, recientemente fallecido, como los únicos entrenadores en dirigir a tres selecciones distintas en los mundiales.A siete minutos del final entró Thorgan Hazard, hermano de Eden, por lo que el partido terminó siendo un asunto de familia para los Hazard.Tomado de La Jornada Latina