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Este jueves 2 de diciembre en Suiza, específicamente en Zurich, en los cuarteles generales de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (mas conocido como FIFA), el presidente del organismo Sepp Blatter dio a conocer a la prensa mundial los países organizadores para los Mundiales de fútbol adulto de 2018 y de 2022.
Los ganadores fueron Rusia para organizar el mundial de 2018 y Qatar para el de 2022 respectivamente.
RUSIA: Mundial con vodka.
Enbuenahora la elección de Rusia – país que desde un comienzo recogía mis simpatías -, porque se trata de el país mas grande del mundo, que cruza 9 husos horarios de lado a lado, de 141.000.000 de habitantes, etc. Una real superpotencia que gusta del fútbol.Un poco de justicia divina, era impresentable que Rusia aún no hubiese organizado un mundial cuando antes ya lo habían organizado naciones menos futbolizadas (Estados Unidos, Sudáfrica, Corea-Japón) y con menos peso internacional (Uruguay) o ambas a la vez (Chile).
QATAR: Fútbol en el desierto.
La elección de Qatar para el 2022, parece en principio la mas curiosa, un desértico emirato pequeñísimo incrustado en plena península arábiga. Pero no lo es, Qatar tiene mucho dinero – los llamados “petrodólares”-, ya tiene experiencia organizativa en el Mundial Juvenil de 2005.Eso creo que fue la diferencia fundamental que decantó la balanza a favor de Qatar en desmedro de Australia para adjudicarse la copa de 2022: los oceánicos serán un país con una respetable cantidad de habitantes, industrializado, de infraestructura de primerísimo nivel. Pero son cualquier cosa menos futbolizados, los deportes mas populares son el cricket y el rugby.
¿Y Chile?
Definitivamente le veo una posibilidad de chance cercana a cero, esto debido a una serie de factores: Infraestuctura deportiva, vial y hotelera de alta calidad; trayectoria futbolística; estabilidad económica e institucional, etc.Y aunque Chile cumpliere con todos y cada uno de los requisitos del cuaderno de cargos del ente rector, tampoco es garantía de elección segura, porque la FIFA últimamente tiene por principio rector – aparte de la rotación continental – el llevar la Copa Mundial, dentro de los países con similares aptitudes, preferentemente aquellos que no lo han organizado anteriormente (las excepción a este respectoes Alemania 2006).
Bajo esa óptica, como Chile organizó la Copa del ’62, ya partimos con un buen punto en contra.
Y ni soñarlo en una candidatura conjunta con otro país (Argentina): Para la FIFA fue un pésimo experimento Corea-Japón 2002, por lo que volvió al sistema “un país, una candidatura” , como podrán darse cuenta por algo se rechazaron las candidaturas conjuntas de 2018 de Bélgica-Holanda y la de España-Portugal.
El otro día tuve la ocasión de leer “1962 El mito del Mundial chileno” de Daniel Matamala. Libro que recomiendo encarecidamente si el lector gusta simultáneamente del fútbol, la historia y de la política.
En dicho libro me queda por conclusión mas que claro que hoy por hoy estamos a distancias siderales de organizar una justa planetaria. La historia es cíclica: Indisciplina de los jugadores, entrenadores cuestionados, dirigentes ineptos, periodistas comprometidos, políticos oportunistas, etc, etc.
Respecto de lo que concluye Matamala de que si fue el mas malo de todos, personalmente creo que no. Pero sí creo que si se hiciera una tabla de posiciones acerca de la calidad de los mundiales, el nuestro está en la liguilla de descenso.
Pero al fin de cuentas bueno o malo, fue nuestro mundial, y que para 1962 un país tercermundista perdido en el fin del planeta haya podido sacar adelante un mundial, es francamente épico.
Los Ramblers – “El rock del mundial”