Luego de la asignación, hace pocos días, de las sedes de los mundiales 2018 a 2022 a Rusia y Qatar, respectivamente, a más de una Federación esta noticia le cayó como un balde de agua fría. Los intereses, corrupción entre miembros y atropellos imperan en Zurich, sede del máximo ente del Fútbol mundial. Una verdadera multinacional, si consideramos que mueve inclusive más dinero que el PIB de varios países pequeños. El mundial 2018, que se lo disputaban varias naciones europeas como Inglaterra, España con Portugal, Bélgica con Holanda, terminó en las manos de los rusos. Si bien nunca lo habían organizado antes, creemos que existían mejores propuestas como la inglesa, pero como en la nación de la reina ya casi todo está construido, la FIFA prefirió los contratos millonarios que los rusos otorgarán en infraestructuras. Abrahmovic, patrón del Chelsea, de extraña amistad con el nefasto Blatter, ya se frota las manos. Una prueba de esto es que el magnate petrolero estaba en la ceremonia de elección, mientras que el propio presidente Putin no acudió a la misma.
La elección del 2022 también recayó en los petrodólares que ofreció Qatar, por encima de candidatos más sólidos como USA, Corea del Sur o Australia. Allá también se construirán estadios “mega-galácticos” (solo hay uno actualmente utilizable) con aire acondicionado interno, para soportar temperaturas de más de 40 grados en esa época del año. Además, burlándose de la bio-sustentabilidad de algunas propuestas, como la de los países bajos.
Se hablaba de aliados e intercambio de votos, como por ejemplo entre los ibéricos (2018) y Qataríes (2022), que motivó hasta una investigación por parte de FIFA (para morirse de risa!).Pero, por lo visto, hubo traición al final, ya que Rusia ganó en la primera ronda de votaciones por mayoría absoluta.
La pregunta que debemos hacernos aquí es la siguiente: Por qué se adjudicaron dos mundiales el mismo día? Si bien entendemos lo del 2018, no había necesidad de otorgar la sede de 2022 ahora. Más aún, considerando que en promedio la sede de un gran evento (juegos olímpicos y mundiales de fútbol) se adjudica entre 7 y 8 años antes de la fecha. Eso significa que el mundial 2022 se debió escoger en 2014-2015. Pero la explicación a lo anterior es muy sencilla. Para esa fecha, ya habrán ocurrido las próximas elecciones para presidente de FIFA. Por lo tanto, Blatter necesitaba esa votación cuanto antes, para poder así repartir las jugosas comisiones antes del fin de su mandato. Por eso nos da mucha risa cuando se proclama que se combatirá la corrupción en el organismo, si las mismas cúpulas ya están podridas.
Razón tienen los ingleses, que le cancelaron el hospedaje a Blatter y sus secuaces para asistir a las Olímpíadas 2012 de Londres con gastos pagos. En el fondo, con tantos “regalitos”, el hotel se lo pueden pagar sin ningún problema.
Hasta una próxima entrega, saludos!