En una conferencia de prensa, el embajador adjunto ruso, Dmitry Polyanskiy, arremetió contra el anuncio que al respecto hizo un día antes el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, quien defendió que ha llegado el momento de que Naciones Unidas reconozca a Guaidó como el presidente legítimo de Venezuela.
"Es muy difícil encontrar en la historia otro ejemplo de un golpe de Estado tan descarado como el que está ocurriendo ahora", aseguró Polyanskiy en referencia a la iniciativa de EE.UU.
El diplomático defendió que el actual embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, es el representante legal de su país en la organización y no hay "ninguna razón" para que sea atacado de esta forma por EE.UU.
El miércoles, durante un debate en el Consejo de Seguridad, Pence dijo a Moncada que "no debería estar aquí", sino que debería "volver a Venezuela y decirle a Nicolás Maduro que su tiempo se ha terminado".
A juicio de Polyanskiy, el Gobierno de Donald Trump está "haciendo todo lo posible para convencer al mundo de que las actuales autoridades de Venezuela no son legales", pero hay muchos países que no aceptan la estrategia de Washington.
Según aseguró, la comunidad internacional está "muy dividida", con un medio centenar de naciones que han reconocido a Guaidó y muchas otras que rechazan esa postura.
Pese al anuncio hecho este miércoles por Pence, EE.UU. no ha especificado por ahora cómo pretende lograr que se retiren las credenciales de los actuales representantes venezolanos ante la ONU.
Habitualmente, de las credenciales se ocupa una comisión de la Asamblea General que opera por consenso y en la que, entre otros países, se sienta Rusia, que respalda a Maduro.
De acudir al pleno de la Asamblea, EE.UU. necesitaría reunir el apoyo de una mayoría de los 193 países de la organización, lo que parece muy difícil ahora mismo, según fuentes diplomáticas.
Sobre la situación en Venezuela, Polyanskiy aseguró que principalmente es consecuencia de un intento por parte de EE.UU. de "imponer su voluntad sobre otro país".
"Estados Unidos está asfixiando a Venezuela con una mano, mientras con la otra le roba la cartera y mientras dice que Venezuela no puede ocuparse de sus ciudadanos", dijo.
Según el diplomático, Washington trata de "crear la impresión de que Venezuela es un estado fallido", cuando el principal problema para el país son las sanciones y la presión estadounidense.
Venezuela vive una situación de inestabilidad política desde el 10 de enero, cuando Maduro volvió a tomar posesión del cargo de presidente tras imponerse en las elecciones de mayo pasado, no reconocidas por parte de la comunidad internacional.
El 23 de enero, el opositor Juan Guaidó invocó varios artículos de la Constitución venezolana para defender que, como jefe del Parlamento, podía declararse presidente interino del país al considerar "ilegítima" la toma de posesión de Maduro.