Los
políticos rusos deben rechazar un controvertido proyecto de ley que se
presentará en el Parlamento del país, la Duma, el 19 de diciembre y que
va dirigido contra lo que se describe en él como "propaganda de la
homosexualidad entre menores".En una carta a la Duma Estatal, Amnistía Internacional ha pedido a los parlamentarios que cumplan la obligación internacional del país de proteger el derecho a la libertad de expresión y reunión de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI).
La nueva ley convierte la "promoción de la homosexualidad entre menores" en falta administrativa, sancionada en la legislación federal con multas de hasta 500.000 rublos (16.200 dólares estadounidenses).
Pero como no se explica bien qué constituye "propaganda de la homosexualidad", cabe interpretarlo de manera muy general. Además, la legislación rusa no define el concepto de homosexualidad.
“Esta ley es un anacronismo -ha señalado John Dalhuisen, director del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central-. Fomentará la estigmatización, al perpetuar la idea de que debe protegerse a los niños y niñas de la homosexualidad. Discriminará a las personas LGBTI en un país donde la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad e género es práctica generaliza."
“Esta ley negará a las personas LGBTI la igualdad ante la ley, al restringir las actividades de los defensores de los derechos humanos LGBTI, algunos de los cuales han sufrido ya hostigamiento y agresiones. Privará a las personas LGBTI de información que puede ser decisiva para su salud sexual."
“Esta ley parte del ilógico supuesto de que la mejor forma de facilitar el desarrollo moral, espiritual y psicológico de los niños y las niñas es negarles el acceso a apoyo e información pueden ayudarles a tomar decisiones informadas, autónomas y responsables. Es una ley no sólo injusta, sino también claramente absurda.”
Se han aprobado leyes similares en regiones como Riazán, Arkhangelsk Kostroma, San Petersburgo, Novosibirsk, Magadán, Samara, Bashkortostán y Krasnodar. Algunas prohíben la "propaganda de la pedofilia entre menores de edad", con lo que vinculan los abusos sexuales a menores con la actividad sexual privada y de mutuo acuerdo entre adultos.
La acción de una activista LGBTI ha sacado a la luz el carácter discriminatorio de una de ellas: la ley de la región de Riazán relativa a las "acciones públicas con fines de propaganda de la homosexualidad”.
Irina Fedotova acudió al Comité de Derechos Humanos de la ONU a raíz de que un tribunal le impusiera una multa de 1.500 rublos (48 dólares estadounidenses) por “acciones públicas con fines de propaganda de la homosexualidad”. Había puesto carteles que decían "La homosexualidad es normal" y "Estoy orgullosa de mi homosexualidad" cerca de una escuela en Riazán. En octubre de 2012, el Comité determinó que Rusia había violado el derecho de Irina Fedotova a la libertad de expresión y a no sufrir discriminación.
“Una acción decisiva de los parlamentarios rusos para rechazar esta ley discriminatoria y vergonzosa será una clara señal a varias ciudades rusas para que hagan lo mismo y procedan a abolir las leyes dirigidas contra las personas LGBTI”, ha afirmado Dalhuisen.
Nota de Prensa de Amnistía Internacional
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