Hasta hace muy poco, empresas de Canadá, Australia o Reino Unido lideraban la ola de inversiones en el sector minero. Con el cambio de sintonía política, otros jugadores comenzaron a hacer pie en unos de los sectores con mayor perspectiva.
Qué vienen a buscar y los proyectos en marcha.
La riqueza que encierra el suelo argentino sigue captando el interés y alentando el desembarco de empresas vinculadas con la minería. Incluso, a pesar del momento endeble que enfrenta este sector, tanto a nivel interno como internacional.
En el plano local, por las restricciones cambiarias y las dificultades para girar dividendos. En el contexto externo, por la caída en los precios de las materias primas. Aun así, surgen cada vez más empresas con intenciones de invertir en estas tierras.
Hay una particularidad que distingue el momento actual respecto al de otros años. Y tiene que ver con el origen de los protagonistas.
Es que ya no pertenecen a Norteamérica, Australia o la Europa "occidental" como solía suceder. Ahora las banderas corresponden a a Japón, Corea del Sur, China, Rusia o India.
Este cambio guarda cierta correlación con los renovados vínculos de la Argentina con, por ejemplo, países asiáticos. También, con el algunos movimientos operativos y de gestión que se dieron con algunas compañías del rubro.
Desde el Gobierno anticiparon el cuadro de situación hace mese
, en una de las tantas misiones comerciales impulsadas por la Secretaría de Minería.
"En estos tiempos que corren, los desembolsos provendrán de algunos lugares del planeta poco convencionales respecto a los que hemos estado acostumbrados hasta ahora", declaró Jorge Mayoral, titular de la cartera, en su última gira por Asia.
Desde su óptica, la caída en los precios de las materias primas a nivel global -con el consecuente impacto en el plano local- se verá atenuado por la entrada de nuevos jugadores, especialmente en el ámbito de los metales preciosos y el litio.
"Contamos con una enorme cantidad de recursos por explotar que vienen despertando gran interés por parte de varios inversores internacionales, con los cuales podremos cubrir gran parte de nuestras metas de crecimiento", expresó el funcionario.
Y lo cierto es que tanto sus pronósticos como sus expectativas se corroboran en la práctica.
A lo largo de estos últimos meses comenzó a hacerse más visible la presencia de países "poco convencionales" (como el directivo los definió), como así también de privados hasta ahora desconocidos.
Un ejemplo de esto último puede ubicarse en la incursión de dos fondos de inversión de origen ruso -Aterra Capital y Solway Investment- que en marzo se quedaron con el 70% del proyecto San Jorge, en la provincia de Mendoza.
Los socios en cuestión desembolsaron cerca de 40 millones de dólares para tomar el control de un reservorio que estaba bajo la órbita de la canadiense Coro Minning.
Ahora, los rusos plantean un nuevo proyecto biprovincial para extraer oro y cobre en San Juan, a través de un proceso de lixiviación, donde este tipo de procedimientos no están prohibidos por ley como sí ocurre en Mendoza.
Esta presencia de capitales rusos, impensada tiempo atrás, lejos está de ser el único caso.
El siguiente cuadro refleja quiénes son los jugadores con renovado protagonismo en la minería local:
La posición de Japón.
Otro ejemplo que se suma al de inversiones rusas lo da el (inesperado) interés de la japonesa Pan Pacific Copper (PPC), que ya confirmó su decisión de invertir hasta 15.000 millones de dólares para explorar una de las tres áreas que componen el proyecto binacional Vicuña, también en San Juan.
La iniciativa metalífera abarca una superficie de 40.700 hectáreas. Contempla el desarrollo de Filo del Sol y Josemaría, en el departamento de Iglesia, en San Juan; y de los Helados, en Copiapó, en la III Región de Chile.
Ubicado a 5.000 metros sobre el nivel del mar, en plena Cordillera de los Andes, Filo del Sol alberga -según distintos análisis de factibilidad- unas 700 toneladas de oro, plata y cobre.
"Nosotros aportaremos unos 6.000 millones de dólares en una primera etapa", puntualizó Susumo Kubo, director de Desarrollo de Recursos de PPC, firma que en Japón cuenta con una capacidad de procesamiento de 600.000 toneladas de cobre fino, recurso que actualmente importa desde Chile, Canadá, Filipinas e Indonesia.
El directivo le confirmó esta mega inversión al secretario de Minería, Jorge Mayoral, Y aseguró que los primeros trabajos prospectivos se iniciaron en diciembre. "En esta campaña inicial, vamos a perforar más de 10.000 metros", puntualizó.
En simultáneo a Pan Pacific Copper, Toyota mantiene su posición estratégica en el negocio del litio a través de su sociedad con JEMSE, la estatal pública minera de Jujuy, con la cual participa en el proyecto Sales de Jujuy.
La inversión total estimada es de unos 1.300 millones de pesos, para una producción anual de 16 mil toneladas de litio.
Mitsubishi, otra de las niponas, avanza en el desarrollo exploratorio del Proyecto Salar de Caucharí, en la misma provincia.
La japonesa se asoció para esta iniciativa con la empresa Exar, filial de la canadiense Lithium Americas, donde también participa JEMSE.
Tal como ya diera cuenta iProfesional en artículos anteriores, las empresas anunciaron a la presidenta Cristina Kirchner que invertirán 3.000 millones de pesos para la construcción de la mina, que se llevará a cabo durante 30 meses.
Con la puesta en producción se prevé alcanzar en una primera etapa las 20.000 toneladas de cloruro de litio y 40.000 toneladas de cloruro de potasio.
Presencia coreana.
Ya en marzo pasado, la coreana Posco inició la instalación de una planta piloto de extracción de litio en el yacimiento "Caucharí-Olaroz", en la puna jujeña.
Se prevé que estará operativa a fines de septiembre. Sólo en el período de prueba y hasta principios de 2015 se desembolsarán unos 30 millones de dólares.
La gigante Samsung no se queda atrás. Ejecutivos de la firma buscan hacerse fuerte en la extracción de litio y ya han celebrado reuniones con la Secretaría de Minería.
Choong Ki Jung, presidente del área de Inversiones de la multinacional, enfatizó el interés de la compañía por invertir en la minería argentina, por "el potencial que presenta la actividad y sus proyecciones a futuro".
En otro orden, cabe destacar la relación estratégica que el país ha venido desarrollando con Corea del Sur en materia de intercambio comercial y cooperación científica.
De hecho, una de sus materializaciones más significativas se vincula con la reciente instalación de Corea de una oficina en suelo albiceleste para el estudio de los recursos naturales locales.
China, siempre al "acecho".
Las mineras del gigante asiático también vienen ganando posiciones en el escenario minero de la Argentina y, por supuesto, también desarrollan planes a futuro.
MCC acaba de reiniciar la extracción de concentrado de mineral de hierro en la localidad rionegrina de Sierra Grande, después de que la Secretaría de Trabajo de la provincia (STRN) levantara una sanción (aplicada el mes pasado) por incumplimiento de normas de seguridad.
Shandong Gold, en tanto, se debate respecto a dónde colocar su capital tras las idas y vueltas generadas por la oposición ambientalista en el cerro Famatina, en la provincia de La Rioja.
Lo cierto es que la firma tiene en claro que el oro argentino será clave para su operatoria comercial de cara a las décadas venideras.
Otra empresa china, Minmetals, viene de invertir más de 500 millones de dólares en Chile para extraer cobre en sociedad con la estatal Codelco. La apuesta de esta última es ampliar su capacidad de negocios para explotar las reservas del mismo mineral pero del lado argentino.
Un contexto complicado.
Desde Abeceb.com, el economista Mariano Lamothe destacó que estas incursiones tienen un doble mérito, habida cuenta de que se están dando pese a las trabas cambiarias locales y a un escenario internacional un tanto adverso en cuanto a precios.
"Desde el exterior se resalta un proceso de restructuración de los proyectos de inversión que se observan a nivel global, motivado por un descenso en las cotizaciones de varios minerales metalíferos. Esto produjo pérdidas importantes en los resultados netos y en los ingresos de las empresas, obligándolas a replantear su mapa de inversiones", señaló.
Pese a ello, Lamothe aseguró que "Argentina todavía posee la gran oportunidad de convertirse en un jugador relevante por sus inmensos recursos".
"Nuestro país posee importantes proyectos que aún se encuentran sin explotar y requerirán de inversiones significativas. Sólo las diez principales iniciativas implican inversiones por unos u$s27.500 de millones", concluyó.