Lugar: La Riviera. Madrid
Fecha: 3 marzo 2014
Asistencia: 2.000 personas
Artistas Invitados: Agoraphobia
Precio: Invitación para clientes de Vodafone
El disco era mejor
El disco era mejor. Esa es la conclusión que uno saca tras 70 minutos de 'Agent Cooper' en directo que resultaron planos, enmarañados, un tanto distraídos y básicamente fofos. Y eso que, las cosas como son, el tercer disco de Russian Red es bien y explora nuevas e interesantes sonoridades. Pero su plasmación en directo Vodafone mediante evidenció demasiadas carencias.
Que Lourdes Hernández (verdadero nombre de la damisela) se arroja a los eléctricos brazos de algo así como el rock es un hecho incontestable ya de salida, pues la guitarra acústica tras la que otrora se parapetaba es ahora una inequívoca fuente de electricidad. Eso ya de por sí aporta robustez a la propuesta, pero la música enchufada y los vúmetros al 12 también hay que saber controlarlos.
En el primer tramo del concierto, el estribillo de 'Michael P' estuvo a punto de levantar un poco a la concurrencia, pero sus conversaciones debían ser tan interesantísimas que no hubo manera (los conciertos con invitación tienen estas molestias adicionales). Más o menos lo mismo con 'William', 'Xabier' y el single 'Casper', azuzando la sensación de que algo faltaba y los músicos deben ser conscientes de que la búsqueda no ha hecho más que comenzar.
Desde el escenario hay voluntad por una banda que aún tiene que desarrollar todo su potencial, algo que también debería explotar Lourdes como lideresa, pues su pretendida madurez no terminó de palparse, aunque se intuía. Porque uno tiene la sensación de que ahora Russian Red tiene que gustar a todos por decreto, porque 'ellos' han decidido que es su momento y han metido todo el carbón en la caldera para hacerla estrella mundial. Ojalá, pero por ahora es pretencioso.
Y eso que 'John Michael' llamó la atención con esos teclados ochenteros en los que alguien reconoció a la `parte más melosa de Van Halen (¿o Van Hagar?). Un buen momento, refrendado por la propuesta desatadamente ruidista de 'Anthony', que con su vibrante devenir recordó a una formación tan aparentemente alejada del universo Russian Red como Editors.
En el bis llegaron otros dos momentos salvables como la interpretación en soltiario de Lourdes de su éxito 'Cigarettes' y la intensidad de 'I hate you but i love you', dos pildorazos que lograron endulzar el sabor de boca de una velada que cometió de inicio el fallo de levantar una expectación tan desmedida que resultó imposible satisfacerla. La búsqueda del 'Agent Cooper' no ha hecho más que empezar.