El Tiatordos (1.950 m.), la Montaña Perfecta
En Pendones se inicia una de las rutas más habituales para subir a uno de las montañas preferidas de muchos montañeros: el Tiatordos. Esta cima no defraudará a nadie: un precioso entorno de salvaje naturaleza, impresionantes desplomes hacia Ponga y vistas hacia cualquier punto que miremos. Estos detalles, sumados a un sendero envidiable de montaña pura, harán que la ascensión nos quede guardada en el recuerdo para siempre. Cuando se le define la Montaña Perfecta por tantos, suele ser que el adjetivo está más que justificado.La subida es bastante dura, pero no difícil. Salvaremos un fuerte desnivel para la distancia que caminaremos, lo que nos dejará con una pendiente media pronunciada. Por lo demás, no existe ningún punto en el que sea necesario usar las manos, ni sufrir con pasos aéreos.
Una opción muy recomendable, es la subida por la vertiente de Ponga, que no envidia nada a la de Caso. Si te apetece, puedes consultar nuestra ruta que hicimos hace unos años desde Taranes.
Datos Técnicos de la Ruta:
- Inicio: Pendones, Caso. Para llegar a este lugar desde Oviedo, puedes consultar el siguiente itinerario.
- Aparcamiento: Hay un amplio aparcamiento en el propio pueblo, aunque en épocas de alta afluencia, se puede llenar.
- Fecha de realización: Mayo 2020
- Tipo de ruta: Circular Ida/Vuelta
- Distancia recorrida: Aproximadamente 12 Kms
- Tiempo total: Aproximadamente 7 horas y media (se incluye el tiempo de las paradas)
- Altura máxima: 1.950 m. (Pico Tiatordos)
- Altura mínima: 765 m. (Pendones)
- Desnivel acumulado: Unos 1.350 m. aproximadamente.
- Pendiente media: Sobre un 22%
- Recorrido seguido: Pendones - Foz de Palombar - Majada del Pláganu - Majada del Tiatordos - Pico Tiatordos - Majada del Tiatordos - Majada del Pláganu - Foz de Palombar - Pendones
- A tener en cuenta: Pendiente pronunciada
- Otras rutas por la zona: Rutas por el Concejo de Caso
- Track de la ruta:
Datos M.I.D.E. de la Ruta:
3334Fotos de la Ruta:
Iniciamos la excursión de hoy en Pendones, para encumbrarnos en una de nuestras montañas preferidas y que tantas veces visitamos. Salimos por una pista con dirección NE que va paralela al Arroyo de Pendones, y que dejamos a nuestra derecha. Llegaremos a un cruce de caminos, yéndonos por el que sale a nuestra izquierda, para iniciar el ascenso a unas solitarias cabañas en la zona de Sen de la Vara.Este es el primer cruce importante que mencionamos antes. Obviaremos el ramal de la derecha, que nos llevaría a la zona del Pico Maciédome.
La pista gana metros de forma ya pronunciada, llegando en unos minutos a la zona de Sen de la Vara.
Tras atravesar un pequeño tramo llano, llegamos a la entrada de la Foz de Palombar, señalizada con marcas de pintura y una visible T mayúscula pintada en amarillo.
La Foz de Palombar encajonada y con algo de vegetación, es atravesada por nuestro sendero en dirección a la Majada del Pláganu.
La salida de la Foz notaba el confinamiento y la ausencia de montañeros por la zona, con una vegetación algo más cerrada de lo habitual.
El sol hoy aprieta, y cualquier sombra se agradece. Una pequeña zona boscosa será de las últimas que nos dejará un tramo sombrío.
Sin mucho más llegamos a la Majada del Pláganu, donde hay una fuente y suele ser lugar típico de parada. Aún quedan muchos metros por encima, y el respiro se agradecerá.
Salimos de la majada siguiendo sendero y la señalización, que en pocos metros nos dejará ante una campera que atravesaremos verticalmente. La salida por la parte superior de la misma se hace hacia la izquierda, llegando en breve a una zona de arbustos de tamaño medio, antesala de la llegada a la Majada del Tiatordos.
Alcanzamos uno de esos sitios espectaculares, la Majada del Tiatordos, a pies de la panza final que nos conducirá a su cima. Este lugar es obligada parada para disfrutar de todo lo que nos rodea, recuperar aire, y preparar la mente para afrontar el último empuje para encumbrarnos en el Tiatordos. No nos engañemos, aún faltan 400 metros de subida a plomo.
Uno de los picos más llamativos desde este lugar, es el Maciédome con una silueta perfecta.
Tal y como llegamos a la Majada del Tiatordos, parece que justo de frente hay un sendero que invita a subir por él. Sin duda es una opción, pero no la que sigue el recorrido de la PR. Aunque se podría ir por el camino mencionado, es más cómodo buscar la entrada de la ruta original, tirando unos metros a la izquierda. Si nos fijamos, veremos incluso un poste señalizador.
La panza se abre ante nosotros, y lo que parecía un corto trayecto, pronto nos recordará que aún quedan muchos metros por ascender.
Pero al fin salimos a la zona superior, y con un giro a la derecha y siguiendo el impresionante corte de la cara Este, llegaremos en pocos minutos a la cima del Tiatordos. Ver la cima la cumbre, a nosotros nos dio un vuelco al corazón, y es que sin duda, tenemos una relación muy especial con esta montaña.
Los últimos metros, ni los sentimos y hacemos cima. Llega el momento, de disfrutar este tiempo.
Tiatordos - 1.940 metros
Es imposible captar con nuestras cámaras todo lo que nos rodea, aunque lo intentamos.
Vista hacia los Picos de Europa, con la Peña Santa en el Occidental, y el Torrecerredo, Llambrión y Friero en el Central.
Cercanos, la Llambria y el Campigüeños
Hacia la zona del Parque de Redes, se hace infinito todo lo que observamos.
Zona de la Cordillera entre Tarna y San Isidro
360º en el Tiatordos
Toca ir bajando, y lo haremos por el mismo trayecto de subida. Unos metros antes de comenzar la bajada por la panza, nos comentaron l@s chic@s de Hiking Asturias, con los cuales coincidimos en la cima, de una zona con buenas vistas justo enfrente de la cima. Hasta allí nos fuimos, ya que sólo suponía unos metros de desvío, y ciertamente, merece la pena.
El descenso con calma, nos hizo observar estas curiosas tallas sobre madera en las inmediaciones de Pendones.
Y toca finalizar una visita más a nuestro adorable Tiatordos. ¿Volveremos? Seguro, no sabemos cuando, pero esta montaña, nunca nos cansaremos de subirla, y el día que así sea, seguramente eso signifique que colgamos nuestras botas.