Es una región muy rica en castillos y fortalezas que recuerdan su pasado feudal. A lo largo del Valle, desde Pont Saint Martin hasta Courmayeur, se encuentran hasta 82 construcciones si también se cuentan las torres de vigilancia, fortalezas y antiguas murallas, de las cuales unas 10 o 12 están abiertas al público.RUTA : Gressoney Saint Jean – Gaby – Issime – Fontainemore – Lillianes – Pont Saint Martin – Bard - Issogne – Verrès – Fènis
GRESSONEY SAINT JEAN
Es una localidad turística que dispone de varios servicios, buenos hoteles y un interesante centro histórico. A finales de las Edad Media, en Gressoney se instalaron los walser, comerciantes de origen germánico que procedían del Alto Valais y se asentaron en los valles que rodean el Monte Rosa, la frontera natural con Suiza. Sus descendientes han conservado las tradiciones, incluso algunos hablan el dialecto titsch. La minoría walser vive no sólo en Gressoney St Jean, sino también en los pueblos cercanos.
Su actividad se basaba en el comercio de tejidos y trajeron prosperidad a la zona. En el centro del pueblo y alrededores se pueden ver varias casas de estilo walser, bien cuidadas y con los balcones llenos de flores. Es interesante la iglesia parroquial de San Giovanni Battista.
En la localidad de Belvedere, la cual pertenece a Gressoney Saint Jean, se esconde el Castillo Saboya, lugar de veraneo de la reina Margarita desde 1904 hasta 1925. Sus cinco torres en punta le dan un aspecto medieval pero corresponde a finales del siglo XIX, principios del XX (se construyó entre 1899 y 1904). Tras aparcar el coche, se debe caminar por un sendero entre abetos, que conduce al castillo.
La reina Margarita de Saboya, culta, inteligente, seductora, elegante y audaz, fue muy querida y admirada por sus súbditos que querían ver en ella la personificación del recién unificado Reino de Italia. En su vida privada no fue demasiado afortunada pero siempre guardó las apariencias. A los 17 años se casó con su primo Humberto I, quien el 29 de julio de 1900 moría asesinado en Monza por un anarquista.
En su castillo, situado en un emplazamiento idílico, la reina podía disfrutar de la montaña, una de sus grandes pasiones junto con la música, el arte, la literatura y la cultura en general.Se convirtió en una de las pioneras del alpinismo, siendo la primera mujer que alcanzó la cima del Monte Rosa, donde el refugio más elevado lleva su nombre.El castillo tiene unos ricos interiores en los que abunda la madera de roble y cedro. Tanto el revestimiento de madera y artesonado, como el mobiliario son obra del turinés Dellera, artesano oficial de la Casa Real, y se conservan en muy buen estado.
La zona de día se encuentra en la primera planta, con un gran recibidor y chimenea, salas de juego y salas de estar. La elegante escalinata lleva a la segunda planta donde están los aposentos reales, con magníficas vistas del Monte Rosa y todo el valle.
El castillo tenía incluso corriente eléctrica y calefacción central, así como una moderna sala de baño de estilo francés.Varias fotografías muestran la afición de la reina por la montaña y también su participación en las fiestas populares de Gressoney St Jean.
En el exterior, podemos ver un pequeño jardín botánicocon diferentes especies de plantas y flores alpinas.Actualmente pertenece al gobierno regional del Valle de Aosta. Las visitas son guiadas y se permite un máximo de 25 personas por visita. Horario:Del 25 de marzo al 30 de septiembre: 9.00 – 19.00 horas todos los díasDel 1 de octubre al 31 de diciembre: de 10.00 - 13.00 y de 14.00 a 17.00 (cierra los lunes)
Entero:€ 5,00Reducido:€ 3,50 (grupos más de 25 personas y universitarios)Menores:€ 2,00 (estudiantes de 6 a 18 años, grupos de escolares)
GABY – ISSIME – FONTAINEMORE – LILLIANES
Desde Gressoney Saint Jean hasta Pont Saint Martin, nos iremos encontrando pueblos con encanto en los que vamos parando.
Destacar la Iglesia de San Giacomo Maggiore en Issime, con una fachada decorada con frescos que representan el Juicio Universal. Si la iglesia se encuentra abierta, merece la pena visitar el interior y contemplar el altar mayor (S. XVII).
En Lillianes es donde nos alojamos, en la bonita B&B Maison Vallomy gestionada por Simona, una genial anfitriona que nos preparó unos desayunos para morirse.
En Lillianes veremos un interesante puente medieval de cuatro arcos que conduce a la Iglesia parroquial de San RoccoPONT-SAINT-MARTINHablando de puentes, a pocos kilómetros deberemos detenernos para ver el puente romano en la localidad de Pont-Saint-Martin, puerta de entrada al Valle de Aosta.
Los romanos no sólo dejaron huella en la ciudad de Aosta, el magnífico puente de Pont-Saint-Martin es otro testimonio de la romanización del valle. La fecha de su construcción es incierta, 120 aCsegún unas fuentes y 25 aCsegún otras.
Sin embargo, según la leyenda popular, no fueron los romanos sino el demonio quien construyó el puente en una sola noche. Y todavía hoy durante los carnavales, se enciende la hoguera del diablo bajo el puente. Es de un único arco y tiene 23 metros de altura y 5 metros de ancho, fijándose a la roca por ambos extremos.
BARDEn Bard se encuentra una impresionante fortaleza, una de las más importantes del Valle, levantada para proteger las fronteras del Imperio. A partir de 1242 el señoría de Bard pasó a manos de los Saboya.
Cuando las tropas de Napoleón Bonaparte llegaron a la zona en 1800, se encontraron una guarnición de 400 hombres y los eficaces sistemas de defensa de la fortaleza les llevaron dos semanas para vencerlas. Tras estos hechos, Napoleón lo hizo desmantelar por lo que el castillo que vemos hoy en día es una reconstrucción de 1830 pero antes de acabar el siglo, cayó en decadencia, utilizándose para diferentes fines hasta que en 1990 lo adquirió el gobierno autonómico del Valle de Aosta que llevó a cabo un completo proceso de restauración. En él se pueden ver exposiciones y alberga el Museo de los Alpes.
CASTILLOS DE ISSOGNE Y VERRÈS
Se encuentran a pocos kilómetros uno del otro.Issogne es sede de un espléndido castillo, no tanto por su aspecto exterior sino por ser uno de los mejor conservados, ya que la mayor parte de lo que contiene es original.
Perteneció a los obispos de Aosta y a finales del siglo XV, el prior de S.Orso, Giorgio di Challant, lo transformó en una lujosa residencia renacentista para su prima Margarita de La Chambre y su hijo Filiberto. Pasó por varias manos y en 1872 lo adquirió el pintor Vittorio Avondo que lo cedió al Estado en 1907.
El patio porticado es espléndido y en el centro destaca la fuente octogonal con un granado de hierro forjado, una verdadera filigrana. La granada es el símbolo de la familia Challant.Los pórticos están decorados con frescos que reproducen escenas de la vida cotidiana: un mercado de frutas y verduras, un sastre, la carnicería, panadería, el cuerpo de guardia … una maravilla.
El guía nos conduce por las diferentes plantas de la residencia donde podremos ver el comedor y la cocina, la gran sala del barón, la capilla y diferentes habitaciones.
Horario:Del 25 de marzo al 30 de septiembre: 9.00 – 19.00 horas todos los díasDel 1 de octubre al 31 de diciembre: de 10.00 - 13.00 y de 14.00 a 17.00 (cierra los lunes)
Desde Issogne se observa a lo lejos un castillo en lo alto de una roca, se trata del Castillo de Verrès y nos dirigimos hacia allí.
El nombre de la localidad de Verrès, conocida ya por los romanos con el nombre de Vitricium, tiene su origen en la cantidad de comercios dedicados al vidrio. El castillo se trata de una fortaleza feudal construido en 1390. Su originalidad radica en su forma, un enorme cubo de piedra de 30 metrosde lado.Sólo visitamos sus exteriores pero parece que sus chimeneas son espléndidas.
Horario:Del 25 de marzo al 30 de septiembre: 9.00 – 19.00 horas todos los díasDel 1 de octubre al 31 de diciembre: de 10.00 - 13.00 y de 14.00 a 17.00 (cierra los lunes)
CASTILLO DE FÉNIS
Posiblemente sea el castillo más conocido del Valle de Aosta y su aspecto es el de un auténtico castillo medieval, con sus torreones y almenas. En este caso no se construyó con finalidad defensiva, sino como residencia de la familia Challant, la familia que dominó el Valle de Aosta durante la Edad Media y Renacimiento.
El castillo perteneció a los señores de Challant hasta 1716. Como la mayoría de castillos y fortalezas, también vivió un largo período de abandono utilizado como establo y pajar. Actualmente pertenece también al gobierno del valle de Aosta y alberga el Museo del Mueble valdostano.Horario:Del 25 de marzo al 30 de septiembre: 9.00 – 19.00 horas todos los díasDel 1 de octubre al 31 de diciembre: de 10.00 - 13.00 y de 14.00 a 17.00 (cierra los lunes)
Precio:Entero:€ 7,00Reducido:€ 5,00 (grupos más de 25 personas y universitarios)Menores:€ 2,00 (estudiantes de 6 a 18 años, grupos de escolares)
Conscientes de que no podíamos visitarlos todos, hicimos caso a las recomendaciones de Simona y visitamos los Castillos de Saboya y de Issogne dejando para una futura ocasión el de Bard, Verrès y el de Fénis. Y para acabar, os dejo dos recomendaciones de restaurantes:
Albergo la Posta en Issime y La Trattoria Ramo Verde en Carema.