Revista España

Ruta de los lagares rupestres de San Esteban de la Sierra

Por Rutasporespana @RutasporEspana

Ruta de los lagares rupestres de San Esteban de la Sierra

Hoy recorremos una de las rutas de senderismo más curiosas de la Sierra de Francia, un recorrido circular de alrededor de 13 kilómetros y una duración de unas cinco o seis horas. Una ruta adecuada para toda la familia, donde podemos recorrer los hermosos paisajes de las Sierras de Francia y de Béjar, y que permite apreciar la huella humana impresa en los lagares rupestres, bancales, cultivos, huertos, fuentes, eras, corrales, etc.

¿Qué son los Lagares Rupestres?

La tradición vitivinícola milenaria de San Esteban de la Sierra queda patente en esta Ruta de los Lagares Rupestres. Los lagares son pequeñas cavidades excavados por el hombre en la roca en un pasado remoto. Tales estructuras, eran el primer proceso en la elaboración del vino, y la podemos encontrar tanto en la península como en otros países mediterráneos. En este itinerario podemos encontrar lagares de uno y dos recipientes (los más frecuentes son los de dos). En la pila mayor se realizaba el pisado de la uva y en ocasiones el prensado. A través de un agujero o bocín la pila mayor se comunica con la menor o pilón, donde se recogería el mosto.

Empezamos la ruta

La "Ruta de los Lagares Rupestres" tiene su salida desde la Bodega Cooperativa de San Esteban (junto a la carretera de acceso al pueblo) por el camino del Guijarral y recorre los pagos de Bajenoso, Valmedroso, Las Huertitas, Majallana, Muñiquero, Los Pajares, La Jara, Bardal y Majahonda; en una ruta circular de aproximadamente 13 kilómetros.

Saliendo por el camino de El Guijarral y salvando la primera cuesta se llega en unos 800 metros al Alto del Guijarral. Desde este punto podemos descubrir la bella estampa de San Esteban de la Sierra y los bancales.

Continuamos ascendiendo suavemente y enseguida llegamos al primero de los lagares. Entramos de lleno en el pago de Bajenoso, en otro tiempo intensamente explotado desde los Callejones hasta el Risco de la Dehesa. Para poder ver el primer lagar (Lagar de Bajenoso I) debemos salimos del camino por la izquierda.

De vuelta al camino a unos 200 metros nos volvemos a salir a la izquierda para ver el segundo de los lagares (Lagar de Manolo). Sin volver al camino detrás del lagar hay un mirador que merece la pena acercarse.

Volvemos de nuevo al camino, un kilómetros más adelantes llegamos a un pequeño bosque de robles. En una curva pronunciada nos encontramos unos huertos y poco más adelante una fuente de agua. Otros 500 metros más, tomaremos un desvío a la derecha para ver el siguiente lagar, el lagar de Valmedroso.

Desde el Alto de Valmedroso y Cantarrana, hasta Randino, el Prado Concejo y el lecho del Alagón se extiende el amplio pago de Las Huertitas. Un curioso paraje de lanchones graníticos, bolas berroqueñas, marmitas y caprichosas formas, fruto de la erosión. Siguiendo el camino de frente a medio kilómetro llegamos a Peña Caballera con un original lanchón de granito en aparente equilibrio inestable. Desde este lugar se obtienen maravillosas vistas del pago.

Volvemos por donde hemos venido hasta desembocar en el camino principal y continuamos por la derecha. Atravesando por un bosque de robles, fresnos, cerezos silvestres, castaños y pinos, para llegar a 500 metros al lagar de Las Huertitas I.

Seguimos de nuevo por la pista principal y en otros 500 metros llegamos a Randino. En este lugar estuvo uno de los cuatro lugares que antaño conformaron el municipio de San Esteban. Nos encontramos en el pago de Las Huertitas, donde el bosque cada vez gana más terreno ante el generalizado abandono de los campos de labor. Tiempo atrás ocupado por viñedos, frutales, cereal y huertos.

Seguimos avanzando en dirección Este. Un kilómetro y tomamos una bifurcación a la derecha. 700 metros y habremos salido del bosque, y encontraremos los restos de un corral para el ganado.

A los 100 metros otra bifurcación a la izquierda, nos lleva de nuevo al bosque. Iniciando una ascensión suave por los pagos del Jardito, Majallana hasta llegar al paraje y lagar del Muñiquero. El lagar está en una zona cercada para el ganado y es el lagar de mayor dimensión de la localidad. Se halla en muy buen estado de conservación y aporta como novedad dos anclajes laterales diferentes a los ya vistos. Muy cerca encontramos el Mirador de Majallana que abarca las cumbres de Béjar, la Sierra de Gredos, la alta cuenca del río Alagón y la Sierra Menor.

Comenzamos el descenso y enseguida nos encontramos dos bifurcaciones. En ambas tenemos que tomar la de la derecha. Caminamos otros 500 metros y llegamos a Los Pajares. Este lugar era un primitivo caserío y lugar de trashumancia. Mantiene los restos de casetas dispersas con corrales. En los alrededores se han localizado once lagares rupestres, algunos con una estupenda conservación.

Más adelante del núcleo principal de los Pajares, nos encontramos el esqueleto de lo que fuera una caseta de cierta entidad con la era delante del caserío y los corrales. Continuamos el descenso y a la izquierda del camino tenemos la conocida Era del Tío Pablo, de características similares a la anterior y en muy buen estado de conservación.

Traspasada una caseta restaurada y junto a una curva pronunciada, el camino de la izquierda nos lleva hasta el último lagar señalizado del recorrido que nos permite ver una lagareta con otro modelo de anclaje de prensa que había estado oculto por tierra.

Al finalizar las casetas de Los Pajares, el amplio camino en descenso sigue paralelo a la carretera que desde San Esteban lleva a Los Santos. Otro kilómetro y llegamos al mirador de la Cruz del Monte, un mirador donde hay dos mesas de piedra con bancos desde donde recrearse con el paisaje de las Sierras de Francia y Béjar. A sus pies, tierras de viñedo, olivares, frutales y los núcleos de San Esteban y Santibáñez. Y a lo lejos la Peña de Francia.

Volvemos a iniciar el camino. 500 metros y llegamos a una carretera asfaltada. Caminamos por la carretera en dirección Oeste durante 200 metros y enseguida tomamos la pista que sale a nuestra derecha hasta alcanzar el camino del Guijarral que es por donde empezamos la ruta. En este tramo final conectamos con la ruta de olivos centenarios (Catedralesvivas), donde uno de los olivos más famosos en el olivo Señero.

Ya solo queda seguir por la izquierda poco más de un kilómetro hasta alcanzar la Bodega Cooperativa de San Esteban para terminar la ruta.

Y terminamos la ruta dando una vuelta por San Esteban de la Sierra para descubrir su arquitectura típicamente serrana.

Más información

Dónde dormir

Si quieres pasar un fin de semana en San Esteban de la Sierra y realizar esta ruta tan original, aquí tienes los mejores alojamientos de la zona:


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