Desde tiempos inmemoriales, Vietnam ha sabido acoger todo tipo de religiones de diferentes países. Los vietnamitas aprendieron a convivir con el ‘extranjero’ en casa (recordemos que estuvieron dominados por chinos, japoneses, franceses y americanos) a la vez que adoptaron muchas de sus costumbres; por supuesto, la religión también formó parte de este proceso de aculturación. Con el paso de los años, Vietnam se ha convertido en un país que acoge religiones como el Confucianismo y Taoísmo (de influencia china), Budismo, Catolicismo, Caodaísmo (una religión originaria del sur de Vietnam), Hinduismo, Islam y otros pequeños grupos (existe una comunidad reducida de 200 judíos en Ho Chi Minh City).
Un practicante del Caodaísmo a las puertas del templo
A pesar de ser uno de los países más ateos del mundo en la actualidad, la reforma Doi Moi que el gobierno llevó a cabo en el 86 marcó el inicio de una tolerancia religiosa sin precedentes hacia las numerosas creencias que convivían en el país. Vietnam recoge ahora los frutos ya que ha conseguido posicionarse como uno de los destinos espirituales más reclamados a nivel mundial, bien sea por sus festivales sagrados o retiros espirituales que prometen aportar paz interior para aquellos que los prueban. Comencemos nuestro peregrinaje espiritual por Vietnam
La religión como pilar fundamental
Antes de mencionar los lugares y razones que convierten a Vietnam en uno de los destinos espirituales más populares en la actualidad, debemos explicar la importancia que tienen algunas practicas religiosas en el país del dragón ascendente. Mientras la modernidad y el capitalismo continúan transformando la sociedad vietnamita, los vietnamitas consideran la religión como uno de los pilares básicos para preservar su cultura y se aferran a ella para ayudarles a entender los cambios vertiginosos que se suceden en el país.
Las pagodas representan el lugar de culta del Budismo
Los viajeros que visiten Vietnam por primera vez tardarán poco en darse cuenta de la importancia que los vietnamitas dan a sus ancestros y los numerosos rituales que existen para rendir tributo y mostrar su cariño hacia los fallecidos. Estas prácticas forman parte de la cultura local ya que se hacen con el fin de volver a los orígenes de uno, uniendo familias y comunidades.
Adéntrate por los callejones de ciudades y pueblos vietnamitas para ver el verdadero Vietnam y comprobar como dentro de las casas lucen altares adornados por flores y frutas en honor a los ancestros. Pero no creas que solo se venera a los familiares fallecidos, los héroes de guerra y figuras políticas también tienen su hueco en estos rincones de adoración. Como veremos más adelante, el ritual hacia los ancestros también forma parte del peregrinaje hacia los lugares sagrados.
Un altar que rinde tributo a los ancestros suele encontrarse en las casas vietnamitas (al fondo a la derecha)
Festivales y Lugares Sagrados
Bai Dinh
Ubicada en la provincia de Ninh Binh (al sur de Hanoi), Bai Dinh es la pagoda más grande de todo el Sudeste Asiático. Se trata de un complejo de templos budistas que acoge diferentes estructuras como la antigua pagoda (ubicada a los pies de la colina) o las nuevas instalaciones que fueron construidas por aldeanos locales en el 2013. Destacan el Gran Buda sonriente (ostenta la mayor curva de la felicidad jamás vista ya que es la estatua de bronce más pesada de toda Asia), la torre de la campana de 22 metros de altura (50,000 VND de entrada para subir) o las miles de estatuas repartidas por todo el complejo.
La mala noticia es que la pagoda de Bai Dinh también destaca por la ardua subida hasta su punto más alto, una travesía con cientos de escalones. Un peregrinaje en toda regla, vamos. Aunque la recompensa espera a final del camino: unas increíbles vistas de las montañas que caracterizan a la provincia de Ninh Binh.
Vistas del paisaje de Ninh Binh
El sexto día del año (según el calendario lunar), Bai Dinh atrae a miles de peregrinos de todos los lugares del mundo para celebrar un festival de tradición budista. Este acontecimiento solía durar una semana pero ahora el gobierno lo ha convertido en una festividad que transcurre durante toda la primavera. De esta manera, las más de 700 hectáreas de complejo se llenan de grupos de jóvenes, mayores, turistas y monjes budistas que disfrutan de varios días de celebración.
Yen Tu
A 1,068 metros sobre el nivel del mar, la montaña de Yen Tu (al este de Hanoi) está considerada la capital del Budismo Vietnamita. La historia data del siglo XIII cuando el rey-monje Tran Nhan Tong decidió abdicar a la edad de 35 años para dedicar el resto de su vida a la práctica del budismo en esta montaña. Decidió fundar aquí la primera escuela de Budismo Vietnamita llamada Truc Lam (Budismo Zen Vietnamita).
Los peregrinos colocando sus ofrendas durante los días de festival en Yen Tu
El festival Yen Tu tiene lugar el décimo día del año (según el calendario lunar) y transcurre hasta el final del tercer mes. Se trata del mayor festival de primavera para los budistas, atrayendo a numerosos peregrinos que recorren 30 km a pie para alcanzar el punto más alto de la montaña. El festival reunió a 3,800 personas durante su primer día el pasado año, superando los dos millones visitantes durante todo el festival.
Bà Chúa Xứ
Desde principio de los ’90, el santuario de Bà Chúa Xứ (Diosa del reino), ubicado cerca de la frontera con Camboya en la provincia de An Giang, se ha convertido en uno de los lugares espirituales más visitados de todo el sur de Vietnam con más de un millón de visitantes cada año. La también llamada Diosa negra protege a los habitantes del Mekong y aporta fertilidad a unas tierras que producen el 60% de los alimentos que abastecen a todo el país.
La leyenda cuenta que en lo alto de la montaña Sam se encontraba una bonita estatua de piedra que los invasores intentaban sustraer cada vez que subían. Un día, una pequeña niña del pueblo cercano (Vĩnh Tế), tuvo una premonición sobre la estatua y ordenó a los locales que debían bajarla a la aldea. Desde aquel día, la Diosa ocupa el santuario donde miles de peregrinos la visitan cada año del 23-27 del cuarto mes lunar.
La quema de dinero (falso) y otras objetos forma parte del rito budista
Dice la creencia que esta diosa protege a las mujeres emprendedoras (la figura de la mujer en Vietnam es muy importante ya que son ellas las que gestionan todos los pequeños negocios), además de contribuir a su fertilidad y multiplicar todo lo que toca incluyendo el dinero. Si invocas la ayuda de Bà Chúa Xứ, debes hacer una peregrinación hasta su santuario para agradecerle su bendición (por lo vista también guarda rencor a aquellos que no cumplen su promesa). Tradicionalmente, los hombres deben visitar este lugar sagrado una vez al año durante 9 años mientras que las mujeres solo 7.
Monasterio Truc Lam
Antes hablábamos del fundador del Budismo Zen Vietnamita (el rey-monje Tran Nhan Tong). Bueno pues el lugar de culto más importante del país que promueve esta rama del budismo se encuentra en Dalat, una preciosa ciudad que se encuentra situada en las montañas del centro de Vietnam.
Monasterio de Truc Lam en Dalat
Este monasterio es una de las atracciones más populares de Dalat (se puede subir en teleférico), ya que impresiona ver como los monjes hacen su rutina diaria ajenos al trasiego de visitantes. La gran mayoría de ellos hablan Inglés, pero solo si tienes suerte de entablar conversación con aquellos que no practican el voto de silencio. Son muchos los vietnamitas que acuden de todas partes del país para realizar sus estudios de meditación en este lugar de culto debido a que la escuela sigue las lecciones del venerable maestro budista Thich Thanh Tu.