El caldero negro debería llamear. Ya veis, nada
Luego continuamos por la calle Alcalá, donde nos hablaron de edificios interesantes de la calle y vimos la maqueta de Gran Vía. Llegados a Cibeles, tras conocer la historia de esta fuente y de Neptuno, y que se quiso hacer una especie de circo romano en la zona, seguimos avanzando, con parada en la estatua de Apolo de por medio, hasta el museo Thyssen, donde nos hablaron del triángulo del arte y acabamos la visita.Lo más divertido y curioso de la visita (aunque resulta penoso para la ciudad de Madrid) ha sido cuando el guía nos dijo que en unos metros llegaríamos al monumento del dos de mayo, que tiene una llama eterna a los caídos por España. Contó como anécdota que se apagó un día por no pagar el gas... y ¡la encontramos apagada!Pero bueno, anécdotas aparte, debo decir que ha sido mucho mejor de lo que esperaba. Esta zona la tengo aún más pateada que la de la ruta anterior, pero aun así ha logrado sorprenderme y hacerme aprender un montón de cosas nuevas. De nuevo os lo repito: si tenéis oportunidad, haced las rutas de Plaza Mayor.Follow @DeborahFMu