Ruta por el legado milenario de China

Ruta por el legado milenario de China

Entre Beijing y Shanghai se extiende un país impresionante y lleno de contrastes. Pasamos de ríos y montañas a ciudades milenarias repletas de templos y palacios o bien a grandes urbes rodeadas de grandes rascacielos. Por si aún no has identificado el país del que hablamos hoy, estamos hablando de uno de los países más extensos y con más cultura de nuestro planeta, la China. Por ello os queremos mostrar cinco etapas, en cinco ciudades, que no os podéis perder en vuestra escapada al país imperial:

1- Beijing:

La capital de China es una visita obligada, no nos podremos ir de Pequín sin visitar la Ciudad prohibida o pasear por alguno de los numerosos tramos de la Gran Muralla. Tu visita te llevará por la plaza de Tiananmen(una delas plazas más grandes del mundo), fuente del poder político y militar del país para dar rápidamente a la ciudad prohibida que se abre paso en un costado de la plaza, la residencia imperial de la dinastía Ming.

2- Xian:

Famosa por el yacimiento

de guerreros de terracota encontrados no es por lo único que se debe visitar esta bella ciudad. En ella, podemos disfrutar también de bellos palacios y templos. Xian también fue epicentro del imperio chino durante un tiempo y es por ello, que aquí podemos disfrutar de la historia del país. En ella podemos disfrutar del palacio imperial, pero también de su conocida necrópolis, con réplicas exactas de sus guerreros hechas de terracota. Hasta hoy más de 8000 soldados fueron enterrados allí. Además en su época de esplendor contaba con más de 200 palacios gracias a la importancia de la ruta de la seda, aún  hoy en día muchos de estos palacios siguen en pie y se pueden visitar. Otro de los puntos fuertes de la ciudad es su mezquita, donde podemos disfrutar de su mezcla arquitectónica islámica y china.

3- Guilin:

Las montañas de caliza y los arrozales hacen posible que en esta región veamos una China completamente distinta a la de las otras 2 etapas. En esta región podemos aprender mucho sobre la cultura del arroz y admirar sus paisajes. Durante esta etapa podemos contemplar la china más clásica y contemplar tradiciones ancestrales de la ciudad. Con esta etapa parece que hayamos cambiado de país, olvidamos las grandes obras arquitectónicas y las grandes urbes, para pasar a un paisaje montañosos y verde.

4- Suzhou:

Gracias a sus canales

y al delta del rio Yangtsé, en esta región podemos disfrutar de hermosos paisajes y de más de 60 jardines cargados de historia, dichos jardines tienen más de 500 años y la mayoría de ellos fueron un retiro espiritual. Puentes de madera zigzaguean, corredores por encima de lagunas o rocas que imitan a cuevas en una montaña son ejemplos de lo que podemos encontrar en dichos jardines, esta zona nos invita a coger una bicicleta y pasear por sus paisajes serenos.

5- Shanghai:

Con esta parada, llegamos a la China más moderna, con el barrio financiero de Pudong, podemos disfrutar de grandes rascacielos que contrastan con la china más tradicional que también convive en la zona. La capital financiera de china nos muestra una ciudad vanguardista con rascacielos, pero como buena ciudad capitalista que es, las compras son otro de los puntos fuertes de la ciudad. Pasear por la calle Nanjing, la vía comercial más grande del mundo, la cuál nos conducirá hasta el museo de Shanghai, donde podremos descubrir como ha llegado a evolucionar la ciudad desde su creación a través del arte y su mobiliario. Pero no todo Shanghai nos evoca al capitalismo actual, también podemos disfrutar de su urbanismo primigenio en el barrio de Xintiandi donde parecerá que nos traslademos a una ciudad portuaria del s. XIX.

Con este recorrido podemos ver las dos caras de China separados por no más de 1300 kilómetros, pasamos del antiguo poder imperial al modernismo imparable de Shanghai pasando por grandes paisajes por el camino. Es una buena ruta si estás pensando viajar a China, con ella podrás conocer gran parte de la variedad que hay en este país.

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