El III Reich dejó en la capital de Austria su huella. Y aunque en la actualidad algunos no sean demasiado visibles tienen gran importancia histórica para conocer el pasado de Viena durante el nazismo y la Segunda Guerra Mundial. Viena, al igual que Berlín, fue dividida en cuatro zonas por los aliados. Esta división finalizó en mayo de 1955.
Nuestra ruta empieza por Adolf Hitler, ya que además de austriaco (nació en Linz) vivió en la ciudad y en cuya escuela de Bellas Artes (que podemos visitar en la Schillerplatz) intentó entrar sin éxito. Tiempo después el joven Adolf se tiene que buscar la vida vendiendo postales que el mismo pinta. Cuando estalla la Gran Guerra, viaja a Múnich y se alista en el ejército alemán. Durante su estancia en Viena vivió en Stumpergasse, 31, muy cerca de Mariahilferstrasse, con Ausgust Kubizek, como subarrendados del checo Frau Zekrys. Hitler abandonó la vivienda al no poder hacer frente al alquiler. Actualmente nada indica que vivió en esa casa. Tambien vivió en Felberstrasse 22, más económica, hasta que definitivamente se quedó sin dinero.
Uno de los lugares más importantes de la ciudad es la Heldenplatz, o plaza de los Héroes. En esta plaza se han sucedido muchos hechos históricos de gran importancia pero el más significativo fue el momento del anuncio que hizo Hitler en 1938 de la anexión de Austria al III Reich, en lo que se conoce como “Anschluss”.
Otro de los lugares emblemáticos de la Viena Nazi es la Rathausplatz que hasta 1945 se llamó Plaza de Adolf Hitler. En el Museo del Ejército se puede ver el busto y la placa con el nombre de la plaza que en ella se encontraban. En la actualidad es una plaza muy concurrida y animada. En ella se celebran todos los años el "Life Balls", el mayor acontecimiento de apoyo a los afectados de VIH de Europa.
Pero Viena tiene dos plazas con un triste pasado. Una es la Schwedenplatz, donde se encontraba el cuartel general de la Gestapo, que anteriormente fue un hotel. En la actualidad no existe este edificio y en su lugar se encuentra un monumento a las victimas del fascismo. La otra plaza es la Judenplatz, donde se encuentra el Memorial del Holocausto, también conocido como la Biblioteca sin nombre. Frente al Museo Albertina, en la Albertinaplatz, se encuentra el monumento contra la guerra y el Fascismo, de 1991.
En Schwarzenberg nos encontramos con el Monumento a los Héroes del Ejército Rojo, una impresionante figura de 12 metros de un soldado soviético que recuerda a los 17.000 caídos en la Batalla de Viena.
Lo más destacable de la ciudad de su pasado de la Segunda Guerra Mundial son sus flaktürme, o torres antiaéreas. Las flaktürme se encuentran en Augarten, Rochusmarkt y en el Esterhazypark, muy cercana a una de las zonas más comerciales de la ciudad y que es muy usado por los aficionados a la escalada.
Las flaktürme formaban siempre parejas. La de la fotografía, que se encuentra en Augarten, es una "torre G" (Gefechtsturm), armada principalmente con 4 cañones de 128 mm. La otra era una "torre L" (Leitturm), que servía para dirigir las defensas. Las torres no solo sirvieron para defenderse de los ataques aéreos de los Aliados. También se utilizaron como refugio para decenas de miles de personas.
Aunque Viena está llena de historia e impresionantes monumentos de su época más gloriosa, tambien es una ciudad moderna con una vida comercial y social intensa, con una forma de entender la vida muy mediterránea.
En 2019 se celebró el 70 aniversario de la película "El Tercer Hombre", rodada íntegramente en la Viena post Segunda Guerra Mundial. Hay un museo sobre la película en Pressgasse, 25.
Para saber más:Viena Directo
Caminos que no llevan a Roma
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