Nos encontramos en uno de los municipios más importantes de la provincia de Ávila, y uno de los más poblados de los que forman el parque regional de la Sierra de Gredos. Aún así seguramente su nombre no te sonara mucho, pero si te digo que en su término municipal se encuentra las Grutas del Águila, seguro que las conocerás.
Somos muchos los que hemos estado de pequeños para contemplar esta maravilla de la naturaleza, con sus estalactitas y estalagmitas con formas extraordinarias. Pero seguro que pocos se han acercado a Arenas de San Pedro.
Para llegar desde Madrid deberemos coger la A-5, hay 175 km (se tarda algo menos de 2 h). Una vez a la altura de Talavera de la Reina, veremos la salida de la autovía para Arenas de San Pedro. Pese a ser un pueblo importante en Ávila el transporte es escaso, desde Madrid es la empresa SAMAR quien realiza el recorrido, aunque si queremos ir a Las Grutas del Águila no disponen de parada, ni hay ningún medio de llegar hasta allí, por lo que será indispensable el coche.
Grutas del Águila
Por la carretera que nos lleva a Arenas de San Pedro, llegaremos a Ramacastañas, una de las pedanías de Arenas, desde aquí tenemos el camino que nos lleva a las cuevas que se encuentran a unos 5 km. Por suerte el aparcamiento es gratuito, y dispone de un bar para comer. Si bien como es costumbre en cuevas de este tipo, la entradas son caras (7,5 € persona).
Una vez dentro, un vigilante nos conducirá a una gran sala donde por un camino circular sin ninguna dificultad podremos ir viendo las diferentes formas caprichosas que se han ido formando gota a gota tras millones de años.
Como nos dijo el vigilantes, que no guía, este tipo de visitas no son guiadas (sólo disponible para los que vienen con agencia). Aunque tuvo el detalle de contarnos algunas cosas sobre su descubrimiento y señalar con la linterna algunas de las figuras más interesantes, se hubiera agradecido que por el precio de la entrada, hubiera una visita guiada y explicativa del lugar, y no limitarnos a dar vueltas. Un aspecto que le quita valor a un lugar tan impresionante como éste.
Tras la visitas de las cuevas, antes de coger el coche, merece la pena disfrutar de las vistas de la Sierra de Gredos que tenemos de fondo. Nuestra siguiente parada será el acercarnos a conocer la localidad de Arenas de San Pedro.
Vistas de la Sierra de Gredos
En aparcamiento en el centro está un poco mal, así que os recomiendo probar por la zona después del río, suele haber sitio. Una vez en Arena si hemos aparcado cerca del río, veremos unas pasarelas que van siguiendo el cauce hasta llegar al puente romano (aunque el actual es medieval), un recorrido para no perderse.
Puente romano o más bien medieval
De vuelta, llegamos al Castillo de Álvaro de Luna o de la Triste Condesa, ya que su última dueña tras enviudar firmaba todas las cartas como “La Triste Condesa”. Tras su paso como cementerio de la localidad (no os preocupéis que los cuerpos ya se han retirado), donde se eliminó el tejado que cubría el patio de armas, de lo que sólo queda las marcas en los muros. Finalmente hoy es auditorio, museo y sala de exposiciones.
Castillo de Álvaro de Luna
Su magnífico estado merece una visita, aunque hay que estar pendiente de los horario, ya que las visitas (guiadas) sólo se realizan a determinadas horas, fuera de ellas el castillo permanece cerrado, ya que lo lleva las misma gente que la oficina de turismo así que tienen que ir y volver.
Tras conocer el castillo nos dirigimos a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Se levantó por orden de Don Ruy López Dávalos, primer señor de Arenas, a finales del siglo XIV en estilo gótico, aunque posteriores intervenciones fueron enriqueciendo su estructura inicial.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Seguimos en dirección a la parte alta de la ciudad para disfrutar de las vistas desde el Palacio del Infante Don Luis de Borbón. El edificio data 1780 de estilo neoclásico, ocupando la zona conocida como el alto de la Mosquera. Aunque se encuentra bastante deteriorado, se utiliza para celebrar exposiciones y conciertos.
Palacio del Infante Don Luis de Borbón
Ya a la entrada de la localidad, encontramos paralelo al rio la carretera que nos lleva al Santuario de San Pedro de Alcántara, situado a 3 km. El camino bien merece recorrerlo andando para disfrutar del paisaje, preferiblemente en otoño.
Santuario de San Pedro de Alcántara
El monasterio es del siglo XVIII, cuando fue construido con ayuda de Carlos III sobre planos de Ventura Rodríguez. Destaca su gran cúpula y en su interior la iglesia de San Pedro de Alcántara que incorpora la real capilla del mismo nombre.
Finalizamos nuestra visita a Arenas de San Pedro, fuimos con la idea de ver las Cuevas pero tras visitar la localidad, nos llevamos una grata sorpresa por descubrir un lugar precioso, y poco conocido.
Más información
Web de Turismo de Arenas de San Pedro: http://arenasdesanpedro.es
Dónde comer en Arenas de San Pedro
Uno de los más recomendables es el Restaurante Los Galayos (Plaza Pontevedra, 6) donde podemos disfrutar de la comida castellana y sobre todo el chuletón de Ávila y el cochinillo.
Dónde dormir en Arenas de San Pedro
Arenas de San Pedro es una ciudad grande, pero que se puede ir a todos lado andando, además de tener una ubicación esplendida para conocer el Valle del Tiétar y la Sierra de Gredos. Si no quieres buscar entre cientos de alojamientos, te lo ponemos fácil, aquí tienes los alojamientos más interesantes de Arenas de San Pedro.
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