La Playa de las Catedrales abarca más de 10 km de los que nosotros probablemente sólo caminásemos uno, y sin duda no era el más hermoso. Al final, habrá que volver, aprovecharemos para visitar Foz en esa ocasión, y creo que accederemos directamente desde Asturias. Tenemos que ir a Asturias todavía.
Recomiendan que si realizas el trayecto completo, regreses en vehículo y no caminando ya que es agotador. Pero toda la información la encontraréis en la web oficial.
Me encantó esta estampa, con el reflejo y la madre con su hijo.
Arena tan fina como harina, una playa llana y cómoda donde podías correr descalzo fácilmente.
Casi laberíntica, podías escoger diferentes recorridos entre las descomunales formaciones rocosas.
A cada paso encontrabas cuevas en las que goteaban las rocas.
Y de repente, entre todas ellas, una de la que salía música de un acordeón. Al final del reportaje os mostraré un video en el que se puede apreciar mejor la sensación.
También, al final del reportaje, os mostraré esta panorámica de más de 360º, en la que lo único que no reflejé fue el suelo, pero el cielo está completo. Vista así, no parece la misma foto.
Teníamos desgraciadamente muy poco tiempo y no fuimos ataviados para el baño, pero una servidora se quedó en bragas y camiseta y se adentró en el agua, y de no haber sido por las prisas y porque llevaba el móvil en la mano, se habría dado un buen chapuzón. Amenazo fehacientemente con volver.
La erosión del viento y la arena provoca que las rocas parezcan una inmensa tarta hecha a base de láminas.
Hacia el fondo el paisaje prometía ser todavía más hermoso de lo que estábamos conociendo, pero la marea estaba empezando a subir y debíamos marcharnos (no dejábamos de llevar un carro con un bebé de mes y medio).
Brillos de espejo de la arena mojada con una capa milimétrica de agua de mar.
Si antes mostrábamos al acordeonista desde casi fuera de la cueva, en esta ocasión se muestra desde lo más profundo, y la gente entrando. Apréciese la humedad en el ambiente.
Un detalle de la junta entre dos rocas. Aquí chorreaba el agua dulce.
De retirada. Si la marea hubiese subido, habría sido complicado salir de aquí a nado.