Ruta por Gante

“Lo mejor de los viajes es lo de antes y lo de después.” (Maurice Maeterlinck)

La frase de hoy pertenece a un premio nobel de literatura, concretamente a un Gantés. Si quieres conocer más sobre la ciudad de Maurice, que ruta seguir, que cosas ver en Gante, que curiosidades puedes encontrarte, o simplemente disfrutar de unas cuantas fotos de esta ciudad Belga, sigue leyendo.

Después de ver Bruselas, decidimos que teníamos tiempo suficiente para trasladarnos a otras ciudades. En Bélgica las distancias en tren son relativamente cortas, asique fue bastante fácil poder movernos a otros lugares tal y como os comenté en una de las entradas anteriores.

Una de las ciudades que elegimos visitar fue Gante, la capital de Flandes Oriental. Gantes está a tan solo 30 minutos en tren desde Bruselas (tren directo).

Una vez en la estación puedes decantarte por dos opciones:  ir caminando hasta el centro (unos 30 minutos andando) o tomar uno de los tranvías que hay justo nada más salir de la estación y llegar en 10 minutos. Nosotros elegimos esta opción, para ello nos bajamos en la parada Korenmarkt y desde aquí comenzamos nuestra ruta por Gante.

Recomendación: ¡Llevad dinero suelto (monedas)! Las máquinas del tranvía no aceptan billetes.

1. Iglesia St. Nicolás (St. Niklaaskerk): La entrada es Gratis y está abierta de 10h a 17h. Está iglesia perteneció al gremio de los comerciantes (San Nicolás es su patrón). En 1566 un grupo de protestantes destruyeron toda la decoración gótica de su interior, y durante la Revolución Francesa fue utilizada como cuadra de caballos. Aun a pesar de todo eso tiene una belleza especial y es que su torre actúa como una especie de linterna natural iluminando prácticamente toda la iglesia gracias a ello.

Aquí tuvimos un evento un poco peculiar, un hombre local – que dicho sea de paso nos parecía párroco – nos paró en frente de la fachada de la iglesia y al oírnos hablar en español nos preguntó en castellano de donde éramos (entablar conversación le fue bastante fácil porque justo nos encontrábamos en la calle “Catalonie” y fue una buena forma de empezar). Al enterarse de que éramos de Madrid, y no de Cataluña, nos dijo que tenía un amigo en Madrid con el que se carteaba hace años: su majestad… Alberto Contador (si, seguro que todos habéis pensado lo mismo que nosotros, jamás nos imaginábamos que después de “su majestad” añadiría el nombre del ciclista Madrileño).

2. Casa gremial de los albañiles: Si no lo sabes de antemano creo que nunca te planteas que este edificio sea del gremio de los albañiles puesto que en su tejado hay unas cuantas veletas en forma de bailarines.

3. Campanario Berlfort: Si quieres obtener unas bonitas vistas de la ciudad puedes subir a su torre de 95 metros de altura (5€, cierran a las 18h). Como curiosidad podéis fijaros en que tiene un dragón en su parte más alta. Si tenéis que elegir entre subir a esta o a la de Brujas, me quedaría con la segunda. Luego un poco más adelante en nuestra ruta os contaré desde dónde saqué una instantánea de la panorámica de Gante sin tener que subir a la torre Belfort.

Como anécdota curiosa, en la plaza hay una campana que tocaban cuando venían a recaudar impuestos, el rey se enfadó cuando se enteró del uso que le daban y la hizo bajar a pulso (os daréis cuenta de que no es precisamente pequeña).

4. Mammeloker: No hace falta entrar porque el friso se ve en su exterior.  Era usado como cárcel, y recibe este nombre (“el que mama del pecho”) gracias a Cimón, quién fue sentenciado a morir de hambre pero no falleció porque su hija, quien le visitaba todos los días, le amamantó para que sobreviviera.

5. Catedral de San Bavon (St. Baafskathedraal): La entrada es gratis exceptuando la parte dónde se encuentra “la adoración al cordero místico”. La iglesia en si no es nada destacable por si sola, pero alberga uno de los púlpitos más bonitos y originales que he visto jamás representando el paraíso con Serpiente incluida (las fotos no le hacen justicia).

En esta misma plaza se encuentra el Ngent, es el teatro municipal y antigua casa de comediantes.

6. Castillo de Gerardo el diablo (Duivelsteen): La entrada es gratuita pero solo abre los lunes y martes (nosotros fuimos un viernes asique no pudimos entrar). Apuesto a que este sería uno de los edificios favoritos de la redacción de Cuarto Milenio porque primero fue cárcel, luego convento, orfanato, asilo de enfermos mentales e incluso estación de bomberos. Recomiendo rodearlo, por la parte de atrás hay unas vistas muy bonitas sobre el río.

7. Ayuntamiento (stad huis): La fachada es bastante original (muy del estilo al de Bruselas). Si seguis caminando hacia delante dejando el ayuntamiento a mano izquierda vais a llegar a la calle Werregarenstraat situada a vuestra derecha, también conocida como la calle de los grafitis, es el único lugar de la ciudad donde el Ayuntamiento ha autorizado esta actividad “grafitera” y va cambiando constantemente.

8. Galgenhuisje (el café más pequeño): Antes era una casquería donde las personas sin medios económicos compraban alimentos que, por motivos de higiene, no podían venderse en la Lonja de Carne (edificio rojo que hay justo al lado, si entráis dentro lo veréis con muchos jamones colgando del techo). La traducción de Galgenhuije es “la casita del patíbulo” y es que antes de ser  una casquería era dónde esperaban los presos a ser ejecutados.

9. Castillo de los condes (Gravensteen): Antes os conté que yo había obtenido una panorámica de la ciudad sin tener que subir a la torre Belfort, pues bien, fue desde lo alto de la torre del homenaje de este Castillo. La entrada son 8 € (pueden aplicaros descuento si tenéis menos de 26 años, 4 €), y en su interior hay un pequeño museo de la tortura (aunque he de decir que me gustó mucho mas el que tenemos en Santillana del Mar).

En la plaza que hay justo en frente del Castillo hay unas farolas, si parpadean significa que en Gante acaba de nacer un niño. También es una buena zona para detenerse a tomarse una cervecita y reponer fuerzas, nosotros lo hicimos en “t´Geduld“.

10.  Muelles de las hierbas y de los granos (Graslei y Korenlei): Cruzaremos desde el lado del Korenlei hacia el Graslei por el puente de la manzana  (appelbrugparkje) desde dónde tendremos una de las vistas más bonitas de la ciudad con el río, los muelles y la iglesia St Michiels de fondo digna de postal.

11. Iglesia de St Michiels: Desde este punto volvemos hasta Korenmarkt de nuevo para montarnos en el tranvía que nos vuelva a llevar hasta la estación.