La Costa Blanca es uno de los destinos favoritos para el verano, donde podemos disfrutar del sol y la costa, en sus cientos de playas de arenas blancas. Pero para aquellos que buscan algo más que pasarse el día tirado en la arena, esconde algunos destinos donde podremos además de la playa, disfrutar del paisaje, su patrimonio o recorrer sus calles con encanto. Así que si este verano buscas algo más o quieres descubrir lo que se puede hacer en la Costa Blanca cuando no es verano, aquí tienes nuestra recomendación.
1. Un lugar con un paisaje único, Calpe.
Por Calpe han pasado íberos, fenicios y romanos encontraron aquí un enclave privilegiado, gracias al Peñón de Ifach, una gran mole junto a la playa que sirvió como punto de vigilancia. En torno al peñón se desarrolló el actual núcleo de Calpe, entre ellos los Baños de la Reina, antigua factoría de salazones de la época romana.
Peñón de Ifach – Calpe
El casco histórico de Calpe está delimitado por las antiguas murallas, construida en el siglo XV para defender a la población de los ataques piratas. Junto al barrio morisco del Arrabal se conserva parte de la muralla y el Torreón de la Peça. Muy cerca, se alza la iglesia Antigua, del siglo XV, único templo gótico-mudéjar existente en la Comunidad Valenciana.
En sus alrededores se encuentra la Casa Nova, una típica masía de aspecto fortificado, o el Pou Salat, construcción que suministraba agua potable a los vecinos.
2. El mirador del mediterráneo, Altea
Al acercarnos a Altea por la carretera, podemos disfrutar de la bella panorámica de la ciudad sobre la Sierra Bernia. La población de Altea se asienta sobre un cerro, cuya mayor altura corresponde al campanario y la bóveda azul y blanca de la iglesia parroquial.
Panorámica de Altea
Desde la plaza de la iglesia se contempla toda la comarca. A partir de ahí descienden callejuelas empedradas y escalonadas, adornadas con pequeños miradores y glorietas, que discurren entre casas blancas. En este paisaje encontramos estudios de artistas y las tiendas artesanas.
En la parte baja encontramos la calle comercial del rey Jaime I, el barrio de los pescadores y el puerto. También el paseo marítimo y sus 6 kilómetros de playa, donde se alternan los cantos rodados con las pequeñas calas y acantilados.
3. Una de las iglesias más bonitas de la Costa Blanca nos espera en Benissa.
Benissa es un hermoso pueblo donde el mar y la montaña crean hermosos parajes. En sus 4 km de litoral se suceden algunas de las calas y acantilados más hermosas de la Costa Blanca. El senderismo es otra de las opciones que ofrece esta localidad, rodeada de montes y sierras como la de Bèrnia.
Además posee un casco histórico de estilo medieval, con edificios como la Lonja de la Constitución (siglo XV), palacetes renacentistas, calles llena de casonas con rejas de hierro labrado como la calle Desamparados y por supuesto su joya, la Catedral neogótica de la Marina.
Catedral de la Marina – Benissa
4. Una villa marinera de casas de colores, Villajoyosa.
Capital de La Marina Baixa, también conocida por “La Vila”. Su centro histórico amurallado, junto al río Amadorio, posee un curioso frente litoral ocupado por casas pintadas de colores para que fueran localizadas desde las embarcaciones por los marineros cuando volvían de altamar. La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, gótica, conserva un interesante retablo barroco.
Casas policromadas de Villajoyosa
En la costa encontramos la playa de Torres, donde se ubica el conjunto arqueológico de la torre de la Cruz y la de Sant Joseph, popularmente conocida como Torre de Hércules.
5. Más que la capital de la Costa Blanca, Alicante
La capital alicantina además de sus calles comerciales y playas, posee un pasado donde destaca el Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza medieval con unas vistas espectaculares de la ciudad, el Barrio de Santa Cruz, más conocido como el Barrio, es el casco histórico de Alicante y en el mismo podemos descubrir varios monumentos como la Basílica de Santa María y la Concatedral de San Nicolás que comparte estatus con la de Orihuela.
Castillo de Santa Barbara – Alicante
Finalmente entre sus museos destaca el MARQ, el Museo Arqueológico de Alicante, y Lucentum, el yacimiento arqueológico Tossal de Manises, corresponde a la antigua ciudad romana Lucentum.
6. Una ciudad única, doblemente patrimonio de la Humanidad, Elche.
Elche conserva importantes muestras de su pasado musulmán y del esplendor barroco. A su palmeral, Patrimonio de la Humanidad, se suma el Misterio de Elche (declarada por la UNESCO Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad).
A orillas del río Vinalopó se suceden las calles estrechas de trazado árabe de Vila Murada, el área con más historia de Elche. Aquí se alza la Calahorra, torre musulmana que formaba parte del recinto amurallado. Adosado a las murallas se construyó el Palacio de Altamira, que alberga el Museo Arqueológico Municipal. Otros puntos de interés son la Casa de la Vila o Ayuntamiento, la torre del Consell y la Basílica de Santa María, edificada sobre una antigua mezquita y varios templos cristianos.
Parque municipal – Elche
En extramuros, se encuentra el Convento de la Mercé. En su subsuelo se conservan unos baños árabes del siglo XII. Un poco más alejado de la Vila Murada se encuentra el barrio del Raval (antiguo morería y judería). El antiguo Ayuntamiento del Raval acoge el Museo de Arte Contemporáneo.
En un extremo se encuentra el Parque Municipal, el área más ajardinada del bosque de palmeras, que en su totalidad cuenta con más de 200.000 ejemplares. Dentro encontramos el antiguo molino de origen árabe, que acoge el taller municipal de Trenzado de Palma donde se confeccionan, de manera artesanal, las palmas que acompañarán las procesiones del Domingo de Ramos.
7. Uno de las primeras sedes universitarias de Alicante, Orihuela.
Después de Torrevieja, en dirección al sur, llegamos al litoral perteneciente a Orihuela. Su casco histórico posee 5 monumentos nacionales y un pasado ligado a su esplendor como centro universitario y sede episcopal.
En lo alto del monte de San Miguel encontramos las ruinas del Castillo de Orihuela y en la ladera sur el Seminario del siglo XV. Desde aquí descubrimos el Palmeral de Orihuela, el segundo más grande de Europa.
En la parte Este de la ciudad, encontramos la Iglesia de Santiago, del siglo XIV en estilo gótico catalán. Un poco más al norte se levanta el Santuario de Monserrate. Cerca está el Palacio Rubalcava (neobarroco, siglo XX), sede del Museo de la Reconquista que guarda objetos relacionados con las Fiestas de Moros y Cristianos. En su parte posterior está el Museo Arqueológico, con colecciones prehistóricas y el espectacular paso procesional “La Diablesa”.
Más al sur, en la Plaza de las Salesas, se ubica la Iglesia de Santas Justa y Rufina del siglo XIV. Al Este, en la calle Mayor encontramos la Catedral de estilo gótico y el Palacio Episcopal.
El Convento de Santo Domingo, conocido como “El Escorial de Levante”, fue sede de una universidad hasta XIX cuando se transforma en colegio. Al lado del Convento, en el lugar de la antigua muralla de la ciudad, se encuentra la Puerta de la Olma.
Convento de Santo Domingo – Orihuela
En el campus universitario, próximo al monte, se encuentra la Casa Museo de poeta Miguel Hernández y el Museo de la Muralla, que recoge fragmentos de ésta y de los baños musulmanes anexos.
Más información
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