En el corazón de la Comarca de El Bierzo, limitando con Galicia, encontramos Villafranca del Bierzo. Una localidad cuyo camino jacobeo junto con su rico patrimonio ha hecho de esta villa un importante centro turístico.
¿Cómo llegar a Villafranca del Bierzo?
Por carretera, la manera más sencilla es por la A-6, que une Madrid y A Coruña. La salida de Villafranca del Bierzo es la 407. En autobús, la mejor opción es desde la ciudad de Ponferrada.
¿Qué ver en Villafranca del Bierzo?
Tras descubrirse el cuerpo del Apóstol Santiago en el año 813, comienza la peregrinación a Compostela, convirtiéndose Villafranca en el último punto de descanso de los peregrinos antes de adentrarse en el angosto valle del río Valcarce. Una leyenda atribuye su fundación a vaqueiros de Tineo y Luarca que llegarían aquí buscando una vaca perdida, aunque el origen medieval es más probable, fruto de un asentamiento de peregrinos francos que explicaría su topónimo.
Le seguiría una comunidad de monjes cluniacenses, traídos por Alfonso VI para atender a los peregrinos, los cuales fundarían la abadía de Santa María de Cluniaco. Antes de acabar el siglo XII, el rey Alfonso VII otorgó el señorío a su hermana doña Sancha. Dada su posición estratégica y la prosperidad que el reportaba el flujo de peregrinos, su propiedad suscitó numerosas disputas.
En 1486, los Reyes Católicos transforman el Señorío en Marquesado, concediéndoselo a Luis Pimentel y Pacheco. Este hito marcó el inicio de un largo periodo de esplendor, que se reflejó en numerosas fundaciones y construcciones, consiguiendo que el Monasterio cluniacense alcanzara la categoría de colegiata.
La prosperidad acabó en 1808 con la invasión napoleónica. Fue elegida como cuartel general del Ejército de Galicia, siendo saqueada en repetidas ocasiones tanto por franceses como por los aliados ingleses.
Llegamos a Villafranca del Bierzo y nos dirigimos a la Plaza Mayor, el mejor lugar para poder aparcar y movernos tranquilamente por la villa. La Plaza Mayor señala el comienzo del casco urbano, presidida por la Casa Consistorial (siglo XIX) y el Teatro Villafranquino Enrique Gil y Carrasco, uno de los más bellos de España.
Tomando la Travesía San Nicolás, llegamos hasta el Convento de San Nicolás del Real, que llama la atención por sus grandes dimensiones. Este caserón fue fundado a inicios del siglo XVII como colegio jesuítico y actualmente alberga el Museo de Ciencias Naturales y Etnográfico "Padres Paules". El Museo reúne varias colecciones de conchas marinas, taxidermia, mineralógica y de instrumentos relacionados con la destilación licorera.
Unos metros más adelante nos encontramos con la inacabada Colegiata de Santa María, está construida sobre la antigua abadía de Cluniaco. La actual iglesia de estilo gótico-tardío, herreriano y plateresco es resultado de la reconstrucción ordenada por el segundo marqués de Villafranca. En su interior se custodian los pasos de Semana Santa como el Ecce Homo, Jesús en la Borriquilla, Jesús atado a la Columna y El Cristo de la Misericordia.
A su lado se encuentra los Jardines de la Alameda, un jardín romántico que forma junto con la Colegiata una de las imágenes más bonitas de la localidad. Justo en el centro se encuentra la fuente "la Chata", traída desde el claustro del Monasterio de Santa María de Carracedo.
Por detrás de la Colegiata llegamos a la famosa calle del Agua, una de las calles más transitadas de la ruta jacobea. Además conserva gran cantidad de palacios y casonas renacentistas y barrocos. De entre todas esas construcciones sobresale el Palacio de Torquemada de estilo barroco, la Casa Morisca (siglo XV) y la Mansión de los Álvarez de Toledo con su doble blasón.
En mitad de la calle del Agua, tenemos el Convento de San José (siglo XVII), fundado por el canónigo de la catedral de Santiago de Compostela don Luis de Castro, destaca en su interior su retablo barroco.
Ya en un extremo de la localidad tenemos el Convento de la Anunciada. Fue levantado en el siglo XVII sobre un antiguo hospital de peregrinos. Guarda una colección de 30 cuadros de ermitaños de principios del siglo XVII, obra del pintor flamenco Paul Bril. Además se conserva un ciprés de más de 400 años catalogado como árbol singular.
De vuelta a la plaza Mayor, tomamos la calle San Jerónimo hasta la Iglesia de San Francisco de estilo románico-gótico. Fue un antiguo convento de franciscanos, cuya fundación se atribuye a la reina leonesa Doña Urraca. En su interior destaca el retablo mayor, los enterramientos funerarios representados en la Capilla de Ambrosio de Castro con su impresionante bóveda y el coro plateresco.
Por una de las calle nos dirigimos al castillo pero antes veremos la Iglesia de Santiago, un templo románico del siglo XII importante dentro de la ruta jacobea. Su Puerta del Perdón, es la única de todo el Camino, junto con la de la Catedral de Santiago en la que se pueden ganar las Gracias Jubilares.
Terminamos la visita con el Castillo-Palacio (siglo XVI), construcción en mampostería con cuatro torreones en sus ángulos. Parte del edificio está habitado por la familia del compositor de la Generación del 51, Cristóbal Halffter y no está abierto al público.
Más información
Web turismo: http://www.villafrancadelbierzo.org
Dónde comer
En la plaza Mayor, es la principal zona de restauración de la localidad, aquí podrás disfrutar de uno de los platos típicos de la gastronomía del Bierzo, el Botillo.
Dónde dormir
Si quieres pasar unos días en esta bonita localidad y visitar lugares únicos como Las Médulas o la cercana Ponferrada, aquí tienes los alojamientos más interesantes de la zona: