Hoy visitamos Mijas a escasos 30 km de Málaga capital, un pueblo blanco que conserva su fisionomía árabe y que se extiende a través de la ladera de la sierra como si de un balcón se tratase, mostrándonos una de las postales más bellas de la Costa del Sol. Este pequeño pueblo cuenta con atractivos turísticos con identidad propio, como los famosos burros-taxis o el curioso Santuario de la Virgen de la Peña.
¿Cómo llegar a Mijas?
Desde Málaga podemos llegar a través de la Autovía del Sol, entrando en Fuengirola y tomando la A-387 hacia Mijas Pueblo. Desde Marbella sería a través de la A-7 y tomaríamos la A-387 dirección Mijas o a través de la Autopista de peaje AP-7.
Desde Málaga capital tenemos autobuses interurbanos que nos llevan hasta Mijas pueblo. Otra opción es coger el tren hasta Benalmádena y allí el autobús.
¿Qué ver en Mijas?
Como la mayor parte de la península, Mijas fue invadida por los musulmanes en el año 711. Posteriormente se sumaría a la sublevación de Ben Hafsun. Durante este periodo se construyeron 3 castillos y el crecimiento de la población fue notable.
En 1485, el ejército de los Reyes Católicos asalta el castillo de Fuengirola. Con lo que la fortaleza próxima de Mijas decide rendirse. Sin embargo la épica defensa de la ciudad de Málaga, hizo que volvieran a las armas. La caída finalmente de la capital, hizo perder toda esperanza y que buscaran una rendición pactada. Para evitar futuras revueltas los castillos fueron desmantelados para reconstruir el de Fuengirola, y sus pobladores fueron esclavizados y sustituidos por colonos cristianos.
En el siglo XV, los continuos ataques berberiscos, hizo que la gente se refugiara en Mijas. Para avisar de los asaltos se construyeron varias torres de vigilancia y se edificó la Iglesia de la Inmaculada con una torre fortificada.
Con la Guerra de la Independencia, Mijas y el castillo de Fuengirola fueron tomados por los franceses. Tras un intento fallido por el ejército del general inglés Blayney por recuperarlo, finalmente el ejército francés huye volando el castillo de Fuengirola.
Ya en el siglo pasado, se produce un extraordinario despegue del turismo. Los visitantes que llegaban a la Costa del Sol solicitaban a los jornaleros sacarse fotos con sus burros o subir la montaña a lomos de uno. Así se le ocurrió a Julián Nuñez la célebre idea de los burros-taxis. La iniciativa causó tal furor que el Ayuntamiento tuvo que dictar ordenanzas al respecto, como incluir placas identificativas, controles veterinarios periódicos o crear carpas para acoger a los burros jubilados.
Las casas blancas, apiñadas entre callejuelas en cuesta de estilo morisco, son los componentes de este Conjunto Histórico-Artístico. Por lo que su principal atractivo es ir recorriendo sus calles y disfrutar de su arquitectura. Si no tenemos problemas con las cuestas, desde la parte alta, donde se conecta con la carretera que sube la montaña, tenemos los miradores desde los que poder ver la localidad y todo el paisaje que se extiende hasta la costa.
Empezamos nuestro recorrido junto al Ayuntamiento, a un lado junto el parking de los taxis, encontramos los famosos burros-taxi aparcados a la sombra con su matrícula identificativa. Una de las cosas curiosas de la localidad, una atracción para los turistas, principalmente para extranjeros, que pueden permitirse el capricho de dar una vuelta, montados en un burro.
Un poco más arriba encontramos la ermita de la Virgen de la Peña. Fue excavaron sobre la roca del promontorio de El Compás en 1548 por Frailes mercedarios. En el interior se custodia la imagen de la patrona de Mijas.
Justo al lado, encontramos el Carromato de Max. Una rareza de la localidad, un curioso museo de miniaturas con la colección del famoso hipnotizador Juan Elegido Miranda, también conocido como el Profesor Max. Su museo cuenta con más de 50 piezas dentro de esta caravana.
Nos adentramos al interior del pueblo, donde en un edificio señorial cuya entrada protegen dos figuras de atlantes, encontramos el Museo histórico-etnológico de Mijas. Aquí podemos ver herramientas de labranza y pesca, molinos de aceite y una bodega entre otros elementos históricos. También se exponen colecciones itinerantes de arte y artesanía local.
En uno de los extremos de Mijas encontramos el popular Parque La Muralla, un sitio de entretenimiento para los locales, donde jugar, practicar deportes, hacer una tarde de picnic o cualquier otra actividad que deseen.
En el interior del parque encontramos la Iglesia de la Inmaculada Concepción. Su construcción data de 1631 y se hizo sobre las ruinas de un antiguo castillo y una posterior mezquita. Su alminar fue transformado en campanario y reformado con aspecto militar en 1510. Así se aseguraba la defensa ante posibles ataques corsarios. Por dentro destacan varios frescos representando a los apóstoles.
Otro monumento que encontramos es la Plaza de Toros. Tiene la particularidad de ser de forma cuadrada.
Con esto terminaríamos la visita a esta preciosa localidad de la Costa del Sol, que formo parte de nuestro ruta veraniega del año pasado.
Más información
Web turismo: https://turismo.mijas.es/es/
Dónde comer
Debido a la gran cantidad de restaurantes de Mijas, optamos por alejarnos del centro y buscar algún local de cocina local alejado del tránsito turístico. Terminamos en el restaurante El Nino (Calle Campos 26), casi vacío, pero con platos contundentes y a un precio asequible, así que acertamos con el lugar.
Dónde dormir
Si quieres descubrir este precioso pueblo y pasar unos días en la Costa del Sol, aquí tienes los alojamientos más recomendables de la zona: