Hoy visitamos Pamplona, capital de Navarra, situada junto a la vega del río Arga. Más allá de las fiestas de los San Fermines que Hemingway le dio fama mundial, Pamplona es una ciudad llena de historia y que conserva un importante conjunto monumental formado por iglesias y murallas medievales.
¿Cómo llegar a Pamplona?
- En cocheDesde Madrid por la N-1 dirección Irún-Vitoria, y después por la N-240 a Pamplona.
- En transporte públicoEn autobús. La empresa de autobuses ALSA dispone de la línea Madrid-Pamplona. La estación se encuentra junto a la Ciudadela muy cerca del centro.
En tren. Igualmente tenemos líneas desde Madrid, Zaragoza y Barcelona que nos lleva a la ciudad. La estación en este caso se encuentra un poco retirada del centro.
¿Qué ver en Pamplona?
Fundada por el general romano Pompeyo en el 75 a.C., su importancia aumentaría en el siglo X con el reino de Pamplona. Bajo el reinado de Sancho III el Mayor, se organizó el trazado actual del Camino de Santiago por Navarra, hecho que marcaría el trazado urbano de la ciudad.
Siguiendo las recomendaciones del portal Voyage Privé empezamos nuestra visita justo en el centro de Pamplona en la plaza Consistorial. En un principio existían tres burgos (San Cernín, San Nicolás y Navarrería), debido a los conflictos que había, el rey navarro Carlos III decidió unir los tres burgos en uno solo, construyendo el Ayuntamiento en la confluencia de los tres; de su origen solo queda la fachada principal del siglo XVIII, en estilo barroco.
Junto al consistorio se puede visitar la iglesia gótica de San Saturnino o San Cernín (siglo XIII). Sus dos torres, anteriormente coronadas por almenas, tenían una función defensiva. En su interior encontramos la capilla barroca de la Virgen del Camino, copatrona de la ciudad. Además el reloj situado en su torre anuncia la hora del lanzamiento del cohete que da paso a los encierros de San Fermín.
Por la calle Curia llegamos a la Catedral de Santa María, el templo se comenzó a construir a mediados del siglo XIII sobre la antigua catedral románica, y finalizaron en el siglo XVI en estilo gótico con varios añadidos neoclásicos.
La nave central alberga el mausoleo en alabastro del rey Carlos III el Noble y su esposa, y en el altar mayor la imagen de Santa María la Real, frente a la que prestaban juramento los reyes navarros en las ceremonias de coronación. El Museo Diocesano reúne una interesante colección de obras de arte sacro, de las que sobresalen un grupo de esculturas medievales de la Virgen y varios objetos de orfebrería medieval francesa.
Junto al recinto catedralicio se sitúan algunas casas hidalgas, como la de los Itúrbide (siglo XVII) y que conserva el escudo de armas de la familia, y el Palacio de los Goyeneche (siglo XVIII).
Detrás de la Catedral encontramos uno de los rincones más bonitos de Pamplona, a través de un callejón llegamos al Caballo Blanco. Uno de los bellos rincones de la ciudad que nos transporta a la Edad Media por el aspecto de las construcciones, aunque en esa época este lugar era donde hacían las ejecuciones.
Siguiendo la muralla llegaremos al Archivo General de Navarra (siglo XII), en este edificio de estilo gótico se encontraba la Capitanía General donde se almacenaba la base documental de Navarra. Además ha sido residencia de Obispos y Monarcas de Navarra.
Por la calle Mayor se alcanza la iglesia de San Lorenzo (siglo XIX), que alberga la capilla barroca de San Fermín. Muy cerca se encuentra el Museo de Navarra (en el antiguo Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia), es el principal museo arqueológico de Navarra, destaca el Mosaico romano de Teso, la Arqueta de Leyre o la obra el Marqués de San Adrián de Goya. En la cercana cuesta de Santo Domingo es donde comienza el encierro y se le pide protección antes de salir a San Fermín.
Siguiendo por esta parte de la ciudad llegamos a la Cámara de Comptos (siglo XIII), uno de los edificio más antiguos de la ciudad, que fue la antigua sede del Tribunal de Cuentas de Navarra.
Por la parte posterior tenemos el recinto amurallado de la ciudad, se construyó entre los siglos XVI y XVIII, y es posiblemente uno de los baluarte mejor conservados de Europa. El crecimiento de la ciudad derribó una parte de ella, pero todavía se conserva una gran parte lo que nos da una idea de cómo era los sistemas defensivos de la época.
Una de las puertas de la muralla nos conduce por al camino de Santiago que pasa por Navarra, no vamos a hacer el camino por ahora, pero siguiendo la senda unos metros llegamos hasta el puente de Santa María un precioso puente medieval que cruza el río Arga.
De vuelta rodeando la muralla llegamos hasta la plaza de Toro de Pamplona, donde se realizar las corridas durante los San Fermines. Muy cerca se encuentra el monumento a los Encierros una enorme escultura que muestra el típico encierro de San Fermín, con los mozos corriendo delante de los toros.
Seguimos hacía el Palacio de Navarra (siglo XIX), sede del gobierno navarro, conserva su fachada neoclásica (se puede visitar previa cita concertada). En el interior destaca el Salón del Trono, de estilo barroco, el retablo de la Capilla, así como un retrato de Felipe VII pintado por Goya. En su parte posterior se encuentra el monumento a los Fueros.
Llegamos a la plaza más emblemáticas de la ciudad, la Plaza del Castillo, aquí han ocurrido hechos relevantes en Pamplona como corrida de toros, torneos, paradas militares y acontecimientos culturales. Justo en medio de la Plaza se encuentra el Kiosco que es el emblema del lugar, se instaló en 1943 sustituyendo a otro anterior de madera.
En la plaza hay muchas terrazas, pero el más emblemático es el Café Iruña un lugar habitual de Hemingway en la ciudad, cuando se alojaba en el hotel la Perla que está al lado. En el interior además de su preciosa decoración en una habitación anexa tenemos la escultura de Hemingway apoyado en una barra.
Desde esta plaza salen las principales calles de pintxos de la ciudad, una de las más concurridas en la calle San Nicolás. A medio camino de la calle encontramos la Iglesia de San Nicolás (siglo XII), en realidad era una fortaleza formada por tres torres de vigilancia.
Dejamos el casco antiguo para acercarnos a la Ciudadela (siglo XVI-XVII), hoy convertido en uno de los parques de la ciudad. La construcción militar en forma de estrella se conserva casi por completo, en su centro se puede ver el Polvorín y la sala de Armas que se usan como sala exposiciones. A un lado se encuentra el Baluarte, el Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra, dedicado a la ciencia, el aprendizaje, la cultura y arte.
Por último visitamos los Jardines de la Taconera, los más antiguos de la ciudad (siglo XIX). Sobre los antiguos muros de los baluartes tenemos un pequeño zoo con gallinas, pavos, hasta ciervos que encantará a los más pequeños.
Más información
Web Turismo Pamplona: http://www.turismodepamplona.es/
Dónde comer
Pamplona tiene fama de que se come bien y que tiene una magnifica zona de pintxos, de la que hablaremos en otro post. Por ahora te diremos que las calles que salen de la Plaza del Castillo: Estafeta, San Nicolás y Comedia, son las principales zonas para tapear o comer.
Dónde dormir
Recorrer Pamplona y describir su precioso Casco Antiguo y disfrutar de su gastronomía, bien merece pasar unos días, aquí tienes los alojamientos más recomendados.