En la cima de una roca que domina la vega del río Milanos se encuentra Calatañazor, una pequeña villa fronteriza de trazado medieval, rodeado de un entorno privilegiado cuyo máximo exponente en su sabinar, uno de los bosques de sabinas mejor conservados del mundo.
¿Cómo llegar a Calatañazor?
Para llegar desde Soria capital debemos tomar la N-122 dirección Valladolid, a 25 km de Soria se toma el desvío a mano derecha por la SO-P5026 que nos lleva a Calatañazor.
¿Qué ver a Calatañazor?
A la entrada del pueblo nos recibe la Ermita de la Soledad (siglo XII), un templo que conserva un ábside y portada románica. Enfrente, se encuentran las ruinas de la Ermita románicas de San Juan Bautista de la que sólo queda la portada y los muros.
Tras cruzar la puerta de acceso a la villa podremos ver su arquitectura medieval tan particular de casas de dos plantas. La inferior con muros de piedra y la superior con entramado de madera de sabina unidos con entramado vegetal o muretes de adobe o tapial, todo ello enlucido con barro.
Algunas decoradas con blasones, balcones y aleros pronunciados. En el interior destaca la cocina con su chimenea cónica que la convierte en la estancia más importante de la vivienda.
El pueblo está vertebrado por la calle Real de firme empedrado y que nos conduce hasta la Iglesia de Santa María del Castillo (siglo XII), una mezcla de gótico y románico. Tiene una nave de dos tramos con una bella portada gótica con tres arquivoltas, en cuyo interior se conserva la imagen de la Virgen de Fuentemayuel (siglo XIII). También destaca una talla románica de Santa María del Castillo y una Pila bautismal del siglo XI.
Seguimos calle arriba y llegamos hasta la Plaza Mayor presidida por el Rollo o picota (siglo XV), que representa la categoría administrativa de la localidad. Junto al rollo se encuentra la " Piedra del Abanico " en la que se aprecian las huellas fosilizadas de troncos y hojas de palmera.
Desde la plaza nos dirigimos a los restos del Castillo de Calatañazor (siglos XIV o XV), del que solo quedan algunos lienzos sueltos y parte de la torre del homenaje, que sobreviven a su renombre por la supuesta derrota que sufrió aquí Almanzor.
Cuenta la leyenda que en 1002 Almanzor, fue derrotado en una cruenta batalla en las cercanías de este castillo. De ahí el dicho de 'Calatañazor, donde Almanzor perdió el tambor'.
Alrededor parte la muralla (siglo XII) que conserva gran parte de su perímetro, adaptándose al cerro en el que se asienta. Sobre el lienzo se encontraban 8 torres cilíndricas macizas que servían para el control y la vigilancia de la frontera.
Terminamos el recorrido por la villa, pero no debemos irnos de la zona sin acercarnos al Sabinar de Calatañazor, situado a un par de kilómetros por la carretera de vuelta encontraremos el torno de acceso. Aquí veremos algunos ejemplares que alcanzan 14 metros de altura, más de 5 metros de diámetro y cerca de 2.000 años de vida.
Y para terminar en dirección a Muriel de la Fuente, justo pasado el puente que da acceso a la localidad, encontramos el parking de acceso a la Fuentona, con el monumento natural del Ojo de la Fuentona.
Más información
Turismo Soria: https://www.sorianitelaimaginas.com/localidades/calatanazor/
Dónde comer
Nosotros comimos en El Palomar (calle Tirador, 11), ya que al pasar vimos su precioso jardín donde se podía comer, que con la pandemia era la mejor opción. Está especializado en carnes a la brasa, y el trato fue inmejorable. Además tienen una casa rural si buscáis alojamiento.
Dónde dormir
Si quieres pasar unos días en este precioso pueblo y recorrer su entorno natural, aquí tienes los mejores alojamientos: