Hoy visitamos Talavera de la Reina, conocida en toda España por su cerámica, es la segunda ciudad en importancia de la provincia de Toledo. Su ubicada en la fértil vega del río Tajo, le ha convertido en un importante foco económico que pese a los desastres de las guerras conserva un rico patrimonio histórico y artístico.
¿Cómo llegar a Talavera de la Reina?
- En cocheDesde Madrid no tiene perdida es coger la Autovía A-5, que dista 114 Km de la capital.
- En transporte públicoDesde Madrid, en la estación de Príncipe Pio sale los autobuses del Grupo Avanza que nos lleva a la Talavera, la estación se encuentra en pleno centro. También tenemos los trenes con destino a Cáceres que paran en la localidad y que nos deja a las afueras.
¿Qué ver en Talavera de la Reina?
Originariamente fue poblado por tribus carpetanas bajo el nombre de Aebura. Tras ellos los romanos, conscientes de su valiosa ubicación natural, potenciaron su desarrollo llamándola Caesarobriga. Con los visigodos recibió el nombre de Ébora y en el 602 el rey Liuva II regaló a la ciudad la imagen de la Virgen del Prado, patrona de Talavera. En el año 712 fue conquistada por los árabes, quienes la fortificaron y bautizaron como Talabayra.
Alfonso VI reconquistó la ciudad en el año 1083 y, en 1328, Alfonso XI le puso el apellido de "de la Reina", al donársela como parte de las arras a su esposa María de Portugal. Su condición como principal sede de las ferias de ganado de la Mesta y la fama de su cerámica propiciaron su desarrollo económico durante los siglos XV y XVI.
En sus inmediaciones tuvo lugar la Batalla de Talavera, que enfrentó a los franceses y al ejército anglo-español del general Wellesley durante la Guerra de la Independencia; en la que el inglés consiguió la victoria, recibiendo por ello el título de vizconde de Talavera de la Reina. Tanto en esta contienda como en las guerras carlistas se destruyó una parte importante de su patrimonio.
En julio de 1936 la población de Talavera se mantuvo fiel a la República, cambiando su nombre por Talavera del Tajo. En las semanas siguientes los milicianos asesinaron a una parte de la población local de derechas, y destruyeron gran parte de la imaginería religiosa de los templos. La entrada de los franquistas meses después supuso una sangrienta represión de los simpatizantes de la República.
El plan de regadíos del Alberche, puesto en marcha tras la guerra civil, atrajo a las gentes de las comarcas colindantes y motivó un nuevo despegue urbanístico y demográfico que le ha convertido en la segunda ciudad más poblada de Castilla La Mancha.
Empezando desde la estación de autobuses, nuestra primera parada son los Jardines del Prado uno de los principales parques históricos de la ciudad y uno de los más bonitos, gracias a estar decorado con cerámica y azulejos de Talavera. Al final del parque se encuentra la Basílica de Nuestra Señora del Prado, el edificio religioso más representativo de la ciudad. El templo originariamente mudéjar, combina el estilo renacentista y barroco en el que sobresale el lujoso camarín de la Virgen del Prado, patrona de Talavera. Destaca sobre todo la impresionante colección de azulejería que decora sus paredes.
Justo al lado de la basílica tenemos la Plaza de Toros, popularmente conocida como La Caprichosa, debe su fama a que en su enfermería murió, en la trágica corrida del 16 de mayo de 1920, el matador Joselito El Gallo. Más moderno es el Parque de la Alameda, zona ajardinada que alberga el recinto ferial, y el que encontramos un original puente de cerámica.
Nos acercamos al comienzo del Casco histórico de Talavera, donde encontramos Museo de Cerámica Ruiz de Luna, uno de los alfareros que le dieron fama Internacional a la cerámica talaverana. Las primeras piezas de cerámica datan del siglo XII, y es en el siglo XVIII, con la llegada de los Borbones, cuando alcanza su máximo esplendor. La actividad inicia un período de decadencia en el 1800, pero en 1908, la llegada de Enrique Guijo y Juan Ruiz de Luna dará un empuje extraordinario a la cerámica talaverana. Con la intención de dar a conocer esta actividad artesanal tan importante para la economía y la historia de la ciudad nace este museo.
Exposición aTempora Talavera. Seis mil años de cerámica en Castilla-La ManchaDurante nuestra visita a Talavera tuvimos la ocasión de visitar la exposición aTempora que podemos visitar hasta finales de enero en diferentes lugares de la ciudad. Y que cuenta con más de 1.200 obras, 200 restauradas exclusivamente para el evento, a través de las que recorre la historia de la cerámica, que va desde la antigüedad hasta nuestros días.
La primera de la sedes en el Museo de Cerámica Ruiz de Luna, donde dedica alguna de las salas a la obra más significativa del taller de Ruiz de Luna (1907-1961), y que supuso un renacer de la cerámica.
La segunda de las sedes en la Iglesia de Santa Catalina, donde se encuentra la parte más extensa de la exposición y la más arqueológica. Ya que realiza un recorrido de la cerámica desde la Prehistoria, la cerámica ibérica, romana y visigoda; la Edad Media islámica y cristiana; el esplendor que suponen las cerámicas de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo, y el comienzo del taller de Ruiz de Luna.
Hay que destacar que la piezas provienen de museos y exposiciones traídas de diferentes parte de Castilla La Mancha, muchas de ella han sido restauradas expresamente para la exposición. Por lo que estamos en una exposición única.
Ya en la plaza del Pan, encontramos además del Ayuntamiento, las dos últimas sedes de la exposición. La primera en el Centro cultural Rafael Morales, donde se expone los trabajos más modernos de los talleres de cerámica de Talavera de la Reina y Puente del Arzobispo. No debemos irnos sin bajar a la planta baja donde hace poco se encontró unos restos romanos que han habilitado para poder visitarlos.
Por último tenemos en el claustro de la colegiata Santa María La Mayor, reproducciones de cerámica de Talavera en fotografía de gran formato, que por su tamaño y características no se han podido trasladar a las otras sedes.
Más información: http://www.iclm.es/atempora-talavera/
Seguimos la visitaTras la visita al Claustro accedemos a la Colegiata, construida a finales del siglo XII sobre la base de una mezquita y reformada en el siglo XIV, siguiendo el modelo de la Catedral de Toledo. Destaca el bello rosetón hispanoflamenco de su portada y el claustro gótico, donde está enterrado Fernando de Rojas, autor de La Celestina y alcalde de Talavera.
En la misma plaza del Pan se encuentran también la antigua Casa Consistorial, palacio del siglo XVI con portada renacentista; el antiguo Palacio Arzobispal, de estilo barroco; y el Hospital de la Misericordia, edificio del siglo XVII, hoy sede del Centro Cultural Rafael Morales.
Volviendo a la iglesia de Santa Catalina, enfrente tenemos el Museo Etnográfico que, ubicado en uno de los pocos edificios civiles del siglo XVIII que se conservan en Talavera, recoge una parte de la historia, las costumbres y las tradiciones de la zona. Tuvimos la mala suerte de que se encontraba en obras por una pared que había cedido con las últimas lluvias. Así que será para otra ocasión, pero si pudimos ver en un lateral un magnífico mural hecho con azulejos.
Desde aquí tenemos una vista estupendas a dos de los tres puentes que cruzan el río Tajo: el Puente Viejo (de origen romano) y el Puente de Hierro (1908).
Hora de comerLlega la hora de la comida y aprovechamos la visita para comer en uno de los restaurantes más originales de Talavera. El restaurante Raíces (Ronda del Cañillo, 3) de Carlos Maldonado, conocido por su paso por MasterChef 3.
El restaurante es un pequeño local de estilo industrial donde podemos comer en mesa o en barra junto a los fogones. No hay muchas mesas por lo que es imprescindible la reserva. Una vez tomamos asiento tenemos para elegir dos menú degustación uno más barato (45€/persona) y otro con 4 platos más por (55€/personas).
Los platos son una mezcla del mundo del food truck con la gastronomía típica de Talavera. Todo servido sobre una baldosa de cerámica de Talavera.
Como detalle pudimos fijarnos como las paredes de ladrillo estaban llenas de agujeros donde los clientes dejan su pequeño homenaje, desde un pequeño playmobil, a una foto hecha con polaroid o decenas de dedicatorias aún sin abrir.
Continuamos la visitaSiguiendo la Ronda del Cañillo, llegamos al casco antiguo de la ciudad, rodeado por dos recintos amurallados de origen árabe. Del primer recinto (siglos XII y XIII) se conservan las Torres Albarranas de las calles Carnicerías, Corredera del Cristo y Charcón. Del segundo espacio amurallado queda la Puerta de Sevilla, un sencillo arco de medio punto mandado construir por el arzobispo Quiroga en 1579.
En la plaza de San Pedro, se sitúa el Convento de las Madres Bernardas, templo barroco construido en el siglo XVII. Por el costado izquierdo del convento se abre la plaza de San Agustín, uno de los rincones más concurridos de Talavera.
Siguiendo la calle de San Agustín llegamos hasta el Convento de San Jerónimo o San Prudencio, con una magnífica cabecera diseñada por Juan de Herrera, arquitecto del Monasterio de El Escorial, que es hoy un centro cultural. Muy próximo a éstos se encuentra el Teatro Victoria, construcción de 1913 de fachada decorada con cerámica.
Más alejada del centro se halla la Iglesia de Santiago el Nuevo, con una magnífica muestra de arte mudéjar. La Iglesia de Santiago el Viejo (fundada por la Orden de Santiago en 1226), la Iglesia de San Andrés (de la que destaca el artesonado de la Capilla Mayor) o el Convento de las Carmelitas Descalzas, en cuyo interior se conservan un relicario con una carta de Santa Teresa de Jesús.
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