CAPITULO 10
En nuestra ruta por Rumanía entramos hoy en la región de Bucovina, donde encontramos, según mi opinión, las estrellas de los monumentos rumanos, la razón de hacer varios miles de kilómetros por sinuosas carreteras de montaña: los monasterios medievales pintados. Son algo único y que no te puedes perder si viajas a este país. Y ahora verás por qué.
En la región más septentrional de Rumanía, haciendo frontera con Maramures al oeste, y Ucrania al norte, los montes Cárpatos, Transilvania y la región rumana de Moldavia (que no es el país vecino también así llamado) al sur, y el país de Moldavia al este, situamos esta región de Bucovina.
Los monasterios en esta región son singulares y famosos por los frescos que decoran tanto sus interiores como sus exteriores, y que han permanecido a lo largo del tiempo en mejor o peor estado de conservación, pero que los hacen únicos y merecedores de ser Patrimonio Unesco de la Humanidad.
En cuanto a su estructura tienen en común que se encuentran rodeados por murallas que los protegen, así como una férrea puerta con una torre de entrada. Todos tienen edificios auxiliares, también muy singulares, que son las viviendas de las monjas que mantienen estos monasterios. Estos monasterios me recuerdan a barcos con una proa redonda y una popa cortada y chata, así como una torre acabada en punta, como un puente mando.
En ninguno de ellos podrás hacer fotos en el interior ni entrar con pantalón corto. Tanto si eres mujer como hombre, tienes a tu disposición gratuitamente sendas faldas a la entrada que deberás ponerte, y que te irán más o menos bien con el resto de tu ropa, ... eso es lo de menos. Las chicas también tendréis que poneros una camisa o rebequita si lleváis los hombros al aire. Admirar la belleza de estos monasterios bien se merece este cambio de look. Los monasterios pintados son ocho iglesias ortodoxas rumanas que fueron construidos entre 1487 y 1583, y pertenecen al estilo arquitectónico moldavo. Son los siguientes: Arbore, Humor, Moldovita, Pătrăuţi, Probota, Suceava, Voronet y Sucevita, siendo el de Pătrăuţi el más antiguo fundado por Esteban III de Moldavia, y que aún se conserva.De todas ellos, en este post, te voy a mostrar los tres más famosos y mejor conservados.
MONASTERIO DE VORONET
Es probablemente la iglesia más famosa de Rumanía y el más destacado de los monasterios, que data de 1428, y construido por Esteban el Grande en 1488, en tres meses y tres semanas para conmemorar la victoria en la Batalla de Vaslui.
Es conocido en todo el mundo por sus frescos exteriores de colores brillantes e intensos, y por los cientos de figuras bien conservadas situadas en un fondo de azurita. de ahí que sea conocido como “Capilla Sixtina del Este”.
Los muros exteriores no estuvieron pintados desde el comienzo de su construcción. No sería hasta 1547 cuando el Obispo metropolitano de Moldavia Grigorie Roșca los mandó pintar.
El azul logrado en la pintura es tan especial que incluso se le conoce en el mundo del arte como el “azul de Voronet”, y cuya consecución es aún un misterio.
La escena que resume la belleza de Voronet es el “Juicio Final”, que es común en todos los monasterios pintados, pero que aquí alcanza el título de obra maestra.
La torre de entrada y las viviendas de las monjas en granito son edificios singulares de gran robustez, rodeados por bellos jardines de rosas que cultivan las propias monjas.
MONASTERIO DE MOLDOVITA
El Monasterio de Moldovița fue construido en 1532 por Petru Rareș, hijo ilegítimo de Esteban III de Moldavia. Fue construido como barrera protectora contra los conquistadores otomanos del Este. Petru Rareș, quien gobernó Moldavia desde 1527 a 1538 y de nuevo entre 1541 y 1546, fue el que fomentó una visión nueva para las iglesias de Bucovina, y para ello, contrató artistas para cubrir los interiores y exteriores con elaborados frescos (retratos de santos y profetas, escenas de la vida de Jesús, etc).
Al igual que el resto de templos de la región de Bucovina, la belleza de los frescos que decoran el exterior de la iglesia, coloristas y vivos, reflejan escenas bíblicas e históricas, funcionando como evangelizador visual. La hermana Maika, quien ha vivido en el monasterio más de 50 años, dice que los frescos son "las santas escrituras a color". Esta hermana, habla ocho idiomas, y hace visitas guiadas en las que pone una gran pasión en sus explicaciones del arte que encierra el monasterio. Tuve el gusto de verla ejerciendo en plena acción en mi visita. En el interior de la iglesia queda patente la grandiosidad del arte rumano, siendo El Juicio Final el que ocupa gran parte de la representación pictórica.
Los trabajos de restauración han permitido recuperar parte de los frescos, que se encontraban deteriorados por la erosión de la intemperie. Los de la parte norte que escenificaban la vida de la Virgen o de San Nicolás están bastante dañados, mientras que los del sur, cuya temática es el árbol de Asaí o el Himno de la Virgen María, mantienen las tonalidades ocres y azuladas que los hicieron célebres.
Protegido por un recinto de murallas de más de un metro de espesor y cinco de altura, sigue el patrón que Esteban el Grande diseñó para proteger este tipo de centros religiosos.
MONASTERIO DE SUCEVITA
Fue construido en el 1585 por los hermanos MovilăLa arquitectura de la iglesia contiene elementos bizantinos y góticos y algunos elementos típicos de otras iglesias pintadas. Como hemos visto en las dos anteriores, tanto los muros interiores como exteriores están cubiertos por pinturas murales, de gran valor artístico y que describen episodios bíblicos del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento.
Las pinturas datan de alrededor de 1601, y convierten a Sucevita en uno de los últimos monasterios en ser decorados en el famoso estilo moldavo de pinturas exteriores.
Está documentado que los frescos fueron pintados por los monjes Ion y Sofronie, y en este caso el color predominante es el verde
El patio interior del monasterio es el más grande de los que hemos visto hasta ahora, casi cuadrado (100 por 104 metros) y está rodeado por murallas altas (6 m) y anchas (3 m). Hay muchas otras estructuras defensivas dentro del monumento, incluyendo cuatro torres (una en cada esquina). Sucevita fue una residencia lujosa así como un monasterio fortalecido.
Las anchas murallas hoy albergan un museo que presenta una colección excepcional de objetos de arte históricos que ofrecen gran testimonio de la importancia que tuvo Sucevita primero como taller de manuscritos, más tarde como lugar de impresión.
Quiero que quede constancia del aspecto que tendrás si eres chico, te decides a llevar pantalones cortos y tienes que ponerte una de las faldas que te hable antes. En este caso pasa bastante desapercibido porque se confunde con el color del césped, pero en otro de los monasterios recuerdo que eran negras con estampados de florecillas,... todo un poema. 😉
Y esto es todo de los Monasterios pintados, espero que haya sido de tu interés.Si quieres seguir visitando lugares de Rumanía pincha en el enlace:Acompáñame en esta Ruta por RumaníaY puedes ir buscando en el mapa los lugares que vayamos recorriendo.
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Gracias!!!