Revista Cultura y Ocio
Aquí estamos, inaugurando el año 2016, un mes de enero en el que no hay manera de ver caer 4 copos de nieve por Madrid. Andamos medio desesperados por ponernos las raquetas de nieve, pero se nos resiste el clima.
El año pasado, el 4 de enero, hicimos una ruta que ya habíamos realizado en otra ocasión y es un clásico en el entorno madrileño y segoviano. Además es un lugar con historia.
Este itinerario que os proponemos es un camino sencillo y que además no es exigente en cuanto a tiempo. De hecho, una vez en la Bola del Mundo, se puede continuar hasta La Maliciosa pero, en esta ocasión, nosotros no vamos a llegar, lo dejaremos en un paseo por la montaña. No es una ruta circular, así que volveremos por donde hemos subido.
Los tiempos siempre son estimaciones, porque depende mucho de quienes hagan la ruta, edades, condiciones físicas y motivación pero en más o menos 3 horas has vuelto al coche tomandotelo con muchísima calma.
Lo primero, para quién no lo conozca ¿Qué es la Bola del Mundo y dónde está? La Bola del Mundo es el nombre popular por el que se conoce al Alto de Guarramillas, está a unos 2.275 metros de altitud y pertenece a la Cuerda Larga de la Sierra de Guadarrama. En este entorno de la sierra, a veces estamos en Madrid, a veces en Segovia. En el caso de la ruta que hoy proponemos discurre por la provincia de Madrid, aunque a veces es difícil saber si pones un pie en Segovia. Compartimos segovianos y madrileños este espacio como un lugar único.
Si hay una cosa que hace perfectamente distinguible esta montaña a la que vamos a acceder es que en su cumbre se encuentran unas antenas que están protegidas por una especie de carcasa que parece un cohete rojiblanco. Desde varios puntos de la sierra se puede contemplar la montaña en la distancia y distinguirla gracias a este símbolo característico que, en más de una ocasión, sirven en otras rutas como punto de orientación. Curioso también, el parecido del recubrimiento de las antenas que coincidió con la publicación en el mismo año de uno de los comics de Tin Tin en el que viajaba en un cohete muy parecido por eso algunos lo llamaron también así.
Alrededor de las antenas, trabajaban un montón de personas, a veces aislados durante días, cuando el avance tecnológico no era el que es hoy. Y cuando la climatología tampoco estaba tan suavizada como ahora. El repetidor de señal se había construido con unas instalaciones preparadas para las condiciones meteorológicas del lugar pero el acceso a él, a veces, en invierno se hacía muy complicado. Su ubicación permitió salvar los escollos que producía la orografía y que la señal llegara perfectamente a el resto de destinos.
Con el apagón analógico dejaron de tener gran parte de su uso y hoy en día parece que hay una campaña para desmantelar el repetidor, desde el que aún se emite señal de algún medio (Radio Nacional de España y Onda Madrid). Y en torno a esta idea hay, como casi siempre, gente a favor y en contra con diversos argumentos. A nosotros, nos sirve de guía en otras rutas para orientarnos y en nuestra memoria siempre ha estado ahí…
Respecto al nombre de la Bola del Mundo, diferentes teorías o leyendas lo respaldan. Las dejamos aquí y si alguien puede confirmar algo, estaremos encantados.
Una dice, que en el momento de la inauguración, como solo se emitía TVE1, se la llamó así en honor a uno de sus programas llamados “La Bola del Mundo”. Otra que sigue esta línea y que para mi era, hasta que me puse a comprobar, la verdadera razón del nombre, se basa en una imagen en blanco y negro que muchos habréis visto, en el que en el inicio de las emisiones de TVE1 salía la bola del mundo con una antena de repetición encima de España haciendo el sonido “pi pi pi”. Se suponía que era la antena que había instalada en el Alto de Guarramillas, que era la más potente.
Y la última se basa en una leyenda, que dice que una preciosa pastora que vivía por la montaña dió calabazas al diablo cuando éste se ofreció a su conquista. Y el diablo, que ya sabemos cómo se las gasta en otras tantas leyendas, en esta tampoco se quedó corto. Se subió arriba de la montaña con la intención de tirar una enorme roca que provocara una avalancha de nieve. Hay quien dice que utilizó un palo para hacer palanca, otros su propia cola, pero era tan pesada la roca, que en vez de moverse, acabó haciendo girar a la tierra sobre sí misma con su movimiento de rotación.
Ahí dejamos lo que se dice, se cuenta y se rumorea…
Una vez introducido el entorno al que nos dirigimos, comenzamos a describir cómo hicimos nosotros la ruta. Sí comentaros que a la Bola del Mundo se puede acceder por diferentes lugares, el que hoy mostramos nosotros es el más sencillo y rápido a pie (sin contar las telesillas, claro, que te dejan a escasos metros de las antenas).
Vamos a comenzar desde el Puerto de Navacerrada, con lo cual ya empezaremos a 1.858 metros de altitud. Para llegar allí podéis hacerlo en coche o en tren también. (Las imágenes que os vamos a mostrar corresponden a diferentes días, para que veais la diferencia de paisaje de una circunstancia a otra)
Si lo hacéis en tren, sale desde Cercedilla. Es decir podéis ir en coche a Cercedilla y subir en tren al puerto, o bien directamente desde Madrid, pero haciendo transbordo en Cercedilla.
Si lo hacéis en coche y vais a subir en invierno con nieve, os recomendamos, lo primero que llevéis cadenas por si acaso, aunque es una carretera que dada la afluencia turística suele estar en buen estado. Y también, que madruguéis, sobre todo, si las pistas de esquí están abiertas porque los aparcamientos se llenan. Es el mal de “los madrileños”, tenemos que vivir con ello.
La ruta sale desde el lado del aparcamiento, no hay que cruzar. Se coge el camino que está pegado a las casetas y comenzamos a subir. Hay varias maneras de hacerlo, nosotros en las dos ocasiones lo hemos hecho de la misma manera, creemos, porque la primera vez, era tal la niebla que había que no sabemos ni cómo llegamos a destino final.
Es importante esto también, al estar en la montaña, el tiempo es cambiante, y es fácil encontrar niebla y viento en los meses de invierno, pero si te sale un día bonito, es un camino precioso con unas vistas espectaculares. Nosotros lo hicimos la primera vez con 18 grados bajo cero, ventisca y niebla. Aquí, “el que no escribe” que se vino arriba, porque yo iba por detrás que casi no le veía echando los higadillos mientras me azotaba el viento helado, maldiciendo en arameo y hablando con el vacío en modo gruñona sin encontrar sentido a esa “absurda” ruta donde no me veía casi la bota. Una vez arriba, que no lo sabíamos, tuvimos que preguntar a un ser que apareció como salido de “Lluvia de estrellas” entre la niebla, que si quedaba mucho, y nos dijo que teníamos las antenas justo detrás…
Le creímos… en una acto de fé, dimos por buena su observación y volvimos, sacamos la foto testimonial, que hasta el pelo se había congelado de la rasca (os lo contábamos en la anterior entrada y lo ilustrábamos con la siguiente foto).
En cambio el 4 de enero de 2015, salió un día precioso, con poca nieve y mucho hielo, eso sí, fue lo peor, y como veis en las fotos el paisaje estaba realmente bonito. Se echaba de menos más nieve, pero bueno…
Como os decíamos, una vez cojéis el camino que va por la ladera de la montaña, pegado al aparcamiento del puerto y que pasa al lado de las casetas solo hay que seguirlo, se pasa por un puesto de la Cruz Roja y también a la izquierda sale una pista ancha que sube a las telesillas. Por ahí también se puede acceder, pero nosotros seguimos recto, por el caminito que no es pista, porque vamos a seguir otro itinerario. Es un paseo sin árboles, que ofrece unas vistas estupendas sobre la Sierra de Madrid.
Desde el mismo lugar con nieve...
Es fácil que encontréis bastante gente, es un camino en ligera pendiente, apto para niños y casi todos los públicos, que mucha gente hace hasta llegar a las Cabrillas, para luego darse la vuelta. Así que, hacia allá que vamos, más o menos, 1,4 km.
Cogemos ese camino hasta que estamos obligados a hacer un giro cerrado a la izquierda porque si sigues recto no hay más. Si os gustan las vistas, desde allí son impresionantes, se ven los embalses, bastantes picos, y la sierra a los pies. También es un lugar donde cuando hay viento, parece que ahí da la vuelta. Sopla fuerte.
Y desde ahí iniciamos el ascenso por un camino que nos llevará hasta la pista, es el Collado del Emburriadero, si no nos equivocamos con el nombre.
El trayecto es cuesta arriba de forma casi constante, son unos 400 metros de desnivel hasta los pies de la Bola del Mundo, pero la distancia no es mucha, aproximadamente, desde el parking unos 3 kilómetros y pocos metros. Si está despejado las vistas merecen la pena.
A partir de la pista, la pendiente es un poco mayor, hay que tener cuidado especialmente en esta parte si hay hielo por los resbalones. Llegaréis a la zona de las telesillas. Ahí, a la izquierda sale un pequeño camino que te lleva hacia la Virgen de las Nieves.
Hay varias esculturas de esta virgen repartidas por la sierra, hace un tiempo os enseñábamos otra en una ruta que realizamos con Raquetas hacia el Pico Somontano (perteneciente a Siete Picos).
Como veis, se trata de una ruta que, entre ida y vuelta, se puede poner en unos 6-7 km desde el Puerto de Navacerrada. Bastante accesible porque, si lo deseas, se puede hacer casi desde el principio por pista, aunque a nosotros nos llaman más los caminos.
No va por cornisas, tiene pendiente pero salvable yendo al ritmo que cada uno necesite, ofrece bonitas vistas y te permite subir a uno de los picos con “historia y leyendas”.
Como os decíamos a la Bola del Mundo se puede llegar desde otros lugares también y por otros caminos, uno de los más conocidos es desde el Valle de la Barranca, a ver si nos animamos a hacerla un día desde allí y os lo contamos.
Desde la Bola del Mundo podéis continuar a la Maliciosa en un ratillo más, pero ya es una ruta que requiere más tiempo y esfuerzo, ya que supone un desnivel acumulado de unos 800 metros.
Si no os quedáis a comer en la naturaleza, todavía tenéis la oportunidad de acercaros al mediodía al pueblo de Navacerrada, siempre lleno de gente, con su plaza y sus terrazas que no cierran ni en invierno, a daros un paseito.
¿Tienes planes hoy?
Ubicación en Google Maps
El año pasado, el 4 de enero, hicimos una ruta que ya habíamos realizado en otra ocasión y es un clásico en el entorno madrileño y segoviano. Además es un lugar con historia.
Este itinerario que os proponemos es un camino sencillo y que además no es exigente en cuanto a tiempo. De hecho, una vez en la Bola del Mundo, se puede continuar hasta La Maliciosa pero, en esta ocasión, nosotros no vamos a llegar, lo dejaremos en un paseo por la montaña. No es una ruta circular, así que volveremos por donde hemos subido.
Los tiempos siempre son estimaciones, porque depende mucho de quienes hagan la ruta, edades, condiciones físicas y motivación pero en más o menos 3 horas has vuelto al coche tomandotelo con muchísima calma.
Lo primero, para quién no lo conozca ¿Qué es la Bola del Mundo y dónde está? La Bola del Mundo es el nombre popular por el que se conoce al Alto de Guarramillas, está a unos 2.275 metros de altitud y pertenece a la Cuerda Larga de la Sierra de Guadarrama. En este entorno de la sierra, a veces estamos en Madrid, a veces en Segovia. En el caso de la ruta que hoy proponemos discurre por la provincia de Madrid, aunque a veces es difícil saber si pones un pie en Segovia. Compartimos segovianos y madrileños este espacio como un lugar único.
Si hay una cosa que hace perfectamente distinguible esta montaña a la que vamos a acceder es que en su cumbre se encuentran unas antenas que están protegidas por una especie de carcasa que parece un cohete rojiblanco. Desde varios puntos de la sierra se puede contemplar la montaña en la distancia y distinguirla gracias a este símbolo característico que, en más de una ocasión, sirven en otras rutas como punto de orientación. Curioso también, el parecido del recubrimiento de las antenas que coincidió con la publicación en el mismo año de uno de los comics de Tin Tin en el que viajaba en un cohete muy parecido por eso algunos lo llamaron también así.
Alrededor de las antenas, trabajaban un montón de personas, a veces aislados durante días, cuando el avance tecnológico no era el que es hoy. Y cuando la climatología tampoco estaba tan suavizada como ahora. El repetidor de señal se había construido con unas instalaciones preparadas para las condiciones meteorológicas del lugar pero el acceso a él, a veces, en invierno se hacía muy complicado. Su ubicación permitió salvar los escollos que producía la orografía y que la señal llegara perfectamente a el resto de destinos.
Con el apagón analógico dejaron de tener gran parte de su uso y hoy en día parece que hay una campaña para desmantelar el repetidor, desde el que aún se emite señal de algún medio (Radio Nacional de España y Onda Madrid). Y en torno a esta idea hay, como casi siempre, gente a favor y en contra con diversos argumentos. A nosotros, nos sirve de guía en otras rutas para orientarnos y en nuestra memoria siempre ha estado ahí…
Respecto al nombre de la Bola del Mundo, diferentes teorías o leyendas lo respaldan. Las dejamos aquí y si alguien puede confirmar algo, estaremos encantados.
Una dice, que en el momento de la inauguración, como solo se emitía TVE1, se la llamó así en honor a uno de sus programas llamados “La Bola del Mundo”. Otra que sigue esta línea y que para mi era, hasta que me puse a comprobar, la verdadera razón del nombre, se basa en una imagen en blanco y negro que muchos habréis visto, en el que en el inicio de las emisiones de TVE1 salía la bola del mundo con una antena de repetición encima de España haciendo el sonido “pi pi pi”. Se suponía que era la antena que había instalada en el Alto de Guarramillas, que era la más potente.
Y la última se basa en una leyenda, que dice que una preciosa pastora que vivía por la montaña dió calabazas al diablo cuando éste se ofreció a su conquista. Y el diablo, que ya sabemos cómo se las gasta en otras tantas leyendas, en esta tampoco se quedó corto. Se subió arriba de la montaña con la intención de tirar una enorme roca que provocara una avalancha de nieve. Hay quien dice que utilizó un palo para hacer palanca, otros su propia cola, pero era tan pesada la roca, que en vez de moverse, acabó haciendo girar a la tierra sobre sí misma con su movimiento de rotación.
Ahí dejamos lo que se dice, se cuenta y se rumorea…
Una vez introducido el entorno al que nos dirigimos, comenzamos a describir cómo hicimos nosotros la ruta. Sí comentaros que a la Bola del Mundo se puede acceder por diferentes lugares, el que hoy mostramos nosotros es el más sencillo y rápido a pie (sin contar las telesillas, claro, que te dejan a escasos metros de las antenas).
Vamos a comenzar desde el Puerto de Navacerrada, con lo cual ya empezaremos a 1.858 metros de altitud. Para llegar allí podéis hacerlo en coche o en tren también. (Las imágenes que os vamos a mostrar corresponden a diferentes días, para que veais la diferencia de paisaje de una circunstancia a otra)
Si lo hacéis en tren, sale desde Cercedilla. Es decir podéis ir en coche a Cercedilla y subir en tren al puerto, o bien directamente desde Madrid, pero haciendo transbordo en Cercedilla.
Si lo hacéis en coche y vais a subir en invierno con nieve, os recomendamos, lo primero que llevéis cadenas por si acaso, aunque es una carretera que dada la afluencia turística suele estar en buen estado. Y también, que madruguéis, sobre todo, si las pistas de esquí están abiertas porque los aparcamientos se llenan. Es el mal de “los madrileños”, tenemos que vivir con ello.
La ruta sale desde el lado del aparcamiento, no hay que cruzar. Se coge el camino que está pegado a las casetas y comenzamos a subir. Hay varias maneras de hacerlo, nosotros en las dos ocasiones lo hemos hecho de la misma manera, creemos, porque la primera vez, era tal la niebla que había que no sabemos ni cómo llegamos a destino final.
Es importante esto también, al estar en la montaña, el tiempo es cambiante, y es fácil encontrar niebla y viento en los meses de invierno, pero si te sale un día bonito, es un camino precioso con unas vistas espectaculares. Nosotros lo hicimos la primera vez con 18 grados bajo cero, ventisca y niebla. Aquí, “el que no escribe” que se vino arriba, porque yo iba por detrás que casi no le veía echando los higadillos mientras me azotaba el viento helado, maldiciendo en arameo y hablando con el vacío en modo gruñona sin encontrar sentido a esa “absurda” ruta donde no me veía casi la bota. Una vez arriba, que no lo sabíamos, tuvimos que preguntar a un ser que apareció como salido de “Lluvia de estrellas” entre la niebla, que si quedaba mucho, y nos dijo que teníamos las antenas justo detrás…
Le creímos… en una acto de fé, dimos por buena su observación y volvimos, sacamos la foto testimonial, que hasta el pelo se había congelado de la rasca (os lo contábamos en la anterior entrada y lo ilustrábamos con la siguiente foto).
En cambio el 4 de enero de 2015, salió un día precioso, con poca nieve y mucho hielo, eso sí, fue lo peor, y como veis en las fotos el paisaje estaba realmente bonito. Se echaba de menos más nieve, pero bueno…
Como os decíamos, una vez cojéis el camino que va por la ladera de la montaña, pegado al aparcamiento del puerto y que pasa al lado de las casetas solo hay que seguirlo, se pasa por un puesto de la Cruz Roja y también a la izquierda sale una pista ancha que sube a las telesillas. Por ahí también se puede acceder, pero nosotros seguimos recto, por el caminito que no es pista, porque vamos a seguir otro itinerario. Es un paseo sin árboles, que ofrece unas vistas estupendas sobre la Sierra de Madrid.
Desde el mismo lugar con nieve...
Es fácil que encontréis bastante gente, es un camino en ligera pendiente, apto para niños y casi todos los públicos, que mucha gente hace hasta llegar a las Cabrillas, para luego darse la vuelta. Así que, hacia allá que vamos, más o menos, 1,4 km.
Cogemos ese camino hasta que estamos obligados a hacer un giro cerrado a la izquierda porque si sigues recto no hay más. Si os gustan las vistas, desde allí son impresionantes, se ven los embalses, bastantes picos, y la sierra a los pies. También es un lugar donde cuando hay viento, parece que ahí da la vuelta. Sopla fuerte.
Y desde ahí iniciamos el ascenso por un camino que nos llevará hasta la pista, es el Collado del Emburriadero, si no nos equivocamos con el nombre.
El trayecto es cuesta arriba de forma casi constante, son unos 400 metros de desnivel hasta los pies de la Bola del Mundo, pero la distancia no es mucha, aproximadamente, desde el parking unos 3 kilómetros y pocos metros. Si está despejado las vistas merecen la pena.
A partir de la pista, la pendiente es un poco mayor, hay que tener cuidado especialmente en esta parte si hay hielo por los resbalones. Llegaréis a la zona de las telesillas. Ahí, a la izquierda sale un pequeño camino que te lleva hacia la Virgen de las Nieves.
Hay varias esculturas de esta virgen repartidas por la sierra, hace un tiempo os enseñábamos otra en una ruta que realizamos con Raquetas hacia el Pico Somontano (perteneciente a Siete Picos).
Como veis, se trata de una ruta que, entre ida y vuelta, se puede poner en unos 6-7 km desde el Puerto de Navacerrada. Bastante accesible porque, si lo deseas, se puede hacer casi desde el principio por pista, aunque a nosotros nos llaman más los caminos.
No va por cornisas, tiene pendiente pero salvable yendo al ritmo que cada uno necesite, ofrece bonitas vistas y te permite subir a uno de los picos con “historia y leyendas”.
Como os decíamos a la Bola del Mundo se puede llegar desde otros lugares también y por otros caminos, uno de los más conocidos es desde el Valle de la Barranca, a ver si nos animamos a hacerla un día desde allí y os lo contamos.
Desde la Bola del Mundo podéis continuar a la Maliciosa en un ratillo más, pero ya es una ruta que requiere más tiempo y esfuerzo, ya que supone un desnivel acumulado de unos 800 metros.
Si no os quedáis a comer en la naturaleza, todavía tenéis la oportunidad de acercaros al mediodía al pueblo de Navacerrada, siempre lleno de gente, con su plaza y sus terrazas que no cierran ni en invierno, a daros un paseito.
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