La frescura de un clásico radica en su permanente
actualidad, pudiéndose encabalgar su mensaje en el discurso de todas las épocas
hasta llegar a la nuestra, enriquecida de los sentidos y matices que la
marejada del tiempo ha venido arrastrando hasta hoy.
Esta afirmación queda sobradamente demostrada con Ruzante o más vale un queso que cien gusanos,
la comedia que acaba de co-producir Guirigai Teatro junto a la compañía portuguesa Acta (Teatro del Algarve) sobre texto original del
cómico italiano renacentista Angelo
Beoldo, bajo la dramaturgia de Agustín Iglesias, llevada a escena por
su compañía Guirigai Teatro, una
recuperación en homenaje a la commedia dell’arte y a la inmensa labor de Darío Fo en pro del género teatral.
Una obra de gran fuerza cómica basada en el enredo y la
confusión en la que Ruzante (interpretado por Mario Benítez) se ve envuelto al reiniciar su vida en Padua y
Venecia a su vuelta de la guerra, intentando readaptarse a la nueva situación
en la que su mujer Juana (Magda
García-Arenal) se ha visto obligada a vivir al amparo del burgués Tonino (Cándido Gómez). Ruzante intentará hacer
cambiar de opinión a su mujer pero, por si fuera poco, su amigo Menato (Agustín Iglesias) también tiene ese mismo
objetivo e intentará despistarlo y que Juana se predisponga en contra de su
marido.
Una obra de acción muy bien sostenida en el equívoco y el
triángulo amoroso apoyado por un texto realista y chusco de continua rivalidad
entre los personajes, irónicos y descreídos, y cuyo sentido, sin embargo, se
pone a examen en función a la metateatralidad en la que los propios personajes
montan la obra que ellos mismos están realizando en la plaza del pueblo, entre
gallinas y sacos de patatas (en escenografía de Damián Galán), un lugar situado en el norte de Italia pero que muy
bien podría ser en algún lugar del suroeste español como Guirigai Teatro se ha
encargado de demostrar recuperando toda la fuerza de la picaresca a la italiana
de Angelo Beoldo mostrando la
maltrecha vida de Ruzante, un excombatiente cínico y malencarado que no deja de
luchar para sobrevivir en el conflicto,
el drama o la comedia que es la vida y que nunca termina, afrontando siempre
continuos retos.http://www.revistamadreselva.com/543/picaro-ruzzante