Aprende a base de morir.
"En el origen del mundo, existió la época de los dragones, unos seres de piedra que gozaban del don de la inmortalidad. Un día, surge en esta tierra la primera llama y con ella llegó la disparidad: calor y frío, vida y muerte, y por supuesto... luz y oscuridad. Entre este fuego, cuatro seres encuentran un alma de gran poder, cogiendo cada uno un fragmento para sí: el primer muerto Nito, la bruja de Izalith, el señor de la Luz Solar Gwyn y el furtivo pigmeo.Los tres primeros, junto con un dragón descamado llamado Seath, se enfrentaron a los dragones y acabaron con ellos, instaurando la edad del Fuego. Un tiempo de paz y prosperidad que se ve truncado con la llegada de la maldición de la señal oscura..."
Casi todo lo que te encuentras en el mundo es hostil.
La fama de este juego y de todos los Souls en general, es enorme. Es considerado uno de los mejores juegos de los últimos 10 años además de ser una especie de línea roja, que divide a los jugadores expertos de toda la vida de los denominados "casuals". Esa reputación de juego difícil es algo que atrae a mucha gente y que genera una enorme curiosidad a aquellos que no lo han jugado.
¿Es Dark Souls un juego difícil?, la respuesta es un rotundo sí. Muchos parecen querer quitarle esta etiqueta, diciendo que sólo es exigente, pero yo creo que su dificultad radica precisamente en eso. Este título no te lleva en ningún momento de la mano, empieza explicándote muy brevemente el origen del mundo en el que se va a desarrollar y luego te suelta en él sin un mapa, sin una dirección clara, sin nada más allá de alguna línea de diálogo con un npc que te sugiere que busques un par de campanas. Esto en un principio puede abrumar al jugador, porque siendo sinceros, no estamos acostumbrados a este tipo de narrativa indirecta. De hecho, puedes pasarte el juego sin enterarte de la inmensa mayoría de la historia que se cuenta en él. Esta se cuenta en las conversaciones con los personajes, en las descripciones de todos los objetos, en los eventos que van ocurriendo según avanzas, en cada paisaje que ves y en cada zona que visitas... lo malo de esto es que requiere que te fijes en todo, que lo pruebes absolutamente todo e incluso que tengas algo de suerte haciendo algunas cosas para que aparezca en tu partida determinado personaje o ocurra algo en concreto. Resumiendo, es imposible conseguir ver o enterarte de todo lo que da de sí la historia en una primera partida, además es de esas que está abierta a interpretaciones, por lo que cada uno puede sacar diferentes conclusiones. En este aspecto, este videojuego tiene un punto de misterio que me ha encantado, el hecho de tener que esforzarte para saber qué hay detrás de lo que está pasando es algo que me gusta. Por otro lado, tener este tipo de narrativa no es un impedimento que lastre la diversión del título, porque el punto clave de él no es precisamente su historia, sino que es su jugabilidad.
Saber qué estadística subir con cada nivel es esencial.
Dark Souls es un juego de rol y acción, en el que vas explorando un mapeado repleto de secreto, enemigos y trampas, con un característica muy peculiar... que es que todo está ahí para joderte. Lo primero que debes aprender e interiorizar es eso, que tu personaje es un no muerto en territorio hostil. La primera zona del juego funciona a modo de tutorial, y la verdad es que creo que es de los mejores tutoriales que he visto, aparte de enseñarte los movimientos y controles básicos, te deja muy claro el carácter del juego. Hasta el enemigo más mierder puede acabar contigo si te confías, es cierto que hay un sistema de niveles y que cuando ya estás en uno muy elevado eres mucho más poderoso que la mayoría de ellos, pero aún entonces, si te confías y bajas la guardia... un enemigo del principio del juego que tú crees que ya no supone un problema, puede violarte en cuestión de segundos. Esto es algo que a mí me encanta, siempre que mueres en este juego es porque la has cagado, te confías, o no te fijas en los movimientos de tu rival, o no tienes en cuenta cómo es el escenario, o entras a lo loco en una zona nueva... hay una multitud de cosas que debes tener en cuenta antes de atacar si no quieres morir. La propia muerte es una de las mecánicas que mueven el juego, ya no sólo debes ir con cuidado, sino que en ocasiones debes recurrir al ensayo y error para ir aprendiendo y superando los retos que se te plantean.
Casi todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, tu personaje puede estar en dos estados: el humano, que te permite invocar a otros jugadores o npcs para que te ayuden, (mediante unas señales que aparecen en el suelo del mapeado) pero que al mismo tiempo hace que otros jugadores puedan invadir tu mundo y pelear contra ti (esto puede joder bastante según en qué zonas y en qué momentos pase); y el hueco, que no te permite pedir ayuda pero a su vez te libra de las molestas invasiones. Normalmente no soy muy fan de jugar on-line, pero en este juego la experiencia cambia mucho entre estar o no conectado. Yo recomiendo jugar on-line, es cierto que pueden invadirte, pero además de las señales de invocación, también hay repartidas por el mundo unas manchas de sangre (que te permiten ver la muerte de otro jugador) y las señales de mensaje (con las que otros jugadores te dan pistas buenas o malas sobre algo de tu entorno). Los puntos de guardado están representados por unas hogueras que te vas encontrando en las diferentes zonas, estas hogueras son muy importantes porque te permiten descansar, regenerar tu salud y tus frascos de estus (una especie de pociones de vida de un número limitado, que son de lo único que puedes echar mano para curarte entre hoguera y hoguera)... pero que al utilizarlas, resetean a los enemigos de la zona y vuelven a aparecer.
El diseño de los jefes y del paisaje es muy bueno.
Existen varias clases de personaje, que hacen que el combate sea muy diferente. Como casi siempre, yo opté por una clase de combate cuerpo a cuerpo (aunque también hay magos), en este sentido el juego te da varias opciones... puedes utilizar arma y escudo, ir con un arma a dos manos, optar por atacar a larga distancia con arcos y ballestas (esta es muy menospreciada por la mayoría de los jugadores, pero creedme si os digo que es muy útil para separar a varios enemigos y enfrentarte a ellos en combates de uno contra uno). Para una primera partida veo muy necesario ir con escudo, además debes saber manejarlo, tu personaje tiene dos barras: la de salud y la de estamina. La segunda se consume al realizar ataques y al pararlos con un escudo, además mientras este esté en alto, la barra no se regenera por lo que debes aprender a gestionar tus movimientos y el uso del escudo. Además, tanto las armas como las armaduras se van desgastando con el uso y pueden llegar a romperse, con lo que debes tener en cuenta el estado de tu equipamiento e ir arreglándolo, también se pueden mejorar y en el caso de las armas hasta se pueden imbuir con varios elementos (fuego, veneno, electricidad, oscuridad, etc...). El equipamiento de este juego es muy variado y hace que cada uno pueda amoldarse mejor a su forma de jugar.
Técnicamente no es demasiado bueno, salvo la banda sonora que es realmente buena (sobretodo en las peleas contra jefes finales) y el apartado artístico, el juego se resiente en varios aspectos. Gráficamente es cumple sin más, incluso hay algunas texturas que hacen daño a los ojos, y en algunas zonas la tasa de frames petardea de una forma muy exagerada (lo de la ciudad infestada es para llorar). Pese a ello, el resultado global es bueno y estos contras no te estropean la experiencia. Quizá uno de lo mejor que tiene sea el diseño de niveles, todo está conectado en Dark Souls, el mapeado está repleto de atajos y secretos, cualquier zona o construcción que veas a lo lejos... podrás visitarla más adelante, está muy cuidado en ese sentido.
En definitiva, mi primera incursión en la saga Souls me ha encantado. Un juego desafiante y muy entretenido, que consigue que entres en cada nueva zona en tensión con todos los sentidos puestos en lo que te vas a encontrar, con un trasfondo y una historia muy rica (aunque difícil de descubrir)... un juegazo.
Praise the Sun!