Liverpool 1-2 Arsenal
Otro fin de semana que la Premier nos preparó un menú digno para cualquier aficionado al buen fútbol. Esta vez le tocó al Liverpool recibir al Arsenal. Ambos equipos llegaron con una sonrisa en la cara y con la moral por las nubes gracias al fin de semana pasado. Los locales, consiguieron el primer título de la temporada, la Carling Cup, mientras que los visitantes llegaban después de marcar una "manita" al todopoderoso y vecino Tottenham Hotspurs en 45 minutos que fueron una oda al fútbol. Así pues, con todos los ingredientes del menú para que fuera un partido espectacular para ambos el balón comenzó a rodar.
Durante los primeros 45 minutos pudimos asistir a un auténtico vendaval red, que con un tridente especialmente motivado, Adam-Henderson-Spearing, servían con facilidad a otro tridente en la delantera con una ineficacia e inefectividad preocupante, Downing-Suárez-Kuyt. Buena parte de la culpa la tuvo un inspirado Szczesny que logró atajar todo y cada uno de los disparos que iban a los tres palos, haciendo paradas que seguramente en el futuro pasarán a formar parte de su hemeroteca. La jugada polémica del encuentro ocurrió en el minuto 19, cuando Luis Suárez fue derribado por Szczesny en un penalty, dependiendo del plano que se enfoque, un tanto dudoso. Dirk Kuyt se encargó de lanzar la pena máxima y Szczesny en un acto de heroicidad acertó en atrapar el esférico hasta en dos ocasiones. En mi opinión, una de las paradas del año.
Aún así, el Liverpool no desesperó en el intento y con una abrumadora posesión del esférico, lo intentaba una y otra vez. Así, en el minuto 23, en una de las jugadas más desafortunadas del partido para los visitantes, Laurent Koscielny no acertó en despejar un centro cerrado de Henderson e involuntariamente introdujo el balón en su propia portería. Era el 1-0 y todo indicaba que la paliza iba a ser de escándalo.Pero a los 8 minutos, en el 31', apareció el mejor jugador de esta Premier League, Robin Van Persie que gracias a un centro preciso de Sagna, subía el empate al marcador en la que hasta ese momento fue la única jugada de peligro de los visitantes. Con el vendaval red como tónica de lo que quedaba de primera parte y un palo de Dirk Kuyt, llegó el descanso.
En la segunda parte, el Arsenal despertó en ciertos momentos, pero el dominio absoluto de los de Dalglish era en ocasiones, exagerado. Las jugadas que obraba Luis Suárez de una forma bastante individualista en su gran mayoría, eran una auténtica maravilla, pero se topaban una y otra vez más con el Man of the Match, Szczesny.
Pero, desafortunadamente, asistimos a una imagen que no nos gustan nada y que nos dejan muy mal cuerpo, Mikel Arteta era retirado en camilla con mascarilla de oxígeno incluída, al chocar fortuitamente con Jordan Henderson. Entró Diaby, que más tarde se retiraría también lesionado en detrimento de Oxlade-Chamberlain. El pronóstico del jugador español diagnostica una conmoción cerebral y una posible fractura de mandíbula, debido al aparatoso choque.
Debido a la lesión de Arteta, el tiempo de descuento fue algo especial, exactamente ocho minutos. Hay que añadir que durante los segundos cuarenta y cinco minutos vimos a Pepe Reina calentando, ya que los Gunners no se habían prácticamente acercado a 3/4 de campo rival. Aún así, en el minuto 95', y contra todos los pronósticos, llegó el "superclass", la genialidad, el talento de Robin Van Persie, para volear sin dejarla caer al suelo, meter un gol definitivo de escándalo y dando alas al Arsenal en la clasificación.
El Liverpool se olvida de una buena parte de sus aspiraciones para llegar a zona Champions, y menos mal que ganó la Carling, porque todo pinta que si no fuera por dicha competición, asistiriamos de nuevo a una temporada con el Liverpool fuera de Europa.
Javier Martínez (@JaviMartinez82)